¿Audaz iniciativa de Obama en Oriente Medio?

«Esto es lamentable, porque un acuerdo general de paz es por el interés de todas las partes. Sin embargo, la presentación de una propuesta de paz sistemática por EEUU, que está en consideración, no será suficiente. Sólo un gesto audaz y dramático en un entorno histórico significativo puede generar el impulso polí­tico y psicológico necesario para un avance importante»

Ha llegado el momento, aunque un oco tarde, para todas las partes –israelíes, palestinos, estadounidenses– de tomar la histórica decisión de convertir la alternativa de dos Estados en una realidad de dos Estados. Pero para que eso suceda, Obama debe perseguir una visión de futuro estratégica con audacia histórica. (THE WASHINGTON POST) BREAKING VIEWS.- La suspensión de pagos de Grecia no debería ser un tabú. La carga entonces pasaría de golpe a los bancos europeos a los que usted debe, sobre todo a las entidades de crédito alemanas y francesas. Merkel ha presupuestado unos impresionantes 400.000 millones de euros en posibles avales de préstamos y paquetes de rescate para los bancos alemanes. Qué ironía tan exquisita sería que sus intransigentes tácticas la obligaran a firmar un cheque enorme para limpiar los destrozos que usted ha causado. EEUU. The Washington Post Para lograr la paz en Oriente Medio, Obama necesita un viaje audaz Zbigniew Brzezinski & Stephen Solarz Hace más de tres décadas, el estadista israelí Moshe Dayan, hablando de una ciudad egipcia que controlada por Israel sería su única salida al Mar Rojo, declaró que hubiera preferido Sharm el-Sheikh, sin paz, que la paz de Sharm el-Sheikh. De haber prevalecido su punto de vista, Israel y Egipto todavía estarían en estado de guerra. Hoy en día, el Primer Ministro Binyamin Netanyahu, con sus pronunciamientos sobre la capital eterna e indivisible de Israel, está transmitiendo una versión actualizada del credo de Dayan: prefiere tener toda Jerusalén sin paz, que paz sin la totalidad de Jerusalén. Esto es lamentable, porque un acuerdo general de paz es por el interés de todas las partes. Es en interés nacional de EEUU porque la ocupación de Cisjordania y el aislamiento forzado de la Franja de Gaza aumenta el resentimiento musulmán hacia los Estados Unidos, haciendo más difícil para la administración Obama conseguir sus objetivos diplomáticos y militares en la región. La paz es en interés de Israel, su ministro de defensa, Ehud Barak, dijo recientemente que la ausencia de una solución basada en dos Estados es la mayor amenaza para el futuro de Israel, mayor aún que una bomba iraní. Y un acuerdo es en interés de los palestinos, que merecen vivir en paz y con la dignidad de su propio Estado. Sin embargo, la presentación de una propuesta de paz sistemática por EEUU, que está en consideración, no será suficiente. Sólo un gesto audaz y dramático en un entorno histórico significativo puede generar el impulso político y psicológico necesario para un avance importante. El valiente paso de Anwar Sadat al ir a Jerusalén hace tres décadas logró exactamente eso, preparar el camino para los acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto. Del mismo modo, el presidente Obama debería viajar a la Knesset en Jerusalén y al Consejo Legislativo Palestino en Ramallah haciendo un llamamiento a ambas partes a negociar un acuerdo sobre el estatuto final, basado en un marco específico para la paz. Debe hacerlo en compañía de los líderes árabes y de los miembros del Cuarteto, el grupo de diplomáticos de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas que participan en el proceso de paz. Un discurso posterior de Obama en la Ciudad Vieja de Jerusalén, dirigiéndose a toda la gente de la región y evocando su discurso en El Cairo al mundo musulmán en junio de 2009, podría ser el evento culminante de este viaje por la paz. Tal esfuerzo jugaría a favor de las fortalezas de Obama: él personaliza la política, y busca aprovechar la retórica y la configuración dramática para romper callejones sin salida, proyectar una visión convincente del futuro e infundir confianza en la audiencia. Los lineamientos básicos del plan de paz duradero y amplio que Obama podría proponer son conocidos por todos: En primer lugar, una solución al problema de los refugiados que incluya compensaciones y el reasentamiento en el Estado palestino, pero no en Israel. Este es un trago amargo para los palestinos, pero no pueden esperar que Israel cometa un suicidio político en aras de la paz. En segundo lugar, una verdadera división de Jerusalén como la capital de cada Estado, y algún tipo de acuerdo internacional para la Ciudad Vieja. Este es un trago amargo para los israelíes, porque significa aceptar que los barrios árabes de Jerusalén Este se convertirán en la capital de Palestina. En tercer lugar, un asentamiento territorial basado en las fronteras de 1967, con ajustes mutuos y de igualdad para permitir la incorporación de los mayores asentamientos de Cisjordania a Israel. Y en cuarto lugar, un estado palestino desmilitarizado con tropas de EEUU o la OTAN a lo largo del río Jordán para proporcionar mayor seguridad a Israel. La mayoría de estos parámetros han sido aceptados en el plan de paz árabe de 2002 y por el Cuarteto. Y los elementos esenciales también han sido adoptados por Barak y por otro ex primer ministro israelí, Ehud Olmert. Para los israelíes, que son escépticos sobre la voluntad de palestinos y árabes para hacer la paz con ellos, una iniciativa tan audaz por parte de Obama constituiría una espectacular demostración de las perspectivas de una paz real, haciendo más fácil para el liderazgo político israelí hacer los necesarios compromisos. Para los palestinos, que ofrecería la cobertura política para aceptar una resolución que impide el retorno de un número apreciable de refugiados a Israel. Los líderes palestinos saben que ningún acuerdo de paz será posible sin renunciar a lo que muchos en su pueblo han llegado a considerar como un principio sagrado: el derecho al retorno. Los líderes palestinos sólo pueden cambiar esto en el contexto de un pacto global que cree un Estado palestino viable, con Jerusalén Oriental como su capital, alternativa que es apoyada por otros países árabes. Para los árabes, sería legitimar su propia iniciativa diplomática, plasmado en el plan de paz propuesto por la Liga Árabe hace ocho años. Por otra parte, su apoyo a Obama en el esfuerzo sería una contribución esencial a la resolución del conflicto. Por último, para el propio Obama, esa medida sería un triunfo diplomático y político. Llevar a los líderes árabes y del Cuarteto con él a Jerusalén y Ramallah para respaldar su plan sería visto como un poderoso ejemplo de liderazgo para hacer frente al prolongado conflicto. Dado que es inconcebible que el gobierno israelí rechazara la oferta de Obama de acudir con los líderes árabes y del Cuarteto a su capital, se puede esperar que la mayoría de los amigos estadounidenses en Israel den también la bienvenida al movimiento. Por supuesto, la propuesta podría ser rechazada de plano. Si los israelíes o los palestinos se niegan a aceptar esta fórmula de base, como punto de partida para las negociaciones, el gobierno de Obama debe estar preparado para proseguir su iniciativa por diferentes medios, no puede volver a ser cogido desprevenido, como lo fue cuando Netanyahu rechazó la demanda de Obama de una congelación de los asentamientos y los árabes evadieron sus propuestas e iniciativas para el fomento de la confianza. En consecuencia, la administración deberá comunicar a las partes que si la oferta es rechazada por uno o ambos, Estados Unidos procurará el apoyo del Consejo de Seguridad a este marco para la paz, generando así presión en todo el mundo sobre la parte recalcitrante. Afortunadamente, las encuestas de opinión pública en Israel indican que, si bien a la mayoría de los israelíes les gustaría mantener una Jerusalén unida, más bien prefieren la paz sin la totalidad de Jerusalén que una Jerusalén unida sin paz. Del mismo modo, aunque los palestinos están divididos y los extremistas de Hamas controlan la Franja de Gaza, la mayoría de los palestinos están a favor de la solución de dos Estados, y su liderazgo de Ramallah se ha comprometido públicamente a ese objetivo. Ha llegado el momento, aunque un poco tarde, para todas las partes –israelíes, palestinos, estadounidenses– de tomar la histórica decisión de convertir la alternativa de dos Estados en una realidad de dos Estados. Pero para que eso suceda, Obama debe perseguir una visión de futuro estratégica con audacia histórica. THE WASHINGTON POST. 11-4-2010 Reino Unido. Breaking Views Carta a Papandreu Pierre Briançon A Yorgos Papandreu, Mansión Maximou, Atenas, Grecia Primer ministro: Como ya sabe, los mercados financieros no están convencidos de que su Gobierno pueda hacer frente a la crisis de deuda en la que se ha visto sumida Grecia. El rendimiento de los bonos griegos ha aumentado hasta superar el 7,5% esta semana, con los diferenciales respecto a los bonos alemanes en su nivel más alto desde la entrada del euro. Debe recaudar unos 11.000 millones para finales de mayo. El enorme diferencial significa que la falta de confianza en Grecia añade 400 millones anuales a la cuenta de intereses a pagar del país. Me gustaría sugerirle respetuosamente el siguiente plan de cuatro puntos: 1. Afronte la realidad. Sus socios de la eurozona no van a ayudarle el mes que viene. Puede que hayan prometido ayuda financiera hace dos semanas, pero no hay la más mínima posibilidad de que se pongan de acuerdo sobre los periodos y las condiciones antes de las elecciones regionales alemanas del 9 de mayo, cruciales para el político futuro de Angela Merkel. La canciller alemana cree que, para empezar, ustedes no deberían recibir ayuda alguna: sus votantes no quieren pagar los gastos de sus pensionistas. Pero ahora Merkel insiste en que la ayuda prometida por la UE sólo se debería ofrecer a tipos de interés del mercado. A ese precio, ¿por qué iba a aceptarla? 2. Deje de hablar. En los últimos meses ha insistido en que Grecia no necesita un rescate, a la vez que ha buscado la "solidaridad" de sus socios de la UE y amenazado con ir al FMI si no recibe un paquete de ayuda europeo. También ha dado a entender que Grecia debería obtener los préstamos a tipos "normales". Pero casi cada vez que abre la boca (ya sea para restar o añadir importancia a la situación), el mercado se asusta más. Así que estése callado. Concéntrese en reformar la economía y dar la vuelta a la situación del país. Los 11.000 millones que pretende conseguir no van a salir baratos. Mala suerte. No hay nada que pueda hacer. La credibilidad que ha perdido sólo se recuperará mediante una acción conjunta durante muchos meses. 3. Siga trabajando. La Comisión Europea, el BCE y sus socios de la UE creen que su plan de reducción del déficit es creíble. El FMI ha accedido a ayudar, y sus expertos ya están en Atenas para trabajar con usted. Escúcheles. Escuche también con mucha atención a Jean-Claude Trichet. El presidente del BCE ha resultado ser su aliado más fuerte, duro pero justo, durante toda la crisis, y aún tiene cierta influencia en Merkel. No está trabajando solo. 4. Diseñe planes de contingencia. Es posible que la eurozona demuestre que es incapaz de acordar un plan de ayuda financiera si la terquedad alemana persiste después de que cierren las urnas el mes que viene. Tiene que preparar un plan B y C, pero sin siquiera insinuar que está haciéndolo. Si los mercados siguen insistiendo en aplicarles unos tipos punitivos, está la opción de una operación del FMI en toda regla. Podría obtener un préstamo del Fondo a menos del 3%, y seguramente no le supondría mucho más perjuicio económico que el que ya ha acordado infligir. Por último, la suspensión de pagos no debería ser un tabú. La carga entonces pasaría de golpe a los bancos europeos a los que usted debe, sobre todo a las entidades de crédito alemanas y francesas. Merkel ha presupuestado unos impresionantes 400.000 millones de euros en posibles avales de préstamos y paquetes de rescate para los bancos alemanes. Qué ironía tan exquisita sería que sus intransigentes tácticas la obligaran a firmar un cheque enorme para limpiar los destrozos que usted ha causado. Atentamente, un banquero amigo. BREAKING VIEWS. 11-4-201

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