Saudí Telecom Company (STC) pugna por convertirse en primer accionista de Telefónica

Asalto a Telefónica: ¿con el permiso de Washington?

Detrás del sorpresivo asalto del fondo saudí STC a Telefónica encontramos a Morgan Stanley, uno de los grandes bancos de EEUU. Muchos han mostrado su alarma por una "penetración del capital extranjero en empresas estratégicas", algo que "amenaza nuestra soberanía". Pero llegan tarde: hace años que más de la mitad del Ibex está en manos extranjeras.

La irrupción de Saudi Telecom Company en el accionariado de Telefónica ha provocado un terremoto económico y político. Una de las joyas del Ibex-35 puede pasar a estar controlada por la más rica petromonarquía del Golfo Pérsico.

Una noticia que expresa hasta qué punto “España está en venta”, permitiendo que el dominio del capital extranjero de nuevos saltos

Pero algunas de las claves de esta operación han pasado inadvertidas. Acompañando a Arabia Saudí en su asalto a Telefónica -¿y permitiéndolo?- encontramos a Morgan Stanley, uno de los nódulos de Wall Street.

Se hizo público cuando ya estaba consumado. Durante seis meses Saudí Telecom Company (STC) había estado adquiriendo acciones de Telefónica. Al anunciarse se supo que controlaba el 9,9% del capital, lo que le convierte en el primer accionista, con capacidad para exigir un puesto en el consejo y determinar la política de la compañía. Situándose por encima del histórico “núcleo duro” español, sostenido por BBVA y La Caixa.

Telefónica no es una empresa más. Por su tamaño, historia y carácter sensible. Es uno de los gigantes del Ibex-35, el sancta santorum de la oligarquía. Fue junto a Campsa el primer monopolio español. Y como gran conglomerado de las telecomunicaciones, su control afecta a la seguridad nacional.

Y STC tampoco es una empresa cualquiera. Está controlada por el Estado saudí, propietario de más de dos tercios de su accionariado. Telefónica fue privatizada… y ahora pasa a ser pública, pero en manos de un Estado que no es el español.

Estamos ante una operación meditada, que forma parte de un plan. El Estado saudí busca diversificar sus fuentes de ingresos, para no depender enteramente del petróleo. Y está rebosante de dinero, gracias al precio del crudo.

Otras petromonarquías están haciendo lo mismo. La operadora de telecomunicaciones de Emiratos Árabes Unidos ha adquirido el 20% de Vodafone, exigiendo tener un sillón en el consejo de administración del monopolio británico.

Nos obligaron a privatizar Telefónica. Ahora es «pública»… pero bajo control de un Estado que no es el español sino el saudí.

¿Morgan Stanley era solo un acompañante?

Gigantes norteamericanos como Morgan Stanley le han abierto a Arabia Saudí las puertas de Telefónica.

La operación se fraguó en el más absoluto secreto. Ni el gobierno español ni el consejo de administración de Telefónica parecían estar al corriente. ¿Cómo es posible que Arabia Saudí tenga la capacidad de actuar así en España, la cuarta economía de la UE? ¿Se explica únicamente por el poder del dinero procedente del petróleo?

Otra noticia nos da la clave. Morgan Stanley hacía aflorar una participación, hasta entonces oculta, del 12,17% en el accionariado de Telefónica.

Morgan Stanley es uno de los históricos nódulos de Wall Street, y en su accionariado encontramos a los principales fondos de la superpotencia, como Blackrock, Vanguard o State Street… que ya controlan una parte sustancial del Ibex-35.

Morgan Stanley dirigirá el pool de bancos que prestará a STC parte de los 2.100 millones que costará el asalto a Telefónica. Y protegerá a STC de posibles daños

Dentro de esas participaciones de Morgan Stanley estaba el 9,9% adquirido por Saudi Telecom Company. ¿Cómo es posible? Muy sencillo, el gigante norteamericano se había encargado de adquirir para el monopolio saudí paquetes de acciones. Aprovechándose de las prebendas que disfrutan los bancos de inversión, que no están obligados a notificar compras de acciones cuando superan el 3% de una empresa.

Además, Morgan Stanley dirigirá el pool de bancos que prestará a STC parte de los 2.100 millones que costará el asalto a Telefónica. Y protegerá a STC de posibles daños. Si el gobierno español veta la operación, Morgan Stanley se hará cargo de las acciones de los saudíes, asumiendo las pérdidas.

Estamos ante algo más que un acompañante. Y los hechos nos inducen a pensar que la gran burguesía norteamericana ha permitido esta operación.

Arabia Saudí acaba de incorporarse a los BRICS, pero mantiene desde la IIª Guerra Mundial una estrecha relación con EEUU. Grandes fondos de la superpotencia, como Vanguard o BlackRock, también forman parte del accionariado de STC. Y Arabia Saudí está negociando con el ultraotanista gobierno de Giorgia Meloni entrar en el fondo italiano para operaciones estratégicas. Washington ha vetado la continuidad de Italia en la Nueva Ruta de la Seda china, pero no ha dicho nada sobre esta operación.

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Más de la mitad del Ibex-35 ya está en manos extranjeras

¿Y esto no era ya un escándalo?

Cuando los bancos españoles suben las hipotecas, los que más se benefician de ese atraco son bancos extranjeros, principalmente norteamericanos.

Yolanda Díaz ha pedido que se impida a STC tener voz y voto en el consejo de Telefónica. Y Pedro Sánchez ha declarado que “el gobierno cuenta con mecanismos para proteger la soberanía”. Añadiendo que “el límite a la inversión extranjera es la protección de nuestros legítimos intereses”.

El gobierno no puede accionar el “escudo anti OPAs” ideado para ningún fondo extranjero aprovechara la pandemia para adquirir más del 10% de las acciones de una empresa española. STC ha tomado la “precaución” de solo comprar el 9,9%. Pero, dados los contratos de Telefónica con el ejército, sí puede vetar la operación si “pone en riesgo los intereses nacionales”.

Hace tres años se intentó una operación que iba a convertir al fondo anglonorteamericano CVC en el primer accionista de Telefónica, con un puesto en el consejo. No se llevó a cabo pero nadie protestó. Y la dirección de Telefónica y su “núcleo duro español”, BBVA y Telefónica, aprobaron la operación.

Las alarmas están más que justificadas, pero llegan años tarde. El Ibex-35, no solo Telefónica, ya está bajo control extranjero, principalmente norteamericano

La fusión entre Orange y Mas Movil creaba un nuevo gigante de las telecomunicaciones en España… bajo control del capital extranjero. No se cuestionó.

El 51,92% de las acciones del Banco de Santander están en manos foráneas. Y es el gran capital norteamericano quien manda, con el 45,84%.

Lo mismo sucede en el BBVA. El 56,45% de su capital está en propiedad de fondos extranjeros. Y el bastón de mando vuelve a tenerlo el capital norteamericano, con el 38,65%.

Pero esto no es un escándalo, es aceptable.

Los que hoy claman por mantener la españolidad de Telefónica no han levantado una palabra cuando el Banco de España o Bolsas y Mercados Españoles han informado que más del 51 del Ibex-35 está en manos del capital extranjero.

El bastón de mando sobre los principales resortes de la economía española, también sobre el Ibex.35, está fuera de nuestras fronteras, y se aloja sobre todo al otro lado del Atlántico, en Wall Street.

Cuando los bancos españoles se forran subiendo las hipotecas o las eléctricas y petroleras se enriquecen con tarifazos en la luz y la gasolina, los que más se benefician de ese atraco con bancos extranjeros, principalmente norteamericanos.

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