Salud y medioambiente

Contaminación: ¡al hí­gado!

En plena era de la genética y los virus, donde el afán por comprender los mecanismos internos de nuestro cuerpo que deciden si las alteraciones y ataques se van a convertir en enfermedad o no nos lleva a buscarle a toda enfermedad su relación con alteraciones genéticas o infecciones ví­ricas, los estudios tóxico ambientales nos devuelven a un mundo todaví­a oscuro.

La contaminación ambiental contribuye a la enfermedad heática: "más de uno de cada tres adultos en los Estados Unidos tiene enfermedad hepática, incluso después de excluir a aquellos con los factores de riesgo tradicionales como el alcoholismo y la hepatitis viral". Esto es lo que afirma un estudio de la Universidad de Illinois presentado en La Semana de la Enfermedad Digestiva, que ha reunido en Chicago a expertos mundiales en patologías del aparato digestivo.Los resultados muestran que algunos de estos casos podrían ser debidos a la contaminación ambiental, una vez tenidos en cuenta el resto de factores de riesgo asociados a las enfermedades del hígado, como es la obesidad, el alcoholismo o padecer una hepatitis vírica. En el estudio norteamericano participaron 4.500 personas. Sus datos, recogidos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos en los años 2003 y 2004 fueron analizados para medir la exposición crónica de bajo nivel a 111 contaminantes comunes entre los que se incluían plomo, mercurio, PCBs y pesticidas y su asociación con la enfermedad hepática. Más del 60% de estas personas presentaban estos contaminantes específicos en su sangre.Claro, por supuesto los autores advierten de que este estudio no prueba que la contaminación sea la causa. Pero anteriores estudios hechos en animales apuntan a que puede serlo en muchos casos relacionados con estos compuestos.Ahora, los autores del trabajo anuncian que va a investigar los efectos aditivos de los contaminantes ambientales sobre la enfermedad hepática en niños y adultos con factores de riesgo como la obesidad, la hepatitis viral y el alcoholismo.

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