Correa propone una nueva arquitectura regional

Con una sola voz

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso este jueves una nueva arquitectura regional que le permita a los paí­ses más pobres romper con la dependencia con las naciones que han manejado las economí­as y que hoy son responsables de la crisis global. Durante su intervención en la cumbre de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre crisis económica, detalló que esta propuesta estarí­a soportada en la integración de espacios de soberaní­a monetaria y financiera supranacional capaces de reducir los efectos de la crisis.

Destacó que ara el logro de este objetivo es necesario fortalecer los mecanismos de integración regional como el ALBA y que los paí­ses pobres trabajen juntos y no compitan entre sí­. «La competencia entre los paí­ses pobres sólo genera beneficios para los paí­ses ricos», dijo. Explicó que las naciones del Sur ya están trabajando en el desarrollo de la nueva arquitectura financiera regional, puso como ejemplo la iniciativa del Banco del Sur del que ya son miembros siete paí­ses. Correa también mencionó como parte de esta propuesta la creación de un fondo de reserva común para América Latina. «Resulta paradójico que en plena crisis permitamos que con nuestro dinero se financie a los paí­ses ricos a cambio de unos pocos dólares», señaló. «Estamos aquí­ los distintos paí­ses y hemos venido ante el grupo (G- 192) a demandar democracia y a demandar el otro mundo posible el de la paz y la justicia que se construye a través del respeto y la soberaní­a de los, pueblos, las naciones y los continentes». Ese fue un planteamiento que el presidente Correa ya ha hecho al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que ahora lo reiteró en el ámbito de la ONU. El presidente Correa propuso en nombre las voces del SUR, tres ejes fundamentales para la reestructuración de la economí­a. En primer lugar la creación de un «Banco del desarrollo común», en segundo aspecto un «fondo de reservas común» y como tercer eje «consolidar un sistema monetario común que puede empezar por una divisa electrónica». Con respecto al primer eje, informó que ya los paí­ses del ALBA trabajan en ese aspecto, pues ya crearon un banco destinado a financiar proyectos sociales para la región. Refirió que «está próximo a operar el Sucre» que es una moneda virtual para el intercambio comercial dentro del bloque, con lo que se busca «minimizar el uso del dólar». Esta iniciativa responde a las acciones del los paí­ses del SUR en torno al tercer eje propuesto ante la ONU. «Dado que la crisis avanza insostenible ayudada por la pasividad del Fondo Monetario Internacional (FMI) (…) requerimos de inmediato un acuerdo monetario regional», enfatizó durante su intervención el presidente Correa. Por otra parte, criticó que si los Estados tienen alguna diferencia con las empresas privadas e inversionistas, «nos puede llevar inmediatamente la CIADI» un arbitraje extra regional, que comprende «una asimetrí­a del derecho actual». Ante ello se preguntó, porqué a los paí­ses latinoamericanos si los pueden poner bajo el arbitraje del CIADI, y estas naciones no pueden abogar porque se elimine la pena de muerte en Estados Unidos (EE.UU.), «todo esto tiene que acabar esto es una locura», dijo. «Proponemos tratar el cambio climático de otra manera. Es hora de enfrentar el problema en forma técnica y polí­tica». «En América Latina tenemos la plena capacidad creativa para promover nuestras propias ideas», dijo, sin la necesidad de impulsar sus iniciativas desde naciones ajenas. Se refirió al Consenso de Washington, «no sé por qué lo llamaron consenso», consideró, pues reseñó que nunca se permitió en éste la participación de los paí­ses de Latinoamérica. Señaló que uno de los grandes problemas del socialismo tradicional, es que si se tení­a algún problema, habí­a que buscar la solución «en la pagina tal», por ello, el gran reto de este nuevo sistema que se está creando es que «nosotros nos basamos en principios más que en recetas». Al finalizar su discurso Correa fue aplaudido efusivamente. El presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel d’Escoto, calificó la alocución como un acto de valentí­a.Dijo que con el ALBA se construye un sueño de «tener una sola voz» e hizo referencia a la resolución del pasado 3 de junio en la que la Organización de Estados Americanos (OEA) derogó, sin condiciones, la expulsión de Cuba de esa organización que se mantení­a desde el año de 1962 gracias a la propuesta que hicieron los paí­ses del ALBA en la 39 º Asamblea General.»Fue una posición conjunta que logró contribuir a esa resolución. Sólo con esa ventaja, tener un grupo de paí­ses decididos a levantar su voz, a defender los intereses de la región, a defender nuestros pueblos con energí­a a construir un nuevo orden internacional, es suficiente», expresó.Para Correa, la Unión de Naciones Suramericanas (Uunasur), en construcción, debe dar paso a la creación del Banco del Sur y de un Fondo de Reservas regional. Tampoco descarta ir a una integración monetaria, que parte de una unidad de cuenta común como paso previo a la creación del «Sucre», nombre de la antigua moneda ecuatoriana que desapareció en 2000, cuando el gobierno de Ecuador adoptó el dólar.Se consolida asimismo la tendencia de izquierda a favor de la integración latinoamericana, la ampliación y diversificación de las relaciones socio-económicas con las naciones del sur. Con esta cumbre continúa fortaleciéndose el frente antihegemonista latinoamericano. Un frente que busca liberarse de tantas décadas de intervencionismo del imperialismo y su doctrina Monroe.La Doctrina Monroe, considerada como la piedra angular de la polí­tica estadounidense hacia América Latina desde la década de 1820, ha transformado EEUU de una potencia regional a una superpotencia mundial, mientras América Latina se ha convertido en el patio trasero de EEUU y campo base para mantener su dominio en el mundo.

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