Acuerdos Brasil- Arabia Saudí­

Brasil refuerza su presencia en Oriente Medio

Luiz Inácio Lula da Silva quiere una alianza entre Petrobras y las monarquí­as petroleras del Golfo Pérsico. Ayer el mandatario llegó a Arabia Saudita en la primera visita oficial de un presidente brasileño a Riad. Lo primero que hizo fue reunirse con el rey Abdala. Cenaron, hablaron y firmaron varios acuerdos de entendimiento frente a las cámaras. Pero el plato fuerte de la visita de Lula será el acuerdo de cooperación que firmarán la petrolera brasileña y su par saudita, Modern Chemicals.

Con los descubrimientos de ozos petroleros y gasí­feros en ultramar de los últimos años, Brasil se convirtió en una potencia energética mundial y ahora quiere jugar con los grandes. Para Lula, Arabia Saudita es la puerta de entrada a las monarquí­as petroleras de la región. «La fluidez de la interlocución con Arabia Saudita es un elemento positivo para la relación de Brasil con los demás paí­ses árabes, en especial los del Golfo Pérsico», explicó ayer el vocero del Palacio del Planalto, Marcelo Baumbach.La relación con Arabia Saudita no es nueva para Brasilia. El paí­s árabe es el principal mercado para los productos brasileños en Medio Oriente. El año pasado el comercio bilateral alcanzó los 5500 millones de dólares. Por eso, Lula eligió al rey Abdalá como interlocutor para conseguir el apoyo de los paí­ses árabes en su cruzada por aprobar la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que le permitirá a Brasilia ganarse un asiento permanente en el órgano más importante de la comunidad internacional. Además, Lula tiene a favor que Brasil es el paí­s latinoamericano con la mayor comunidad musulmana y árabe.Después de su paso por Riad, el presidente brasileño visitó Turquí­a y China. «Es una gira que se da en el marco de una reorganización del espacio internacional que se caracteriza por el fortalecimiento de los grandes paí­ses emergentes», señaló el subsecretario general de Asuntos Polí­ticos de la Cancillerí­a brasileña, Roberto Jaguaribe.El objetivo de Arabia Saudita es «llegar de manera gradual a ser uno de los diez primeros paí­ses del mundo en competitividad inversora».Para alcanzar la meta, el gobierno saudita cuenta con la importante «cooperación que las instituciones del Estado prestan para estimular las facilidades para captar inversiones».Según fuentes saudí­es, la Corporación Financiera Internacional, dependiente del Banco Mundial, considera a Arabia Saudita como primer paí­s para la inversión en Oriente Medio y el decimoséptimo del mundo. Brasil y Arabia Saudita estiman suscribir tratados de cooperación en áreas de educación, cultura y libre comercio entre el bloque regional Mercosur y el Consejo de Cooperación del Golfo

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