SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Apertura rumana

La primicia finalmente se la lleva el periodista rumano Ciprian Baltoiu, corresponsal en España de la cadena de televisión Digi 24. Baltoiu aprovechó una de los dos preguntas reservadas a la prensa del país huésped (el primer ministro rumano Victor Ponta visitaba ayer la Moncloa) y no se fue por las ramas de Transilvania: “¿Cómo y cuándo piensa dar explicaciones sobre el caso Bárcenas?” Caras de sorpresa.

Rajoy comparecerá. Como era previsible desde hace una semana, el presidente se ha dejado llevar por el sentido común que tantas veces invoca. Muy nervioso ante la deposición del preso Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional, el Partido Popular cometió el error de bloquear la última sesión de control en el Congreso. Abusó de la mayoría absoluta y se dejó llevar por la presión mediática, esa jaula de Faraday que aísla, cada vez más, a políticos y periodistas.

Hace una semana, el Gobierno parecía en jaque. Hoy, respira; con dificultad, pero respira. Pasado mañana puede disfrutar del elixir de unos buenos datos económicos. Y en septiembre podría producirse la primera remodelación del Ejecutivo, para comenzar a preparar las elecciones europeas y la sucesión de Joaquín Almunia como comisario europeo. ¿Rajoy, amortizado? Ya veremos.

El PP se equivocó bloqueando la sesión de control –tres preguntas matinales, un toma y daca de diez minutos y dos telediarios– pero necesitaba tiempo para calibrar los riesgos. Durante dos o tres días el Gobierno perdió totalmente el control del relato y aún no puede decirse que le haya ganado el pulso a la Mediática. Sobre un fondo de gran desánimo colectivo, la Mediática es nerviosa y danzarina. La Mediática es trotskista: una excitación permanente.

Pese a la leyenda de ser un empedernido lector del Marca y seguidor del Tour de Francia por encima de todas las cosas, Rajoy no ha estado paralizado estos días. Los movimientos que constan en su agenda oficial delatan una honda preocupación. Lo primero fue enviar un mensaje a los poderes fuertes, a los internos y a los externos. Reunión con el Consejo Empresarial para la Competitividad, la cámara de alta empresa que promovió José Luis Rodríguez Zapatero en sus tiempos de desasosiego, compuesta por 17 de las compañías del Ibex 35 (martes); encuentro de los asesores monclovitas con la prensa extranjera acreditada en Madrid (miércoles) y discurso del presidente ante 17 ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea reunidos en Mallorca para debatir sobre la actualidad internacional (viernes). Grandes empresarios, prensa extranjera, jefes de la diplomacia europea. Y un mensaje: “No me van a tumbar”.

Atención ahora a la agenda de los próximos días. El jueves se conocerá la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre y el Boletín de Coyuntura Económica del Banco de España. Buenos datos, que serán corroborados por el ministro Luis de Guindos en el Congreso. El día 30, cifras de la Contabilidad Nacional sobre la lenta salida de la recesión. Marco mental: positividad económica. Con esta alfombra tendrá lugar la comparecencia sobre Bárcenas.

(Suspiros de alivio ayer en el PSOE. La moción Sagasta ha funcionado: reafirmación interna de Rubalcaba y restablecimiento de la dialéctica bipartidista. El ministro Gallardón, atento a la dirección del viento, sigue jurando lealtades. El diario de Bárcenas corrige rumbo y pronostica la supremacía electoral del PP, a pesar de los pesares.)

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