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A finales de agosto del año pasado el Numancia firmaba un excelente partido con la derrota del Barcelona en Los Pajaritos. Mañana sábado vuelven a enfrentarse al gigante blaugrana con la determinación de repetir el certero tiro de onda de David contra Goliat. ¿Qué es lo que hace que un equipo con 28 veces menos presupuesto que los grandes, plante cara sin remilgo?
En 1996 los numantinos escribieron una imortante página de la historia del fútbol español. Un equipo de Segunda B arrinconó a los azulgranas de Cruyff en un memorable partido resuelto con empate. Aunque fueron derrotados en la vuelta, la hazaña estaba hecha. A partir de ese momento el Numancia fulguró directo a la Liga de las Estrellas, pasando por un año de “trámite” en Segunda con un final de liga trepidante que sentenciaron ante el Recreativo de Huelva. Esta es la tercera temporada que este heroico equipo milita en Primera. Aunque haya sido zigzagueante – en el 2001 descendió para volver ha ascender en el 2004, aunque de nuevo solo durante una temporada – la estela del Numancia es la de la determinación por la victoria. Francisco Rubio lleva 14 años al frente del club y, sin duda, su gestión es la llave maestra que permite explicar tan admirable trayectoria. Sobre todo teniendo en cuenta que la diferencia entre el puesto 17 de la tabla, que ocupa el equipo, y el liderazgo del Barcelona no son sólo 16 puestos y una plantilla estelar, sino 386 millones de euros. “Honradez, disciplina y austeridad”, así define el Presidente la línea seguida por el equipo. Después de cerrar la segunda temporada en Primera con pérdidas, la dirección aprendió a ajustarse al presupuesto estableciendo como política igual sueldo para todos los jugadores. No hace falta imaginar que los incentivos y primas han de formar parte de la gestión deportiva, pero “ganarte el pan con el sudor de tu frente” parece ser la consigna. Aunque las “tranquilas” condiciones de vida de una ciudad que no supera los 33.000 habitantes ayudan, evidentemente, esto no es lo principal. Es la decisión y el trabajo duro lo que permite que con 14 millones de euros pueda gestionarse el club y una fundación con 30 equipos y 530 jugadores canteranos – esto último con el 30% del presupuesto -. Pese a la “fuga” de jugadores y hasta de entrenador – como el caso de Arconada en la temporada pasada, después del ascenso -, la organización numantina tiene a gala lucir la fidelidad como valor. José Rojo “Pacheta”, que fue jugador del equipo, es la columna vertebral que desde la secretaria técnica ha defendido estos valores en la selección del cuerpo técnico y la plantilla. Frente al mercadeo habitual de la Liga de Oro, jugadores como Mario, Palacios o Moreno ejemplifican el sacrificio y la entrega a los objetivos del equipo. Esta temporada Pacheta ha apostado por Kresic y hasta ahora los aciertos han sido la tónica. Pero el verdadero reto está en romper la eventualidad en Primera. Aunque todavía le faltan 6 años al Presidente Rubio para igualar la hazaña histórica que realizó el pueblo numantino, resistiendo dos décadas ante los ejércitos romanos, esperemos que el bucle se cierre esta temporada. Eso si, lo que ya han conquistado es el temple. Desde estás líneas les deseamos suerte y firmeza en el partido de mañana. El Barcelona, desde luego, está en su mejor momento “made in Guardiola”.