Banco de España: subir impuestos y recortar gastos

El Banco de España ha puesto sobre la mesa una serie de exigencias al Gobierno. En cuanto al plan de austeridad para el ajuste fiscal (que tiene como objetivo llegar a un déficit público del 3% del PIB en 2013, frente al 11% del PIB 2009), el organismo señala que podrí­a ser algo escaso debido a que las previsiones del Ejecutivo resultan «optimistas». «La magnitud del desequilibrio presupuestario hace inevitable tener que recurrir al incremento de los recursos mediante las figuras tributarias con mayor poder recaudatorio y que menores distorsiones generen». (EXPANSIÓN)

EL PAÍS.- En el caso de Esaña, las amenazas son más complejas de lo que muestran los discursos oficiales. España no es Grecia, y así lo reconoció ayer el FMI a través de su portavoz, Caroline Atkinson. Pero a continuación instó al Gobierno a aplicar con rapidez las medidas de ajuste fiscal. Es decir, España puede ser Grecia si en lugar de aplicar con rigor el plan de austeridad (Francia ha anunciado una congelación del gasto público hasta 2013) se dedica, como hasta ahora, a suponer que, por el mero hecho de enunciarlo, el recorte fiscal ya está encarrilado. La situación económica tiene soluciones, el diagnóstico está hecho y se saben las recetas; pero faltan capacidad de gestión a corto plazo, sentido del tiempo y destreza política. PÚBLICO.- El ex presidente del Gobierno Felipe González recomendó esta noche al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que advierta a los españoles de que el país atraviesa una "situación de emergencia" que exige un "esfuerzo nacional desde todos los sectores institucionales, sociales y económicos". Felipe González subrayó la importancia de "sumar esfuerzos sobre los objetivos nacionales" para superar la "situación de emergencia" que sufre España desde hace dos años, con el comienzo de la crisis financiera internacional, "y no ahora como dice Rajoy", apostilló en referencia a las declaraciones del líder del PP, posteriores a su encuentro el miércoles con Zapatero en La Moncloa. Economía. Expansión El Banco de España pide a Zapatero subir impuestos y recortar gastos Una de cal y otra de arena. El Banco de España señala, en su boletín mensual correspondiente a abril, que la economía española ya ha salido de la recesión. Eso sí, con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) mínimo, del 0,1% en el primer trimestre respecto al anterior. Además, el organismo pide al Gobierno subir impuestos y "medidas complementarias" de gasto para lograr el ajuste fiscal porque considera "optimistas" las previsiones del Ejecutivo. El Banco de España constata que en los primeros meses de 2010 prosiguió la "mejora gradual" de la economía española, en un entorno caracterizado por la "progresiva recuperación" de la economía mundial, la continuación de los efectos de las medidas públicas de apoyo a la demanda y el aumento en la confianza de los agentes económicos. Aunque el PIB registró un aumento intertrimestral del 0,1% entre enero y marzo, en tasa interanual, que, según remarca el organismo, mide con algún "desfase" la situación coyuntural, registró una contracción del 1,3%, frente a la del 3,1% registrada en el último trimestre del 2009.Entre enero y marzo pasados, el consumo de los hogares volvió a crecer en términos trimestrales, aunque el supervisor advierte de que no se puede descartar que muchas de las decisiones de gasto tomadas en este periodo se anticipan a la subida del IVA de julio. En todo caso, el consumo sigue siendo débil, como lo muestra la elevada tasa de ahorro de las familias, mientras que la inversión se sigue frenando por la incertidumbre sobre la intensidad de la recuperación y porque el crédito sigue siendo restrictivo. En concreto, el Banco de España calcula que la demanda nacional atenuó su ritmo de descenso, hasta el −2,6% (−5% en el periodo de octubre-diciembre), mientras que la demanda exterior neta habría reducido su aportación positiva, hasta 1,4 puntos porcentuales (2,2 puntos en los tres meses anteriores), con una recuperación tanto de las exportaciones como de las importaciones. Durante el primer trimestre de 2010, todas las ramas de producción mantuvieron un tono "algo menos deprimido" que en trimestres anteriores. En concreto, la industria siguió contrayéndose, aunque a un ritmo menor, mientras que la actividad constructora registró un retroceso "muy similar" al de 2009 y los servicios de mercado registraron un repunte trimestral de su actividad. Para lo que resta de año, cabe prever que continúe la modesta recuperación del consumo condicionada por el comportamiento desfavorable de la renta disponible "como consecuencia, sobre todo, del menor crecimiento de las rentas salariales y de la inferior aportación de otras fuentes de renta, en particular de las provenientes de la actuación de las administraciones públicas" la reducción de la riqueza de los hogares, la necesidad de disminuir su nivel de endeudamiento y la incertidumbre en torno a la evolución del mercado laboral", explica el informe. La economía española, que llevaba en contracción desde la primavera de 2008, volvería así a retomar el crecimiento trimestral, lo que según los economistas supone, técnicamente, la salida de la recesión. Los datos oficiales sobre la evolución del PIB se darán a conocer por el Instituto Nacional de Estadística el 12 de mayo. La Comisión Europea, que cree que el PIB se mantuvo estable en el primer trimestre, prevé un retroceso del 0,2% en el tercero. ¿Subida de impuestos? El Banco de España ha puesto sobre la mesa una serie de exigencias al Gobierno. En cuanto al plan de austeridad para el ajuste fiscal (que tiene como objetivo llegar a un déficit público del 3% del PIB en 2013, frente al 11% del PIB 2009), el organismo señala que podría ser algo escaso debido a que las previsiones del Ejecutivo resultan "optimistas". "La magnitud del desequilibrio presupuestario hace inevitable tener que recurrir al incremento de los recursos mediante las figuras tributarias con mayor poder recaudatorio y que menores distorsiones generen". Y añade: "Los objetivos del programa son ambiciosos, pero se basan en un escenario macroeconómico optimista, por lo que su estricto cumplimiento puede requerir adoptar medidas complementarias que eviten que se produzcan desviaciones con respecto a los objetivos establecidos", explica el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Ayer el FMI pidió a España, Irlanda y Portugal, los países que han sufrido un mayor golpe de los mercados por la crisis griega, que apliquen "rápidamente" sus planes de ajuste fiscal. Pero el día anterior, el miércoles, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, respondió a la desconfianza de los mercados (tras el desplome bursátil de más de un 5% del martes) señalando que no habría medidas adicionales al programa de recorte del gasto público. "Hemos presentando un plan y lo que tenemos que hacer es cumplirlo", defendió la ministra, quien apuntó que "más que anunciar medidas nuevas tenemos que poner en marcha" las ya aprobadas. Mercado laboral, en plena reforma El Banco de España también ha puesto su foco de atención en el mercado laboral, cuya reforma se está negociando. Según constata, los indicadores coyunturales apuntan a un "menor ritmo de deterioro" del empleo en el primer trimestre del año, tal y como reflejan los últimos datos publicados por el Ministerio de Economía y la última Encuesta de Población Activa (EPA). Eso sí, en este sentido, el organismo critica que la reforma presentada por el Gobierno a los agentes sociales "adolece de falta de concreción". Por ello, según señala, los asuntos que quiere abordar (la contratación temporal, el fomento de la contratación indefinida, el impulso al contrato a tiempo parcial y el plan de impulso juvenil), "dependiendo de cómo se materialicen finalmente, pueden resultar muy relevantes para el funcionamiento de nuestro mercado laboral". No obstante, el organismo se lamenta de que esta propuesta "desplaza la modificación de la negociación colectiva al acuerdo entre los agentes sociales, lo que desafortunadamente puede retrasar la necesaria reforma de este aspecto central del mercado laboral". Además, insiste en una de sus reivindicaciones históricas: "que el crecimiento de los salarios se acompase en mayor medida a la situación económica". Vivienda: recuperación de la demanda También el Banco de España hace balance sobre el mercado residencial, que continúa su trayectoria de ajuste, si bien, según indica, su ritmo de descenso volvió a ralentizarse. Estima una tasa interanual para este componente de la demanda en el entorno del −20% (−25% en el período de octubre-diciembre). Asimismo, en los meses iniciales del ejercicio continuaron las mejoras en los niveles de accesibilidad. "Todo ello podría plasmarse en una cierta recuperación de la demanda de vivienda en los próximos meses", señala el informe, que calcula "una absorción algo más rápida del exceso de viviendas sin vender". Aunque advierte que "el exceso de capacidad del sector está sujeta a gran incertidumbre". EXPANSIÓN. 7-5-2010 Editorial. El País Contagio global El pánico se apoderó ayer de Wall Street. El Dow Jones se desplomó en minutos hasta un 9,12% (aunque cerró perdiendo en torno al 3,2%) como reacción a la creciente inquietud que está provocando la gestión de la crisis griega. El diagnóstico del pánico, que está llevando a un contagio global de todos los mercados financieros (todas las Bolsas europeas cayeron ayer, con especial mención para el Ibex 35, que se desplomó casi un 3%), es la convicción de los inversores de todo el mundo de que los programas de ayuda pactados por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no son la solución definitiva para Grecia. Wall Street considera que el euro está en grave peligro y que las dificultades de la economía europea van a contaminar el resto de los mercados. Detrás de esa desconfianza cabe separar dos razones de peso para los inversores. Por una parte, la torpe gestión de la crisis, evidente en las discrepancias entre Francia y Alemania sobre el ritmo y condiciones para aportar las ayudas financieras al Gobierno de Papandreu; por otra, la certeza de que 110.000 millones de euros no bastan para asegurar que Grecia podrá hacer frente a su deuda. A falta de una dirección integrada de la economía europea, es evidente que las dificultades para gestionar la crisis griega nacen de la falta de entendimiento entre Nicolas Sarkozy y Angela Merkel para acordar una intervención económica rápida en auxilio del Gobierno griego. Esta debilidad se agrava con la falta de iniciativa de las autoridades económicas europeas. Los mercados y la opinión pública tuvieron ayer un ejemplo perfecto de esa torpeza en la intervención del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet. Ayer, al término del Consejo de Gobierno del BCE en Lisboa, que dejó el precio del dinero en el 1%, Trichet negó el riesgo de suspensión de pagos de Grecia y señaló con insistencia que Portugal y España no son Grecia. Se esperaba algo más que precarias evidencias. Trichet dejó escapar la ocasión de transmitir a la opinión pública y a los mercados que la autoridad monetaria está dispuesta a adoptar medidas excepcionales. Por ejemplo, adquiriendo, si necesario fuera, deuda soberana de los países. Trichet se quedó ayer corto; casi tan corto como se están quedando los inversores en euros y en activos españoles. A estas alturas de la crisis griega, los inversores esperan medidas más drásticas que un plan de ajuste del gasto que el país difícilmente podrá cumplir debido a las dificultades de crecimiento de los próximos tres años. Hoy, la solución para Grecia es, además de las ayudas pactadas, la renegociación de la deuda, y esa renegociación no será creíble sin una quita importante en el principal. Frente a los retrasos políticos y componendas para salvar la cara, Wall Street y las Bolsas europeas perciben, con dolorosa claridad, los riesgos que tiene el crash griego para el euro y para el sistema financiero mundial. Por lo pronto, Moody’s insinuó ayer graves consecuencias para los bancos de Portugal, España, Reino Unido, Irlanda e Italia. En el caso de España, las amenazas son más complejas de lo que muestran los discursos oficiales. España no es Grecia, y así lo reconoció ayer el FMI a través de su portavoz, Caroline Atkinson. Pero a continuación instó al Gobierno a aplicar con rapidez las medidas de ajuste fiscal. Es decir, España puede ser Grecia si en lugar de aplicar con rigor el plan de austeridad (Francia ha anunciado una congelación del gasto público hasta 2013) se dedica, como hasta ahora, a suponer que, por el mero hecho de enunciarlo, el recorte fiscal ya está encarrilado. La situación económica tiene soluciones, el diagnóstico está hecho y se saben las recetas; pero faltan capacidad de gestión a corto plazo, sentido del tiempo y destreza política. EL PAÍS. 7-5-2010 Opinión. Público Felipe González: “Zapatero debe explicar que hay una emergencia nacional” El ex presidente del Gobierno Felipe González recomendó esta noche al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que advierta a los españoles de que el país atraviesa una "situación de emergencia" que exige un "esfuerzo nacional desde todos los sectores institucionales, sociales y económicos". En declaraciones a CNN Plus recogidas por Europa Press, Felipe González subrayó la importancia de "sumar esfuerzos sobre los objetivos nacionales" para superar la "situación de emergencia" que sufre España desde hace dos años, con el comienzo de la crisis financiera internacional, "y no ahora como dice Rajoy", apostilló en referencia a las declaraciones del líder del PP, posteriores a su encuentro el miércoles con Zapatero en La Moncloa. Uno de las diferencias entre Zapatero y Rajoy fue sobre cómo afrontar el plan de ajuste para reducir el déficit, una cuestión en la que González coincidió con el jefe del Ejecutivo. "Si pierdes capacidad de consumo por acelerar el ahorro estás dando un palo a la recuperación", defendió, aunque acto seguido recomendó a Zapatero que "diga con claridad a bancos y cajas que tienen que ponerse en fila y no hacer lo que les dé le gana". El presidente del ‘consejo de sabios’ de la UE advirtió al PP de que el ciudadano no ve con "complacencia" que haga política echando siempre la culpa al Gobierno. "Con el país con esta grave crisis se espera ver un esfuerzo de buena fe y compartido", enfatizó, recordando además que aquí habría que sumar a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos. Como ejemplo, se refirió a las declaraciones de "altísima irresponsabilidad" que ven en España una prolongación de los problemas por los que atraviesa Grecia. "El caso griego es específico y no hay ningún otro caso igual en la Unión Europea", dijo. En este sentido, lamentó que se quiera "estimular el ataque de especuladores" contra otras economías haciendo comparaciones con el país heleno. González, que dijo sentirse "seriamente preocupado" por la situación de España y de la Unión Europea, instó a que se regule el sistema financiero para evitar la crisis que, en su opinión, se está ya fraguando como consecuencia del "terreno cedido por el poder representativo en beneficio del poder financiero". En su opinión, España tiene unos "elementos diferenciales" que hacen que su prioridad pase por una reforma del mercado laboral, un pacto educativo que "cambie el capital humano" y un consenso en materia energética para rebajar la dependencia del petróleo. También se refirió a la necesidad de hacer frente al "problema demográfico" que surgirá por el paulatino retroceso de la población activa. Paro y modelo austriaco El ex presidente descartó que exista "un plan de choque contra el paro" que sea efectivo, y elogió medidas "paliativas" como la de rehabilitar viviendas antiguas en los cascos urbano. Asimismo, califico de "muy interesante" la propuesta del Ejecutivo de reformar el sistema laboral inspirándose en el llamado modelo austriaco. "En realidad, se trata de la flexiseguridad", dijo para apostar por la "empleabilidad de las personas" con una más formación y mayor movilidad. González también apoyó la reforma de las cajas de ahorro (FROB) acordada entre el Gobierno y la oposición, y se mostró partidario de que las comunidades autónomas que han planteado un recurso de inconstitucionalidad puedan quedar al margen de esta reforma, "pero no así del Banco de España". Al ser conminado a que enviara un mensaje final a los ciudadanos, González aprovechó para recordar que estaba "seriamente preocupado" aunque esto no era igual a "pesimismo". "En todos estos años he podido comprobar que este país tiene una gran capacidad e respuesta, así que lo que hay que hacerse cargo de la situación para poner firmes a los especuladores y decir a los ciudadanos que la salida a la crisis no va a ser gratis", concluyó. PÚBLICO. 7-5-2010 Opinión. La Vanguardia ¡Cuidado! José Antich Un pánico desconocido en varias décadas -y eso que los últimos dos años han sido pródigos en sobresaltos económicos- recorrió ayer durante algo más de siete minutos la bolsa de Wall Street, el corazón financiero del planeta, y por extensión cancillerías, bancos, empresas e inversores de los cinco continentes al desplomarse más de un 9% el índice Dow Jones en tan corto periodo de tiempo. Al cierre, la caída fue de un nada despreciable 3,20% y se investigaba si entre las causas del brusco desplome estaba un error en una orden de compra de una casa de bolsa. Hoy habrá más explicaciones, pero no sería inteligente dejar de lado la auténtica psicosis de la crisis griega y los nunca disipados temores a un efecto contagio. Obviamente, cuando esto sucedió en Estados Unidos, los mercados del Viejo Continente ya estaban cerrados. El Ibex español padeció su cuarta sesión consecutiva de pérdidas, retrocediendo un 2,93% y acumulando en estas pocas jornadas una caída del 11,2%. ¡Casi nada! Todo ello en medio de nuevas llamadas del Fondo Monetario Internacional a España -no sólo a España, pero también a España, junto con Portugal e Irlanda- a que apremie en los planes de ajuste para la reducción del déficit público. No son rumores, es el FMI quien exige a España un dique de contención ante el imparable deterioro de la situación económica. Baste como ejemplo que nuestro país pagó ayer la prima de riesgo de la deuda 1,5 veces por encima del bono alemán. Lo sucedido ayer no hace sino poner de relieve la ocasión perdida en el palacio de la Moncloa durante la reunión entre Zapatero y Rajoy. El Gobierno tiene que abrir el marco de los acuerdos antes de que sea demasiado tarde. LA VANGUARDIA. 7-5-2010

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