Bruselas se impacienta con Zapatero

«Al mismo tiempo que se encarece peligrosamente en los mercados la prima de riesgo de España, crece en Bruselas la decepción con la tardanza en acometer ahorros en el sistema de pensiones y en completar la reforma laboral, que se considera demasiado limitada para el paí­s con más tasa de paro de la Eurozona. Se ha pasado el mensaje informalmente al Gobierno español de que está tardando mucho con la reforma de las pensiones y en que debe ir más lejos en la reforma laboral»

Almunia suele ser más moderado sobre la economía esañola que otros miembros del colegio de comisarios, por lo que sus declaraciones denotan la inquietud de Bruselas compartida también por el Banco Central Europeo (BCE). La institución que preside Jean Claude Trichet no quiere acudir en ayuda de España con una adquisición masiva de títulos de su deuda pública, pero sí ve necesario reforzar el fondo europeo de rescate para que tenga recursos suficientes como para digerir a España. Las declaraciones del presidente del Bundesbank, Axel Weber, y del director de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, reforzaron ayer esa idea. (EL MUNDO) EL PAÍS.- Gran parte del pánico causado por la crisis de Irlanda procede de las quiebras bancarias que las pruebas de resistenciaconocidos este año fueron incapaces de descubrir. El hecho de que ningún banco irlandés estuviera entre los grupos con necesidad urgente de recapitalización (sí figuraban, en cambio, cajas de ahorro españolas, incursas hoy en procesos de fusión) lleva a los inversores o acreedores de la deuda a sospechar que idénticas quiebras ocultas pueden darse en otros países. La tormenta financiera irlandesa afecta a la credibilidad de las finanzas públicas, pero por el miedo a que los activos financieros dañados en la banca privada de algunos países de la Unión Económica y Monetaria, como Portugal o España, se conviertan en deuda pública si los Estados tienen que absorberla. Que es lo que ha pasado en Irlanda. EL PERIÓDICO.- Existen hechos que, una vez unidos, trazan una línea, o incluso revelan un dibujo. Comencemos por el viaje del presidente Obama a la India, a principios de mes, para reforzar la alianza estratégica con el gigante asiático emergente y democrático. Estados Unidos se ha convertido en el padrino de las aspiraciones indias de ingresar en el Consejo de Seguridad de la ONU. Más allá de los gestos, son de primera magnitud las transferencias de tecnología, que incluyen el beneplácito implícito a la ilegal proliferación nuclear del subcontinente. No solo la India no tiene que temer a China, sino que debe ser capaz, llegado el caso, de plantar cara al gigante vecino. Opinión. El Mundo Bruselas se impacienta con Zapatero Carlos Segovia La Comisión Europea está intensificando en privado la presión sobre el Gobierno español ante las crecientes dudas de los mercados financieros sobre la cuarta economía del euro. Tanto el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durão Barroso, como el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, han transmitido en privado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, la necesidad de completar cuanto antes las reformas pendientes. Al mismo tiempo que se encarece peligrosamente en los mercados la prima de riesgo de España, crece en Bruselas la decepción con la tardanza en acometer ahorros en el sistema de pensiones y en completar la reforma laboral, que se considera demasiado limitada para el país con más tasa de paro de la Eurozona. «Se ha pasado el mensaje informalmente al Gobierno español de que está tardando mucho con la reforma de las pensiones y en que debe ir más lejos en la reforma laboral», aseguran a este diario fuentes autorizadas de la Comisión Europea. En Bruselas tomaron nota de que el pasado día 18, el presidente del Gobierno reafirmó su voluntad de reformar el sistema de pensiones y completar la reforma laboral con una descentralización de la negociación colectiva, pero no entusiasmó que ambas medidas queden para el primer trimestre del año que viene. Hay más capítulos de inquietud para la Comisión Europea. También reclama al Gobierno, según ha podido saber EL MUNDO, que no caiga en la tentación de medidas costosas como la de prorrogar otra vez la ayuda de los 426 euros a los desempleados sin derecho a subsidio, porque puede complicar el objetivo de control de déficit. Y espera una resolución rápida y seria del sector de cajas de ahorros, que representa la mitad del sistema financiero nacional. Además, el próximo lunes el comisario Rehn hará públicas las nuevas previsiones económicas de la UE y recortará probablemente las oficiales del Gobierno español por excesivamente optimistas. La Comisión Europea evita no obstante hacer manifestaciones críticas con el Gobierno español en público para no avivar más el fuego de los mercados y los plantea por el momento en privado, pero la impaciencia va en aumento. Una prueba fueron las declaraciones públicas de ayer del propio comisario europeo de Competencia y ex secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. Éste aseguró que en los mercados existen dudas sobre que Zapatero vaya a cumplir sus compromisos de reforma y de acometer una estrategia de crecimiento. «Dudas en torno a España sin duda las hay. Lo estamos viendo en cómo reaccionan los mercados ante la deuda pública española o la deuda privada de empresas o entidades españolas. Y la duda, por un lado, está en si España va a ser capaz de aplicar lo que ha decidido que hay que hacer, y esa duda hay que despejarla cuanto antes diciendo que hay determinación de aplicar todos los compromisos establecidos. Y la segunda duda es si España tiene algo más, aparte de lo que ya está encima de la mesa. Y yo creo que lo que hay que decir es que España además de todo eso tiene una estrategia de crecimiento necesaria», declaró a TVE. Almunia suele ser más moderado sobre la economía española que otros miembros del colegio de comisarios, por lo que sus declaraciones denotan la inquietud de Bruselas compartida también por el Banco Central Europeo (BCE). La institución que preside Jean Claude Trichet no quiere acudir en ayuda de España con una adquisición masiva de títulos de su deuda pública, pero sí ve necesario reforzar el fondo europeo de rescate para que tenga recursos suficientes como para digerir a España. Las declaraciones del presidente del Bundesbank, Axel Weber, y del director de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, reforzaron ayer esa idea. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, declaró a Bloomberg TV, que «España tiene una posición cómoda hasta final de año en sus necesidades de financiación». Queda poco más de un mes, por lo que su mensaje no contribuyó ayer a tranquilizar a los mercados. «A veces tienes que emitir a un tipo más alto de lo que te gusta, pero debes dar información y no asomar y meter la cabeza -dando marcha atrás en emisiones anunciadas- porque eso crea incertidumbre», afirmó por su parte la directora general del Tesoro, Soledad Núñez en el salón Borsadiner. En su opinión, son «aceptables» los costes de la deuda, «incluidas las últimas subidas». EL MUNDO. 26-11-2010 Editorial. El País Pruebas urgentes Gran parte del pánico causado por la crisis de Irlanda procede de las quiebras bancarias que las pruebas de resistenciaconocidos este año fueron incapaces de descubrir. El hecho de que ningún banco irlandés estuviera entre los grupos con necesidad urgente de recapitalización (sí figuraban, en cambio, cajas de ahorro españolas, incursas hoy en procesos de fusión) lleva a los inversores o acreedores de la deuda a sospechar que idénticas quiebras ocultas pueden darse en otros países. La tormenta financiera irlandesa afecta a la credibilidad de las finanzas públicas, pero por el miedo a que los activos financieros dañados en la banca privada de algunos países de la Unión Económica y Monetaria, como Portugal o España, se conviertan en deuda pública si los Estados tienen que absorberla. Que es lo que ha pasado en Irlanda. Esta hipótesis, excesiva o disparatada si se quiere, pero dominante, inquieta a los inversores y explica que los mercados mantengan el castigo a España (la deuda española a cinco años sufría ayer de una diferencial de 261 puntos básicos) y Portugal en tanto no se despejen las dudas al respecto. La Comisión Europea salió ayer atropelladamente al quite anunciando que las pruebas de resistenciade la banca europea se repetirán a principios de 2011 y, lo que es más chocante, que las pruebas de solvencia realizadas con anterioridad registraron fallos importantes. La situación tiene un punto de incongruencia. Los inversores se preguntarán por qué tienen que creer ahora en unas pruebas que fueron incapaces de localizar los notables agujeros en la banca irlandesa y los bancos europeos se mostrarán tan reacios (por no decir hostiles) a nuevos ejercicios de sinceridad, quizá fingida, después de lo poco que han servido los precedentes. Y sin embargo es necesario que la banca europea se someta a nuevas pruebas de resistencia; y que lo haga al menos el 95% de las entidades, de forma que el resto no examinado sea irrelevante para la solvencia financiera del sistema. Los bancos son el epicentro del terremoto financiero y, al contrario de lo que sucede con los procedimientos legales ordinarios, tienen que demostrar su inocencia, es decir, la salud de sus activos. El primer paso para estabilizar la crisis financiera es, por decirlo así, garantizar la solvencia de la banca del euro. En el caso de España, la presunción de que existen activos deteriorados ocultos y que estos pueden convertirse en deuda solo puede despejarse mediante nuevas pruebas de transparencia y solvencia. Cuanto más rápidas y exhaustivas, mejor. Pero llega un momento en el que los inversores solo creen lo que quieren creer; en nada consideran que los principales bancos españoles sean más solventes y presenten mejores ratios de capitalización que los alemanes, los franceses o británicos. El temor a que España se aproxime a una situación de rescate se fundamenta en esa falacia. El miedo es irracional; y resuena en la voz del consejero del BCE, el alemán Axel Weber, cuando muestra su disposición a elevar el fondo de rescate europeo "si es necesario". EL PAÍS. 26-11-2010 Opinión. El Periódico Rodear a China Xavier Bru de Sala Existen hechos que, una vez unidos, trazan una línea, o incluso revelan un dibujo. Comencemos por el viaje del presidente Obama a la India, a principios de mes, para reforzar la alianza estratégica con el gigante asiático emergente y democrático. Estados Unidos se ha convertido en el padrino de las aspiraciones indias de ingresar en el Consejo de Seguridad de la ONU. Más allá de los gestos, son de primera magnitud las transferencias de tecnología, que incluyen el beneplácito implícito a la ilegal proliferación nuclear del subcontinente. No solo la India no tiene que temer a China, sino que debe ser capaz, llegado el caso, de plantar cara al gigante vecino. Tracemos una línea desde aquí hasta la cumbre de la OTAN de la pasada semana en Lisboa. Se tomaron dos grandes decisiones, la retirada de Afganistán y la inversión en las relaciones con Rusia, que pasa de enemigo potencial a socio principal. La puesta del contador de las relaciones a cero significa que se ha recorrido ya más de medio camino. En pocos meses hemos pasado del famoso escudo antimisiles, en prevención de un posible ataque nuclear ruso, a la perspectiva de compartir el escudo para prevenir ataques exteriores a Europa y Rusia. Los halcones americanos y rusos no lo ven nada claro. Esperemos que lleguen tarde para rectificar. La impresión, tal vez errónea por intuitiva, es que no habrá marcha atrás, puesto que la modernización y el progreso de los rusos pasa por Occidente. Por otra parte, se han desvanecido las protestas por la violación de los derechos humanos y las dudas sobre la calidad de la democracia o las derivas autoritarias de Putin y Medvedev. En todo caso, no pesan, o a lo sumo se confía en el bálsamo futurible de la occidentalización. Todo por el pragmatismo. La razón de fondo la tiene el mapamundi y está detrás de Rusia. ¿Quién hay al otro lado? China, la temible China. Prosigamos por la enésima agresión de Pyongyang a sus vecinos. La gravedad del incidente no es exagerada. Está claro que poca gente cree en la posibilidad real de las guerras hasta que estallan, con todo su horror, pero en este caso no parece que el Norte quiera echarse atrás. El firme apoyo norteamericano a Corea del Sur es parejo al que China, siempre China, concede al Norte, aunque sea a regañadientes. Es previsible que Occidente, encabezado por Estados Unidos, endurezca las posiciones para hacer frente a las amenazas de Corea del Norte. Llegado el caso de una intervención militar, China tendría que tomárselo como una casi agresión. La solución consistiría en frenar al nuevo mandatario, Kim Jong-un, pero si este peón sigue yendo a la suya, no le quedará otra que defenderlo. Al norte, al sur y al este no tiene otros aliados. Menos Corea del Norte, todo el mundo la teme, nadie quiere aliarse con ella, todos están dispuestos a ampararse en el paraguas norteamericano y reforzarlo. El dibujo americano está bien claro: rodear a China con la colaboración de todos los implicados. Se trata de un círculo preventivo, no de una amenaza a la potencia erigida en banquera de Estados Unidos. La respuesta del régimen chino, además de comprar muchos dólares, unos cuantos euros y lo que convenga, consiste en reforzar vínculos con Irán. Al oeste sí tiene campo para correr. Pakistán, y si fuera posible a partir de ahí Afganistán después de la retirada de la OTAN. Seguro que también Irán, erigido en suministrador de energía, a cambio de tecnología sensible y protección en el Consejo de Seguridad. Ahora miremos hacia Corea y tal vez habrá un incendio, pero el centro del tablero geoestratégico se encuentra en Oriente Medio y no en Extremo Oriente. En donde pone algo que no sean mercancías o dinero, China, en principio socio nada belicoso, país fiable y estable, se inclina por proteger o amparar a amigos que son belicosos y ciertamente peligrosos. Con una mano hace buenos negocios con todo el mundo y contribuye al orden mundial, pero con la otra, aunque sea de forma indirecta, alimenta o da alas a los principales focos de desestabilización del mundo. Pero está lejos de controlarlos, y eso también incrementa los riesgos. Dada la impenetrable mentalidad china, tal vez se justificarían aduciendo que se sienten obligados. Pero es cierto que, de esta forma, aliados de los países más antioccidentales y desestabilizadores tampoco van a tener cola de posibles amigos. La crisis pasará, pero durante unos cuantos decenios persistirá, con variaciones poco sustanciales, el dibujo estratégico que convierte las irresponsables ilusiones del New American Century en red multipolar. Con un centro bien definido, EEUU, y unos enemigos potenciales identificados y señalados. En el centro de todas las miradas, China y su comprobada, inquietante y poco leal voluntad de escaparse del abrazo occidental. Europa podría lamentar falta de protagonismo, pero no deja de compartir este dibujo. Ni de colaborar a él. En términos defensivos y geoestratégicos, los propósitos y los actos de la Administración Obama tranquilizan mucho más a los europeos que las barbaridades de su predecesor. EL PERIÓDICO. 26-11-2010

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