Por su interés, reproducimos el editorial del digital brasileño Esquerda Online, -uno de los portales de referencia de la izquierda carioca- que llama a la unidad de los movimientos sociales y políticos para resistir y derrotar al gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro.
Por un margen menor del esperado inicialmente, Jair Bolsonaro venció en las urnas con el 55% de los votos [y con el 39,2% respecto al censo]. La ola por la democracia y los derechos, que contagió a millones de personas, hizo disminuir la diferencia. Fernando Haddad (PT), que había obtenido el 29% de los votos válidos en la primera vuelta, llegó al 44% en la segunda. La resistencia aguerrida que brotó espontáneamente en las calles, de cientos de ciudades, involucrando a estudiantes, trabajadores, artistas, intelectuales y feministas, hizo historia y lanzó la esperanza para el mañana, para enfrentar y derrotar el fascismo.
No ha sido una disputa democrática. Bolsonaro ganó una elección manchada por el encarcelamiento político de Lula, por el uso criminal y la financiación masiva de noticias falsas en las redes sociales, por acciones antidemocráticas y violentas y por la intervención de los grandes medios, grandes empresarios e iglesias evangélicas en favor del candidato ultraderechista.
Bolsonaro ganó una importante batalla en las urnas, pero la lucha no ha llegado a su fin. La resistencia democrática y social seguirá en las calles, en los lugares de trabajo, estudio y vivienda. Vamos a construir una muralla contra el fascismo en cada rincón del país.
No aceptaremos el fin de las garantías democráticas y de los derechos sociales y laborales. No toleraremos ninguna violencia y discriminación contra mujeres, negros, LGBT, indígenas e inmigrantes. Nos levantaremos contra el exterminio de la población negra y pobre de las periferias. Nos declaramos insurgentes contra el establecimiento de un régimen autoritario y represor. Defenderemos nuestro patrimonio natural y cultural, estaremos al lado de los pueblos indígenas y quilombolas incondicionalmente. No aceptaremos la criminalización de los movimientos sociales: los trabajadores sin tierra y sin techo no están solos. Hemos cavado trincheras contra la persecución a la izquierda y a sus líderes. Estaremos atentos a cualquier intento de censura en la prensa, en las artes, escuelas y universidades.
Somos muchos, somos millones. Bolsonaro perdió entre los trabajadores de menor renta, en todo noreste, entre las mujeres, los negros, los más jóvenes y los LGBT. Es decir, en las capas más explotadas y oprimidas prevaleció la izquierda y la democracia.
De ahora en adelante, se impone como tarea central construir el Frente Único (que debe reunir el conjunto de la izquierda – PT, PSOL, PCdoB, PCB, PSTU, etc. -, de los movimientos sociales, sindicales y estudiantiles) para resistir y derrotar al gobierno de la extrema derecha de Jair Bolsonaro, así como la construcción de la unidad democrática con todos sectores dispuestos a la lucha unitaria contra el autoritarismo y el fascismo. La construcción del Frente Único debe mirarse en espejo del movimiento de mujeres unidas contra Bolsonaro, que llevó más de un millón de personas a las calles el 29 de septiembre, y en el movimiento espontáneo de calle protagonizado por decenas de miles de activistas en la segunda vuelta. Esta acumulación valiosa debe ser preservada y potenciada.
En la resistencia democrática, vamos a batallar también por la construcción de un nuevo proyecto de izquierda, que busca superar los graves equívocos y límites del PT, junto con el PSOL, PCB, MTST, APIB y todos sectores dispuestos a construir una nueva perspectiva socialista en nuestro país .
Ciertamente enfrentaremos días difíciles con la elección de Jair Bolsonaro. Pero vamos a mantener la cabeza erguida y la moral elevada. La verdad está a nuestro lado. La ascensión del neofascismo debe ser respondida con la más amplia unidad de la izquierda y de los sectores democráticos, con coraje. Vamos a unir todos los «activismos», todos los movimientos, colectivos y organizaciones, vamos de la mano junto al pueblo trabajador y oprimido. ¡Unidos seremos fuertes para resistir y vencer!