Música

Bunbury y «Las Consecuencias»

Enrique Bunbury, no para. Y es que el zaragozano sigue demostrando valentí­a y una capacidad creativa fuera de lo común; aparte de ser una tormenta de trabajo minucioso. Acaba de concluir la gira de presentación por España, Estados Unidos y México de su álbum «Hellville de Luxe». Ahora prepara lo que seguramente se llamará «Las consecuencias», su sexto trabajo en solitario. Siempre se ha dicho que Bunbury solo crí­a fans entregados o enemigos virulentos; eso es buena música, aunque lo que se diga no sea del todo cierto.

Según el ropio Bunbury este disco será el "más oscuro, profundo y down tempo" que ha grabado en su vida. Seguramente una joya más, pero un poco más.Desde “Héroe de Leyenda” en 1987 una bestia de la producción musical se ha ido fraguando. Callado con escándalo y exhibicionista con seriedad, Enrique Bunbury ha construido una imagen tan propia que las primeras comparaciones estéticas, ciertas por otra parte – Bono de U2 o Jim Morrison – han cedido el paso a una presencia emblemática sobre el escenario.Desde que Manzanera cogiera en sus manos a Héroes del Silencio, con “Senderos de Traición” y “El Espíritu del Vino”, el grupo se catapultó internacionalmente de manera desconocida en nuestro país. No porque no tuvieran tanto éxito – que lo tenían con creces – sino porque nunca se les llegó a exhibir con la dimensión que habían alcanzado.Con Avalancha, y un nuevo sonido que no pudieron explotar como grupo, la historia de Héroes del Silencio quedó vista para sentencia, pero no la de Bunbury.En su primer trabajo en solitario pareció querer tierra de por medio con su pasado reciente, con proposiciones indecentes en la electrónica y la psicodelia. El salto no fue apreciado por el público, como era de esperar. Es una de esas contradicciones traumáticas en su espacio, pero que no podían haber sido de otra manera.Entonces Bunbury se atrevió sin más, seguramente contra sí mismo, no contra Héroes. Y parió “Pequeño”, un álbum con aires de cabaret y de sonidos mediterráneos. Una producción excelente y un experimento valiente, con un resultado para recordar.“Flamingos” y “Viaje a ninguna parte”, vuelven a colocar a Bunbury en la cresta de la ola. Aunque puede decirse que la poderosa sombra de Héroes le persiguió aguándole diferentes embestidas en busca del duende por los escenarios. Las salidas repentinas del escenario y el abandono de algún que otro concierto ha creado algo de incertidumbre sobre el rumbo escogido. De cualquiera de las maneras, lo que es evidente es que el brujo maño se pelea siempre y a muerte.Después vino “El Tiempo de las Cerezas” con Nacho Vega y el retorno de Héroes, como si compartir escenario con la experiencia y la sensibilidad de tremendo artista le hubiera reconciliado con los suyos.“Hellville de Luxe” le ha preparado, sin duda, una cita a ciegas con un viejo conocido, el rock´n´roll.“Las consecuencias” es un título que sugiere, y que se espera. Sobre todo para saber quien estará esta vez al otro lado del ring.

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