Televisión

¡Contigo no, bicho!

El fenómeno de los videos gratuitos en Internet ya ejerce una severa competencia a la televisión «tradicional», sobre todo entre los menores de 30 años. Desgraciadamente los medios de comunicación sólo se hacen eco de esto cuando lo que se descubren son agresiones, abusos, imágenes escatológicas o simples «tortazos». Sin embargo la base de este éxito es la versatilidad de un medio que ha conseguido llegar a sectores de la población que no se sienten representados en las programaciones televisivas, y que valoran más la originalidad y el riesgo que la complejidad técnica y la espectacularidad.

Hace cuatro años un gruo de amigos colgó un video en Internet con el único objetivo de difundirlo entre sus amistades. En él aparecían volviendo a un apartamento después de una noche de marcha. Uno de ellos contaba a la cámara, en un brillante e improvisado monólogo matutino, como una chica le había dado calabazas. Con unas copitas de más, pero con un humor asombrosamente lúcido relataba lo difícil que serían el resto de noches después de haber escuchado como la chica le decía: ¡Contigo no, bicho!Carlos, el protagonista de aquel vídeo, supo que la cosa se le había ido de las manos cuando empezaron a reconocerle por la calle. Hoy el vídeo “Contigo no, bicho” tiene 2,8 millones de visitas en YouTube, además de varios grupos de fans. Rafa Pons es un cantautor catalán que reconoce que el video le hizo gracia “como al 90% de la gente que lo ve”. Se sintió identificado con la historia y escribió la canción “No hay sexo seguro”. Este tema ha acabado siendo el single de su nuevo disco, y ha ofrecido un cameo a Carlos en el videoclip promocional para televisión.Sin embargo, la atención que el monólogo de Carlos suscitó fue mucho más allá, aunque declinó todas las ofertas. Un programa de Antena 3 organizó una campaña para localizarle, le han ofrecido contratos publicitarios y se llevó un disgusto cuando las Nuevas Generaciones del PP utilizaron su video sin consentimiento para hacer campaña electoral.Que grupos mediáticos y agencias publicitarias pongan su mirada cada vez más en la cantera que supone Internet es cuestión de muy poco tiempo. Sin embargo Carlos sólo ha aceptado la propuesta de Pons porque es un autor joven que esta utilizando Internet para promocionarse, y prefiere hacer piña con la gente que quiere salir desde la red, antes que ser engullidos por la maquinaria mediática “oficial”.

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