SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Constitución antipática

(…) lo peor de la reforma del artículo 135 de la Constitución está en otro lugar: cuando se afirma que el pago de la deuda pública «gozará de prioridad absoluta». La constitucionalidad del pago de la deuda (la lógica de los mercados) frente a la ausencia de constitucionalidad, con el mismo estatus, del pago de las pensiones, la educación, la sanidad, el seguro de desempleo (lógica de los ciudadanos)…, genera un problema de democracia, no solo de economía. No se defiende, ni mucho menos, el impago de la deuda, que si se produce haría de España un país con muchísimos más sacrificios para sus gentes, sino que se plantea un dilema: en caso de dinero escaso (casi todas las coyunturas en sociedades con necesidades básicas por cubrir), el Ejecutivo de turno ya no tendrá ocasión de hacer equilibrios (practicar la política, renegociar los tipos de interés o los plazos), sino que no tendrá más remedio que ir en detrimento de los intereses cotidianos de los ciudadanos por exigencia constitucional: lo primero será pagar a los acreedores. En caso de dificultades habrá que recortar las principales partidas presupuestarias internas (a no ser que se suban los impuestos). Ni siquiera el Consenso de Washington fue tan allá.

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