Ni las maquilladas cifras de la EPA (que disimulan el ostensible aumento del paro con el indigno truco de «adelgazar» la población activa: es decir, considerando a decenas de miles de parados como personas que ya «no buscan empleo»), ni la brillante ejecutoria del Ibex35 (sorprende que el índice bursátil español sea el que más crece de todo Occidente, a día de hoy), ni los restos cada vez más templados de «optimismo» oficial (ni Zapatero ve ya «brotes verdes», aunque siga diciendo machaconamente que «lo peor ha pasado»), logran ocultar ya los temibles vaticinios que, desde todos los frentes, auguran 2010 como el «annus horribilis» de la historia reciente de España. El año en que el paro puede alcanzar el 25% y los cinco millones de parados, el año en que la banca -o una parte de ella- puede irse a pique, el año en que decenas de miles de empresas se juegan la vida, amenazadas de ruina…y el año en que en España puede reaparecer, sí, reaparecer, la miseria e incluso el hambre. Y el año en que, todo esto, puede acarrear consecuencias políticas imprevisibles.
Ya ni se habla de "brotes verdes". Ahora todo el ardor ropagandístico del Gobierno se centra en la difusión de una idea: "lo peor ya ha pasado". Una y otra vez, Zapatero, De la Vega y la ministra Salgado remachan el mismo sonsonete. Lo peor ya ha pasado. Pero esta "aria" gubernamental -como aquella otra anterior, titulada "no hay crisis"- se está convirtiendo, a velocidad de vértigo, en un "solo", sin coro alguno que lo respalde. Es más, mientras el Gobierno reitera una y otra vez su gastada "aria", el "coro", un coro cada vez más poblado, numeroso y enérgico, dentro y fuera de España, interpreta una melodía de contrapunto: "lo peor no ha pasado, lo peor está por llegar, y llegará en 2010".* * * * *Son muchos los avisos, pero uno de los más contundentes lo dio la agencia de calificación de riesgos Moody´s, que el pasado 13 de octubre (trece y martes) "acusó" a la banca española de "amañar los balances para ocultar pérdidas", por la vía de "retrasar el reconocimiento de la morosidad real". Según Moody´s las pérdidas por la crisis en el sector bancario español alcanzan a los 108.000 millones de euros, mientras que las provisiones (a finales de junio) ascendían a 51.000 millones. Engujar ese desfase, de más de 50.000 millones, llevará al menos, según la agencia de riesgos, cinco años, al ritmo de provisiones actual. Lo que representa, al menos, cinco años malos, sin dinero para las empresas y las familias y la amenaza de nuevas quiebras. Un horizonte, como se ve, que tiene muy poco que ver con las loas zapateriles al "mejor sistema financiero del mundo".* * * * *Otra evaluación muy diferente a la del Gobierno es la que realizaba el pasado 25 de octubre, en las páginas salmón del dominical de El País, el economista jefe del HSBC (probablemente el mayor banco del mundo en este momento). A la pregunta sobre cuándo llegará la recuperación española, Stephen King respondía: "A España le toca esperar que el resto del mundo se recupere, especialmente sus mercados más importantes (…) La situación para los próximos dos años es todavía demasiado sombría y las decisiones más duras todavía no se han tomado. El próximo año el crecimiento será negativo y en 2011 será demasiado bajo para un país con una tasa de paro tan elevada. Eso significa, básicamente, que será duro durante bastante tiempo". Ahí es nada: España, dice, ¡aún no ha tomado las decisiones para salir de la crisis! ¿Cabe mayor descalificación del Gobierno?* * * * *Sin salirnos del mismo diario, del mismo día y de las mismas páginas, encontramos otro diagnóstico del mismo tenor y digno de reseña. Esta vez es es el de José María Arias, presidente del Banco Pastor: "2010 será el peor año de la crisis. La capacidad de resistencia de las empresas se empieza a agotar. La morosidad seguirá creciendo… El paro va a seguir aumentando… Y este cóctel pondrá a prueba la capacidad de las instituciones financieras". ¿Es que hasta la banca es ya más realista y más sincera que el propio Gobierno?* * * * *Espigando las valoraciones sobre la última Encuesta de Población Activa, que aparentemente ofrecía un "respiro" al gobierno, por el descenso del paro, leemos (en un diario proclive al Gobierno): "lo relevante de la EPA -el mejor termómetro del mercado laboral español- es la destrucción de empleo que arroja. Un total de 74.800 personas han perdido su ocupación en el tercer trimestre del año. Si se observa el último año, la cifra asciende a 1,47 millones". Tras reconocer que la cifra de desempleados "cae gracias a que menos personas buscan trabajo", concluye (con una previsión que hasta el Gobierno respalda): "En 2010 la destrucción de empleo continuará".* * * * *Una encuesta reciente, realizada por un diario nacional, certificaba que "el 92% de los españoles está en contra de las subidas de impuestos decididas por el Gobierno". Son cifras, en su magnitud, similares a las de los españoles que, durante la segunda legislatura de Aznar, rechazaban la participación española en la guerra de Irak. ¿Cómo no augurar que, de no cambiar, todo esto va a acabar teniendo profundas consecuencias políticas? Aunque el vicepresidente Chaves ha dicho "Nosotros somos los que vamos a acabar con la crisis", la posibilidad de que sea la crisis la que acabe antes con ellos, no debería ser descartada.