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Castigo a la Banca por temor a que no se recupere sin ayudas

Mientras el ministro de Economía, Luis de Guindos, explicaba ayer en Bruselas el nuevo plan del Gobierno para recuperar la confianza en el sector financiero, los mercados se cebaron en Bolsa con la banca española y llevaron al Ibex 35 a otro mínimo anual y a cerrar en su nivel más bajo desde marzo de 2009, cuando la crisis financiera internacional tocó fondo en las Bolsas mundiales.Casi cinco años después de que la crisis bancaria asomara por primera vez en Estados Unidos, el Gobierno español sigue buscando una fórmula definitiva para sanear su sistema financiero. Cansado de planes insuficientes y convencido de que el Estado tendrá que inyectar dinero público para rescatar a sus bancos, el mercado dejó ayer claro que España va camino de agotar su paciencia.El fuerte castigo bursátil a la banca marcó este miércoles el inicio del mes de mayo y escondió otras noticias también muy negativas para las empresas del Ibex 35, como el expolio sufrido por Red Eléctrica en Bolivia. La empresa de distribución eléctrica cayó ayer un 2,23%, pero su pena fue mucho menor a la que dictó el mercado contra cualquiera de los bancos del Ibex 35.Bankia -la entidad española que más temor genera entre los inversores por estar considerada como sistémica y no contar con un plan de viabilidad convincente a juicio de los analistas de mercado y de algunas voces gubernamentales- lideró la debacle bancaria al dejarse ayer más de un 5,1%.La banca mediana española -que es la más expuesta a los especuladores bajistas- siguió a la entidad que preside Rodrigo Rato en el ranking de los números rojos del sector financiero. Popular, Sabadell y Bankinter perdieron en un día más del 4% de su valor bursátil. El resto del sector tampoco se libró de las órdenes masivas de venta. Caixabank, BBVA y Santander cerraron con pérdidas superiores al 3,3%.Desde el inicio de la crisis, el sector financiero español ha provisionado 112.000 millones de euros, según el Banco de España, y el Estado ha inyectado otros 18.000 millones en entidades con problemas. Pero estas cifras, nunca han sido consideradas como suficientes por los mercados financieros, que llevan mucho tiempo señalando al Banco de España como responsable del retraso en la búsqueda de soluciones para la banca por haber minusvalorado la exposición de las entidades a los activos inmobiliarios y al crédito promotor.El cambio de Gobierno y la nueva reforma financiera, que nació para exigir a las entidades poner otros 50.000 millones de euros para acabar con el problema del ladrillo, tampoco ha sido suficiente para contentar a los mercados.Desde que el Consejo de Ministros aprobó la reforma financiera, el pasado 3 de febrero, la banca española ha perdido en Bolsa más de un tercio de su valor.El Sabadell lidera el castigo en este periodo en el que su valor bursátil ha caído 41%, seguido por Bankinter (-39%), Caixabank (-36%), Popular (-34%) y Bankia (-30%). La gran banca del país no se salva de esta quema y BBVA y Santander han cedido en estos últimos tres meses un 30 y 27,6% respectivamente.La falta de confianza en la banca española no sólo ha tenido reflejo en la Bolsa. También las calificaciones de las agencias de rating a las entidades de este país han mermado su capacidad para obtener financiación.El último varapalo a la banca vino el pasado lunes de la mano de Standard & Poor’s (S&P) que ya considera a dos entidades de crédito del país como un bono basura (Sabadell, Banca Cívica) y amenaza a otras cinco con incluirlas en esta calificación que se otorga a los activos especulativos (Bankia, Ibercaja, Kutxabank, Bankinter y Ceca).Para evitar un credit crunch en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó a las entidades europeas más de un billón de euros entre las mega subastas celebradas el 21 de diciembre y el 29 de febrero.

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