Movimiento obrero

Construcciones Flores: Extinción para la mitad de la plantilla

Tras formar un ejército de obreros de la construcción en los años de bonanza, en los que los lanes de estudios que en actualidad rigen de “suspende tres y tira para adelante”, de escasa cualificación ya que el objetivo que consiguieron es este ejército de obreros de la construcción que multitud de jóvenes han visto como salida en un sector que parecía no tener fondo ni fin, en la crisis, la falta de diversificación de mercado y actividades, junto con el estallido de la burbuja inmobiliaria, deja tras de sí un futuro incierto. Construcciones Flores, en Navarra presenta un expediente de regulación de3 empleo que pretende extinguir el contrato de casi la mitad de su plantilla. Un total de 20 trabajadores de obra más otros dos de personal de oficinas que forman parte de la plantilla por un tiempo de entre 10 y 20 años, así anunciaron los representantes sindicales asegurando que se trata de un ERE que afectará a trabajadores de alta cualificación, como encargados de obra y oficiales de albañilería. La dirección de la empresa justifica la medida declarando que se trata de un problema que se corresponde con “la falta de obras en la Comunidad Foral y porque la sociedad de inversión inglesa, European Credit PLC, no cuenta con la suficiente liquidez para hacer frente al pago de las nóminas de los empleados”. Las retribuciones que ofrece la empresa son de 20 días por año trabajado con un tope de doce mensualidades, medidas, por tanto bastante excusas para un personal que forma parte de la plantilla 10 y 20 años, y que ahora que se les ha sacado el pringue, no dudan en desechar. Los representantes sindicales apuntan que no es cierto que el problema sea la falta de liquidez y trabajo. Una empresa que, vinculada a los proyectos de ejecución de obras públicas solicitó ceder el contrato de ejecución de obras de construcción de la Residencia Hogar y Centro de Rehabilitación Psicosocial Félix Garrido de Sarriguren a Obenasa. Por lo que todo apunta de que se trata de parar la actividad de forma coyuntural para tras un corto periodo contratar personal que les salga más barato. Son consecuencias de la crisis y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y mientras el Gobierno pasa por alto la merma constante de nuestro tejido productivo, sin poner medidas y una política que se oriente por fortalecer el sector productivo y la inversión, insufla con su plan anticrisis un dinero dedicado casi en su totalidad a obras, al sector de la construcción, que de poco sirve a los trabajadores, el abaratamiento de la mano de obra será una tendencia que pagaremos igualmente los trabajadores. Ya han formado una gran masa de obreros, ahora, los grandes jefes de las grandes constructoras y la gran banca beneficiada de forma suprema con el negocio de las hipotecas, siguen llenando sus bolsillos con las inyecciones de dinero público, mientras dejan en una muerte lenta al tejido productivo. Ahora centran sus políticas en fomentar la capacitación de trabajadores expertos que ellos mismos han formado, dándose así un margen de maniobra en el que seguir llenándose los bolsillos.

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