Bruselas pide más ajustes a España

«Según las previsiones de la Comisión presentadas ayer, España no cumplirá los objetivos de recorte del déficit público marcados en Bruselas ni este año ni el siguiente por unas previsiones demasiado optimistas sobre el crecimiento de la economí­a. «Somos más cautos que las autoridades españolas sobre la demanda doméstica», explicó Olli Rehn, comisario europeo de Economí­a, en rueda de prensa.»

El finlandés reconoció que la diferencia entre las revisiones europeas y españolas es «relativamente pequeña» y no quiso «sacar conclusiones fuertes», pero insistió en que el Gobierno tiene que respetar las metas marcadas. Los recortes del gasto público y las reformas han permitido a España, según recordó Rehn, «separarse de los tres países» de la zona euro en mayores apuros, Grecia, Irlanda y Portugal. El informe de las previsiones europeas dice, además, que ante los riesgos «considerables» de la economía se deteriore más de lo esperado, los recortes servirían para tranquilizar a los mercados y para que el Estado pagara menos intereses cada vez que emite deuda. (EL MUNDO) EL PAÍS.- La economía española atraviesa por un momento especialmente complejo. Después de un periodo de relativa estabilidad financiera, ganada por los planes de ajuste fiscal y las reformas programadas por el Gobierno, las estadísticas de crecimiento y las dudas sobre el cumplimiento exacto de los objetivos de déficit pueden suponer un nuevo lastre para la credibilidad de la deuda. El Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer, en la línea del Fondo Monetario Internacional, que la economía española está creciendo a una tasa anual del 0,8% (0,3% durante el trimestre), un ritmo insuficiente para crear empleo y para mejorar las expectativas de ingresos públicos. La Comisión Europea, siguiendo este hilo argumental, anunció que España tendrá que tomar medidas adicionales de ajuste LA REPÚBLICA.- Esta semana, en que se cumple un año de las duras medidas de ajuste tomadas por el gobierno de Zapatero, se abrió con nuevas especulaciones sobre un posible futuro “contagio” a España, de la crisis de la deuda que afecta a Grecia, por las nuevas ayudas que tiene que recibir para pagar créditos que están a punto de vencer, y a Portugal que está encontrando reticencias por parte de Finlandia para hacer frente al rescate ya aprobado por la Unión Europea. Esas especulaciones han ido acompañadas, al principio de la semana, con un aumento de la prima de riesgo-país y con malas noticias de la OCDE que prevé un menor crecimiento del previsto de la economía española que, en principio seguirá sin crear empleo. Y la semana termina, también, con malas noticias tras la publicación del último informe del FMI (Fondo Monetario Internacional) en el que España aparece en el mismo grupo que Grecia Irlanda y Portugal Economía. El Mundo Bruselas pide más ajustes a España María Ramírez Bruselas sugiere que en los próximos meses el Gobierno español tendrá que recortar más el gasto público y aprobar nuevas reformas para protegerse de las turbulencias financieras que le afectan junto a Grecia, Irlanda y Portugal, es decir, lo que el FMI ha denominado en su último informe como grupo EA4. Según las previsiones de la Comisión presentadas ayer, España no cumplirá los objetivos de recorte del déficit público marcados en Bruselas ni este año ni el siguiente. Los cálculos de los funcionarios comunitarios indican que el agujero rondará en 2011 el 6,3% del PIB, tres décimas por encima de la meta y de la promesa del Ejecutivo Zapatero, y en 2012, el 5,3%, casi un punto más respecto al compromiso europeo. La Comisión considera que España no cumplirá con sus deberes por unas previsiones demasiado optimistas sobre el crecimiento de la economía. «Somos más cautos que las autoridades españolas sobre la demanda doméstica», explicó Olli Rehn, comisario europeo de Economía, en rueda de prensa. El finlandés reconoció que la diferencia entre las previsiones europeas y españolas es «relativamente pequeña» y no quiso «sacar conclusiones fuertes», pero insistió en que el Gobierno tiene que respetar las metas marcadas. Los recortes del gasto público y las reformas han permitido a España, según recordó Rehn, «separarse de los tres países» de la zona euro en mayores apuros, Grecia, Irlanda y Portugal. El informe de las previsiones europeas dice, además, que ante los riesgos «considerables» de la economía se deteriore más de lo esperado, los recortes servirían para tranquilizar a los mercados y para que el Estado pagara menos intereses cada vez que emite deuda. «Más progresos en la reestructuración del sector bancario y la consolidación fiscal aumentarían la confianza en la economía española y mejorarían el acceso, y el coste, de la financiación», dice el estudio, que destaca, en particular, los deslices de las comunidades autónomas. Subraya que sólo el espíritu «extraordinariamente» ahorrador del Gobierno central, al que alaba, ha compensado «otros agujeros, producidos principalmente por el sistema de Seguridad Social y los gobiernos regionales». Y destaca que nueve de las 17 comunidades autónomas han fallado al no reducir su déficit presupuestario por debajo del 2,4% del PIB. Frente a los nubarrones pintados desde Bruselas, el vicepresidente primero y ministro portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, retó a Bruselas a comparar el año próximo las previsiones y la realidad de 2011, «y veremos quien tiene razón». «El año pasado la tuvo el Gobierno», añadió, informa Servimedia. Incidió en que el crecimiento del primer trimestre, del 0,3%, es «perfectamente compatible» con cerrar el año en el 1,3%. A este respecto, y tras conocerse que la Comisión Europea cree que España cerrará 2011 con un déficit del 6,3%, incumpliendo el 6% comprometido, Rubalcaba aseguró que «el objetivo de déficit se va a cumplir». También se mostró seguro de que las comunidades autónomas lo cumplirán. «Todo el mundo lo va a cumplir y será el previsto a final de año», reiteró Rubalcaba, quien se remitió a los acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiera y a lo trasladado por el Ejecutivo a Bruselas. En cuanto al último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el vicepresidente defendió que el estudio, aunque incluye a España en el mismo grupo que Portugal, Irlanda y Grecia, deja claro que hay una enorme diferencia entre los países. Así, subrayó que el FMI «distingue continuamente entre Irlanda, Grecia y Portugal, y España», y añadió que «el informe repite machaconamente que estamos muy separados». Rubalcaba justificó la inclusión de España en el grupo a que su prima de riesgo respecto al bono alemán supera los 200 puntos básicos EL MUNDO. 14-5-2011 Editorial. El país Vuelve la incertidumbre La economía española atraviesa por un momento especialmente complejo. Después de un periodo de relativa estabilidad financiera, ganada por los planes de ajuste fiscal y las reformas programadas por el Gobierno, las estadísticas de crecimiento y las dudas sobre el cumplimiento exacto de los objetivos de déficit pueden suponer un nuevo lastre para la credibilidad de la deuda. El Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer, en la línea del Fondo Monetario Internacional, que la economía española está creciendo a una tasa anual del 0,8% (0,3% durante el trimestre), un ritmo insuficiente para crear empleo y para mejorar las expectativas de ingresos públicos. La Comisión Europea, siguiendo este hilo argumental, anunció que España tendrá que tomar medidas adicionales de ajuste (más recorte de gastos, subida de impuestos) para compensar la leve desviación prevista de déficit (6,3%, frente al 6% previsto). Es una espiral bien conocida. Para garantizar la solvencia ante los inversores se deben ejecutar contracciones fiscales que, a su vez, frenan el ritmo de crecimiento y, por tanto, comprometen los objetivos de déficit. Pero no todos los males son imputables a las exigencias de austeridad. España se ha distanciado de las expectativas europeas de crecimiento (la eurozona está creciendo a una tasa anual del 2,5%), porque el crash inmobiliario ha situado la tasa de paro en torno al 20% con las consecuencias que un desempleo tan elevado tiene para la demanda interna y porque cuando el PIB crecía por encima del 3% los gobiernos no se preocuparon de asegurar superávits primarios. Tanto el FMI como la Comisión Europea han caído en la cuenta de las consecuencias terribles del paro en España, del daño social que causa el hecho de que los jóvenes con preparación no tengan trabajo y de las dificultades para recuperar tasas de crecimiento superiores al 1,5%. Sin paños calientes, tanto el FMI como Bruselas tienen gran parte de razón, y su análisis no difiere en lo sustancial del del Ejecutivo español. La economía española difícilmente alcanzará crecimientos apreciables solo con el tirón de las exportaciones o con la resurrección del turismo. Necesita urgentemente una reactivación del consumo, que resulta muy difícil con un 20% de desempleo. La lógica conduce a pensar que el Gobierno tendrá que afrontar esta contradicción con un plan adicional de ajuste que corrija el exceso de déficit (plan que seguro que el Ministerio de Economía ya tiene elaborado) y, al mismo tiempo, con medidas excepcionales de choque para aumentar el empleo, la confianza y en la medida de lo posible, el consumo. Las reformas (financiera, laboral) son útiles, pero se retrasan y sus efectos se notan a medio plazo. Este es un momento excepcional. España no puede rezagarse en la recuperación debido al lastre del desempleo, ni puede permitirse el lujo de verse asociada a los casos difíciles de Grecia, Irlanda o Portugal, peligro que hasta ahora ha sorteado muy bien. EL PAÍS. 14-5-2011 Opinión. La República de las Ideas La Merkel le pide más a Zapatero José Oneto Esta semana, en que se cumple un año de las duras medidas de ajuste tomadas por el gobierno de Zapatero, se abrió con nuevas especulaciones sobre un posible futuro “contagio” a España, de la crisis de la deuda que afecta a Grecia, por las nuevas ayudas que tiene que recibir para pagar créditos que están a punto de vencer, y a Portugal que está encontrando reticencias por parte de Finlandia para hacer frente al rescate ya aprobado por la Unión Europea. Esas especulaciones han ido acompañadas, al principio de la semana, con un aumento de la prima de riesgo-país y con malas noticias de la OCDE que prevé un menor crecimiento del previsto de la economía española que, en principio seguirá sin crear empleo. Y la semana termina, también, con malas noticias tras la publicación del último informe del FMI (Fondo Monetario Internacional) en el que España aparece en el mismo grupo que Grecia Irlanda y Portugal (todos rescatados por la UE), y en el que además, se ratifica que este año la economía española crecerá la mitad que los países de la zona euro y una tercera parte que la del conjunto de Europa. Algo que, en cierto modo, viene a confirmar, también, el último informe del servicio de estudios del BBVA que anuncia un menor crecimiento que el previsto por el Gobierno, un aumento de la tasa de paro y una recuperación muy lenta. Todo eso, acompañado con un aumento de precios como el hecho público este miércoles correspondiente al mes de abril que sitúa el repunte de la inflación en un 3,8 por ciento, la subida más alta desde septiembre de 2008. Es decir, malos datos, malas noticias, malas perspectivas que auguran nuevas medidas de ajustes a pesar de que el Gobierno, en plena campaña electoral lo niega, mientras la oposición popular por boca especialmente de su portavoz parlamentario Cristóbal Montoro, contribuye a la confusión internacional, con declaraciones catastrofistas como esas últimas que tanto han indignado al presidente del Gobierno, en el sentido que nuestro país “está al borde del abismo”. España no tiene en estos momentos unos niveles de deuda preocupantes como los de Grecia, Irlanda y Portugal. Situada en el 62% del PIB, la deuda española está muy por debajo de la media de la Unión Europea. Sin embargo, su déficit sigue siendo alto, al igual que su tasa de paro, la mayor de la UE con el 21% y con pocas posibilidades de disminuir, especialmente en el sector juvenil donde alcanza índices tan alarmantes que el propio Fondo Monetario Internacional advierte que estamos ante un “caso extremo” dentro de Europa, con un desempleo del cincuenta por ciento, que está provocando la frustración de toda una “generación perdida”. Estas debilidades, además de una lenta tasa de crecimiento económico, incrementan las preocupaciones sobre la sostenibilidad del país a largo plazo, elevando los intereses sobre su deuda. Este círculo vicioso es lo que lleva a los mercados a preguntarse si España puede financiar su deuda y su déficit y si va a necesitar nuevas medidas de ajuste y más reformas, cuando todavía, no se ha aprobado la negociación colectiva que liga la subida de los salarios a la productividad, no se ha llegado al final en la reordenación de las Cajas de Ahorros y está pendiente de solucionar el déficit de las Comunidades Autónomas. Por si quedara alguna duda la canciller Angela Merkel (la encargada de vigilar a Zapatero y a su equipo económico y que recientemente en su visita a Madrid extendió el consiguiente diploma de “progresa adecuadamente”) acaba de animar al presidente del Gobierno a proseguir con las reformas, “como hace Alemania”, ha dicho, porque “detener la marcha nunca es bueno y siempre hay que estar manos a la obra con las reformas”. LA REPÚBLICA. 12-5-2011

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