Alarma social

Aragón: el alcalde y su ribera

Los aragoneses, y Figueruelas, nos desayunamos con la amenaza de suspensión de pagos de General Motors. Y, tal como ya ocurrió con el anuncio de ERE por parte de la empresa, ninguna de las dos noticias deja de ir acompañada de escándalos de corrupción por parte de alcaldes. Curiosamente el alcalde, Jesús Sola, es del PAR, el mismo partido que gobernaba en La Muela.

El caso del alcalde de Herrera no es nada al lado de la corrución de La Muela. Pero con los tiempos que corren un euro malgastado por los representantes públicos debe ser motivo de alarma. El alcalde en cuestión se gasta una subvención de 300.000 euros, nada menos que 50 millones de las antigua pesetas., el 40% de los 832.000 euros que el Instituto Aragonés del Agua (IAA) tiene comprometidos con el ayuntamiento, en arreglar la ribera del río junto a su casa. Se trata de un tramo de riberas de 200 metros.La controversia en la mesa de contratación saltó cuando el alcalde, contra el criterio de los demás miembros, apoyó la candidatura de la empresa zaragozana Súmelzo, que finalmente salió elegida en julio passado gracias su voto calidad. De las doce empresas que concursaron, la susodicha Sumelzo se había quedado en séptimo lugar. Curiosamente, también, las ayudas que originariamente eran sólo para mejora del abastecimiento de agua de la población, en enero de 2008 hubo un cambio que revirtió en una ampliación de los fines de la ayuda. Incluyó casualmente la "defensa de márgenes y riberas". La obra incluyó también mejoras en las calles adyacentes.Mientras una ayuda de 30.000 euros que le correspondía al pueblo dentro del Plan del Agua de Aragón está paralizada por falta de justificación por parte del ayuntamiento, destacan otras subvenciones cuanto mínimo sospechosas. El ayuntamiento de Herrera de los Navarros se caracteriza por haber recibido altas sumas en subvenciones. Destacan los 1,5 millones que en la legislatura pasada invirtieron entre el departamento de Presidencia (entonces en manos de José Ángel Biel) y el Instituto Aragonés de Fomento (dependiente a su vez de Industria, también en manos del PAR) en el polígono de El Cabezuelo. Desde su inauguración en noviembre de 2004, sólo ha albergado una empresa activa.Esto merece una investigación y el escarnio público puesto que representa a pequeña escala, en un pequeño pueblo, cómo la clase política actual con responsabilidades de gobierno nos ha metido en un hoyo, el del ladrillo y los servicios, contrario a la creación de riqueza y empleo productivo, única salida a la crisis.

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