¡Claro que sí­ se puede!

¿Un nuevo «sablazo» a nuestros bolsillos para sostener los beneficios de bancos y grandes monopolios… o colocar, de una vez por todas, los ingentes recursos en manos de un í­nfimo puñado de magnates financieros al servicio de acabar con el paro y salir de la crisis? Esta es la encrucijada que se está dirimiendo, y que marca la agenda polí­tica del paí­s.

Y el gobierno de Zaatero, como fiel representante de los nódulos principales de la oligarquía, va a lanzar en los primeros meses del año una ofensiva en toda regla. Reforma laboral, reforma de las pensiones, subida de impuestos y tarifas…Pero la manifestación del 12-D puso de manifiesto que existe otro camino… y que cuenta con un respaldo mayoritario en la población. La manifestación del 12-D puso en el centro del debate político la necesidad de colocar los ingentes recursos controlados por la gran banca al servicio de acabar con el paro y salir de la crisis.No cabe duda de que la irrupción de la clase obrera les ha hecho daño. Y sobre todo, el hecho de que se abra paso una línea que exige colocar los recursos controlados por la gran banca al servicio de acabar con el paro y salir de la crisis.Por eso, desde el mismo día de la manifestación, todos sus esfuerzos han ido dirigidos a atacar, silenciar o enterrar el movimiento iniciado el 12-D en Madrid.Atacando groseramente o minimizando la manifestación, “sacándose de la chistera” el conejo de la quiebra de Air Comet para colocar en el centro de las iras a los “empresarios sin escrúpulos”…Y en ese camino de confusión han contado con la colaboración de las cúpulas sindicales, empeñadas en “congelar” la movilización para sentarse a negociar la nueva reforma laboral, o en ocultar a la gran banca dirigiendo todas las iras hacia “los empresarios”.Esta es la batalla política que se está dirimiendo en el país. O la oligarquía, a través de la política de Zapatero, da una nueva vuelta de tuerca a su proyecto, lo que supone un ataque sin precedentes a las condiciones de vida y trabajo de las clases populares. O, por el contrario, avanza y toma fuerza la movilización y la línea que exige la nacionalización de la banca, es decir colocar los recursos que controlan un ínfimo puñado de magnates financieros, al servicio de acabar con el paro y salir de la crisis.Ellos están preparando una ofensiva, plasmada en las “reformas” de Zapatero. Nosotros debemos hacer lo mismo. El 12-D demostramos nuestra fuerza. Debemos persistir en ese camino.