Concentración y poder

De 350 a 45 cajas de Ahorro, bancos y cooperativas de crédito. España ha sufrido el mayor y más acelerado proceso de concentración financiera de toda Europa. Una concentración que lo es también de poder político y de capacidad de decisión sobre nuestras vidas.

De las Cajas de Ahorro, solo dos sobreviven fuera de la gestión del Gobierno a través del FROB, (Caja de Ahorros de Ontinyent y Pollença) que no representan ni el 0,01 % del capital financiero nacional. En 2005 aún había 350 entidades; en 2008 quedaban 53 bancos nacionales, 47 cajas de ahorros y 85 cooperativas de crédito. Hoy el sistema financiero español se resume en 17 grupos bancarios.

Las consecuencias son inmediatas. Los créditos al consumo para las familias españolas conllevan los intereses más elevados de Europa. Aun cuando el Banco Central Europeo continúa entregando dinero a coste cero a la Banca, ésta nos cobra hasta un 9% de media (incluyendo comisiones). En Grecia los créditos, que ya resultaban más baratos que aquí, incluso han bajado el último año. Lo mismo sucede en Portugal, o en Francia, donde el tipo medio de interés supone menos de la mitad: un 3,9%. Y esta misma situación se repite en el precio de las hipotecas. Al tiempo, la remuneración de los bancos a los ahorradores por sus depósitos es junto a Irlanda la más baja de todo el Continente: un mísero 0,11%. «Santander, Caixabank, BBVA, Bankia y Sabadell controlan el 64% del mercado de créditos»

El crédito a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) parecía la excepción, y durante 2016, debido a una batalla entre entidades por ganar clientes, bajaron los intereses; pero el Santander resolvió de un golpe esa disputa al quedarse con el Popular, banco que atendía a un millón de Pymes y autónomos.

Dominio económico y poder político

Esa posición de fuerza para controlar el precio del dinero se basa en que de facto asistimos a un oligopolio, pues sólo los 5 mayores grupos financieros copan el 64 % de los recursos y el mercado. E igualmente les otorga a muy pocas manos, el dominio de otros aspectos de la vida económica y política. La banca se ha introducido en Universidades, fundaciones, centros de estudios económicos… Según la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), la gran Banca está presente como accionista en al menos 13 empresas relacionadas con la información. Vocento (diarios ABC, «El Correo», «El Diario Vasco», emisora COPE, revistas y canales de TDT) tiene como presidente del Consejo de Administración a Rodrigo Echenique, quien pertenece al Consejo de Banco Santander. Esto es la norma en cada grupo de comunicación: Caixabank participa en el control de La Vanguardia; y comparte consejero con el Grupo Prisa (El País, Cadena Ser)…

Todos conocemos las famosas “puertas giratorias”, con ministros, diputados y altos cargos pasando de la gestión política a los sillones de los bancos, evidenciando que en ambos casos se trata de fieles servidores trabajando en su favor, como corroboran las leyes y medias aprobadas.

Concentración por decreto

Las leyes del Capitalismo empujan al capital a su concentración; pero en el caso que nos ocupa, es desde el control del poder político como se ha acelerado este proceso. En 2013 se aprobó la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias, liquidando cien años de Cajas de Ahorro en España (que llegaron a suponer el 50% del mercado financiero español). Es innegable la corrupción y mala gestión que acumularon algunas; pero también es cierto que otras eran rentables y ejemplares. Apoyar su papel o trabajar para liquidarlas obedece a proyectos y no a designios del Mercado. Así cuando el gobierno de Adolfo Suárez apostó por la industria y el crédito a Pymes, su ministro Fuentes Quintana reguló las Cajas para facilitarles la competencia con la Banca privada. Por contra tras el crack de 2007, se entregó todo el capital acumulado por las Cajas para tapar el agujero de los Grandes Bancos.

En palabras del economista Manel García Biel “A golpe de decreto se forzó la fusión de cajas mal gestionadas con otras que tenían buena gestión… manzanas podridas con manzanas sanas, con el resultado de un pudrimiento generalizado, o aún peor, fusionando grupos de cajas mal gestionadas. Es evidente que había otras opciones: nacionalizar entidades, crear una banca pública que garantizase la llegada del crédito, crear un banco malo (como se hizo con la privada) y traspasarle inmuebles para hacer un parque de viviendas sociales, etc. Pero se optó por una opción política que condujo a un empeoramiento de la situación del sector de Cajas y al fortalecimiento de un oligopolio bancario.”

Se trató de limitar el papel de las cajas rentables, dejando de cumplir su papel de motor económico regional. En la memoria no quedará ni la Obra social, a la que las Cajas destinaban por ley el 10% de sus beneficios, y que llegó a suponer 2.000 millones de euros anuales.

Banca Pública imprescindible

Mantener lo que aún queda de Banca Pública (Bankia y algunas Cajas rescatadas) y fortalecer su papel es imprescindible para favorecer la competencia e impedir (como ya sucede) las imposiciones de un reducido grupo de banqueros. También es necesaria para la financiación de grandes proyectos industriales sin que éstos estén a merced de los cuatro grandes, evitando que todo el dinero se desvíe hacia la especulación financiera, rentable para unos pocos; pero que limita entonces el crédito para crear riqueza y empleo. La Banca Pública es vital también para proteger e incentivar el ahorro del pequeño impositor, que ahora en lugar de cobrar intereses por sus depósitos, debe pagar gastos de gestión.

Los gobiernos de EEUU o Alemania que regulan y empujan a la privatización de nuestros rescursos financieros, mantienen sin embargo como vital un potente sector público bancario. Alemania dispone de 11 grandes bancos regionales vinculados a las 409 Cajas de Ahorro locales y a decenas de Cooperativas de crédito: una red básica para su sólido tejido industrial. Sumando a estos, los activos de los bancos públicos hipotecarios, nos da que la mayoría del capital financiero germano lo acumulan entidades públicas. Y no es un caso aislado. Francia tiene una estructura similar. Significativo es el caso del Estado Norteamericano de Dakota del Norte con un banco público propio, obligado por estatutos a efectuar todas sus inversiones y préstamos dentro del Estado. Usando este instrumento financiero su PIB creció un 56% desde el año 2.000, la renta per cápita un 43% y los salarios un 34%, mientras el Gobierno local presume de un superávit de 1.300 millones de dólares.

Banco

Inversor

País

% de capital

Santander

Allianz

Alemania

3,50

Blackrock

EEUU

4,70

J P Morgan

EEUU

2,70

Credit Mutuel

Francia

4,00

Baillie Gifford

Reino Unido

3,10

BBVA

Blackrock

EEUU

4,45

J P Morgan

EEUU

3,79

Sabadell

Blackrock

EEUU

3,00

GNB

Colombia

5,00

Deutschebank

Alemania

4,90

Caixabank

Carlos Slim

México

1,00

El movimiento paralelo

La Banca Pública también es necesaria para hacer frente al incremento del control del capital extranjero, sobre los recursos financieros nacionales.

Fondos de inversión de EEUU, Reino Unido, Alemania y Francia controlan ya el 10% de Bankinter, un banco alemán posee el 12% de todo el grupo Caja Rural, y ya están presentes también en las cajas restructuradas, con un 6% de Liberbank, y un 3% de Abanca, Incluso un fondo, Apollo (EEUU), adquirió el Banco EVO al FROB por 60 millones de euros obteniendo así licencia bancaria.

Banca Pública y rentable parece un buen remedio a que sólo se socialicen como públicas las pérdidas y sean privados los beneficios, como la oligarquía financiera Española nos ha impuesto a todos en esta crisis. Y en especial resulta el único camino para impedir como sucede ya, que el capital financiero norteamericano y centro europeo vaya copando el accionariado de la Banca Privada.

Galicia se acerca al monopolio

En esta Comunidad cinco grandes entidades controlan el 90 % de todo el negocio de depósitos y préstamos. Según un informe del BCE, esos niveles de oligopolio no se alcanzan en ningún país de la UE. En Alemania los cinco grandes no llegan al 31 % del total; en el Reino Unido, apenas el 36 %; y en Francia e Italia están en torno al 40 %. Además de Galicia, en siete provincias españolas una sola entidad tiene más del 35% de las oficinas.

4 comentarios sobre “Concentración y poder”

  • ¿Qué quieres capitalismo?..¡¡pues toma 3 tazas!!….monopolio,monopolio,ésto para los amantes del capitalismo-sobre todo los PP´s y su «defensa de la propiedad privada»-que no dicen cuál,así en abstracto- de la que hablan en los Estatutos del Partido-.Pues si hombre,en España ha pasado lo que en la Alemania de Bismarck,que desde el Estado se ha acelerado el proceso monopolista.Al final quedará un oligopolio del BSCH y el BBVA

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