“En contra”, el voto de casi 7 millones de chilenos ha tumbado el intento de virar Chile hacia la derecha. Un rechazo aún mayor en los municipios de más de 100.000 habitantes: hasta el 58% votó en contra. Por segunda vez en 16 meses Chile rechaza un proyecto de Constitución. En este segundo plebiscito, el texto había sido elaborado por la ultraderecha y la derecha tradicional.
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No pasarán, y no han pasado
El Consejo Constitucional apostaba en su propuesta de nueva Constitución por endurecer el trato a la migración, cuestionar la ley del aborto y fortalecer la privatización en pensiones, educación y sanidad. El resultado es un duro varapalo al ultraderechista Partido Republicano. La formación de extrema derecha, liderada por José Antonio Kast, encabezó la redacción del texto. Su aspiración de ser la nueva fuerza hegemónica de la derecha en Chile, frente al gobierno de Boric, ha dado con un muro de 7 millones de votos. El ‘No’ ganó en 13 de las 16 regiones del país.
Los peligros
La propuesta integraba un asunto clave, que Salud, Educación y Pensiones tuviesen un sistema privado desde la Constitución. Dotar legalmente de una provisión de fondos públicos a los sistemas privados. Un “sistema mixto” como terreno más que propicio para los negocios privados en la norma suprema. A mayores, el texto potenciaba aún más la actual subvención del estado a la educación privada.
Otro gran eje en los cambios de la Constitución, acelerar y endurecer la expulsión de emigrantes. La enmienda proponía la expulsión de migrantes irregulares “en el menor tiempo posible”, textualmente, y que se “procurará” que los extranjeros cumplan la pena en su país de origen. Más modificaciones impopulares: reducir la Cámara de Diputados y elevar al 5% los votos necesarios para el reparto de escaños. Dos medidas clásicas para reducir la representatividad y pluralidad a favor de las grandes fuerzas políticas tradicionales.
Victoria popular en Chile contra la Constitución redactada por la derecha.
Contra las mujeres
Los artículos más polémicos y discutidos, los que atacaban o ponían en cuestión las libertades de las mujeres en torno al aborto. La derecha ha intentado incluir constitucionalmente la llamada “objeción de conciencia” para el personal médico. Un intento de poner en cuestión las tres causas que rigen en la ley del aborto en Chile desde 2017: permiten la interrupción del embarazo en los casos de peligro de vida de la madre, malformación fetal y violación. El voto en contra llegó en la capital y el norte del país hasta los 20 puntos de diferencia. “Hoy las mujeres dijimos con fuerza que vamos a defender nuestros derechos y avances culturales”, en palabras de Paulina Vodanovic, líder del Partido Socialista.
No es el consenso
Los partidos de derechas que lideraron la redacción constitucional, admitían los días previos que una diferencia mayor a 10 puntos sería muy amplia. El voto “En contra” ha obtenido una holgada victoria, así lo reconoce la derecha antes y después de la votación. “Reconocemos la derrota con claridad”, declaró el líder de extrema derecha Kast tras el resultado. No es la falta de acuerdo entre partidos, ni el hartazgo en la gente la causa del segundo fracaso para una nueva constitución. El pueblo de Chile afrontaba un duro ataque y ha ganado la batalla tumbando la propuesta política de la reacción.