Concentración y control extranjero de la Bolsa española

Son 122 empresas las que cotizan en la Bolsa española. Su valor total asciende a 1,23 billones de euros. Este capital es en su mayor parte propiedad de cuatro grandes grupos: los inversores privados extranjeros, los Fondos financieros de otras naciones, un reducido club de multimillonarios españoles, y el Estado español.

El valor de la Bolsa española crece, su propiedad se concentra en pocas manos, y cada vez en mayor porcentaje pasa a control extranjero.

En el año 2000 los inversores de otros países ya poseían el 34,3% del valor de las acciones de todas las empresas cotizadas en la Bolsa española. En 2014 esta propiedad ascendia al 43%. Y 2024 se ha cerrado con el récord de un 50,3% de control por el capital foráneo. Este es el rasgo principal que caracteriza a la Bolsa española. Una expresión económica del grado de subordinación política a otros estados, principalmente Estados Unidos.

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Control extranjero privado

En una reciente conferencia del expresidente italiano Enrico Letta, éste afirmó con sorna que «Europa se acaba de dar cuenta que es una colonia de EEUU». En el terreno económico los datos corroboran esa afirmación para España:

Blackrock, de Estados Unidos, es el mayor inversor no nacional en España. Mueve 30.000 millones de euros en acciones en nuestro mercado, seguido por otros dos fondos estadounidenses: Vanguard y Capital Group, que manejan 20.000 millones cada uno.

BlackRock tiene una parte de la propiedad en 68 de las 122 compañías que cotizan en la Bolsa. Es ya un accionista de referencia en BBVA (7,4%), Banco Sabadell (6,624%), Banco Santander, (4,231%), Bankinter (4,08%) , y CaixaBank (5,0%).

Se ha convertido en el segundo mayor accionista de Naturgy (Gas Natural), ostenta un porcentaje importante en Redeia (Red Eléctrica), Iberdrola, REPSOL, y Solaria. Participa en Inmobiliaria Colonial, o Merlin Propertities, en la constructora ACS, en Telefónica, Grifols, Aena, Amadeus, Acciona…

Además otros grandes fondos estadounidenses acumulan acciones de la Bolsa española como Dimensional (con participaciones en 87 compañías nacionales), CVC Capital Partners o Fidelity International.

Además de los grandes Fondos financieros, un grupo de inversores extranjeros a título personal acumulan más de 26.000 millones de euros en acciones de empresas españolas cotizadas.

Las 20 principales empresas del IBEX están dirigidas ya por inversionistas extranjeros. Es decir, no sólo hay una participación económica, sino una gestión directa. En muchos casos se trata de empresas estratégicas (comunicaciones, gas, electricidad… ), con lo que además de la fuga de riqueza, supone una pérdida de soberanía ante algunas decisiones clave.

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Otros Estados

Los Fondos soberanos, capital inversor controlado por Estados de otras naciones, son también grandes propietarios de la Bolsa española.

El ejemplo reciente más conocido es el de Telefónica, vendida en un elevado porcentaje de sus acciones a STC Group, un fondo controlado por la familia real de Arabia Saudí.

Iberdrola también tiene como máximo accionista al fondo soberano de Qatar (Qatar Investment Authority, QIA), que tiene presencia en El Corte Inglés, la inmobiliaria Colonial, IAG (Iberia y British Airways). Italia es el dueño de Endesa; Singapur y Canadá son los principales accionistas de Cellnex…

Veinte naciones controlan más de 70.600 millones de euros de la Bolsa española, con sus correspondientes dividendos anuales que se llevan a sus países.

Noruega invierte aquí su fondo Norges, acumulando miles de acciones en bancos y compañías, por las que cobra dividendos que usa para pagar pensiones en su país.

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Las fortunas nacionales

Tras el capital extranjero, los grandes patrimonios españoles (familias históricas de la oligarquía: March, Abelló, Entrecanales, Del Pino…) copan otro porcentaje importante de la Bolsa.

Los veinticinco españoles con más inversión en Bolsa a título personal, suman más de 124.000 millones de euros,

Entre ellos también están un selecto grupo de nuevos multimillonarios, pero no pertenecientes a ese núcleo duro histórico. A su cabeza está Amancio Ortega: su fortuna proviene de los beneficios del grupo textil Inditex, y la multiplicación de su capitalización en Bolsa donde entró con un valor inferior a 10.000 millones y dos décadas después vale 137.000 millones. Es el mayor inversor de la Bolsa española.

A mucha distancia otros «recién llegados» como la familia Escribano (EM&E e Indra) con un patrimonio en bolsa ya cerca de los 700 millones de euros; Sol Daurella (Cocacola Iberian Partners); las familias Ruiz de Andrés (Grenergy), Riquelme (466 millones en acciones) o Zardoya…

Como inversor no personal, CriteriaCaixa es el mayor holding (grupo de compañías industriales) privado español, fuera y dentro de la Bolsa española. Está controlado por CaixaBank y tiene participaciones importantes en ACS, Puig, Colonial, o Telefónica, y es el primer accionista de Natrugy (Gas Natural).

Finalmente, el Estado español, aunque ha visto esquilmado gran parte de su patrimono empresarial en sucesivas privatizaciones, aún participa como accionista en Aena, Ebro Foods, Redeia (antigua Red Eléctrica), Enagás, Telefónica y CaixaBank.

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Hiper concentración

Un muy reducido núcleo de 100 inversores milmillonarios, (que poseen más de mil millones de euros en acciones en la Bolsa de España) entre fortunas privadas y fondos de inversión, españoles y extranjeros, controlan la mitad de todo el dinero que se mueve en el parqué y tiene invertido un total de medio billón de euros.

De entre ellos, los quince mayores inversores a título personal (independientemente de sus inversiones a través de sociedades y fondos) acumulan casi 100.000 millones de euros en títulos.

Una bolsa que a su vez tiene su valor también hiper concentrado, pues solo las 15 mayores empresas valen tanto como las 107 restantes.

Este es el otro rasgo de la bolsa española tras el elevado porcentaje de control extranjero: el muy reducido número de inversores que realmente controlan la mayor parte de la propiedad por acciones de los grandes grupos financieros, industriales y comerciales.