Televisión

Animación española en China

El joven David Cantolla ideó hace unos cinco años una serie de animación en tres dimensiones especialmente pensada para los niños de preescolar. Desgraciadamente, y como ocurre en muchos otros casos, su idea careció de aceptación en nuestro paí­s, y la serie fue finalmente producida por la BBC británica. A partir de ahí­ todo han sido éxitos, siendo emitida en más de 50 paí­ses y consiguiendo premios tan prestigiosos como el Bafta. Tanto es así­, que la serie se prepara ya para aterrizar en China, un mercado tan interesante como inhóspito, donde pese a las restricciones que el gobierno impone a los programas infantiles extranjeros, ha cosechado ya un enorme éxito a través de Internet, antes incluso de ser emitida oficialmente.

"El nombre surgió orque mi hija al rezar por las noches la oración ‘Jesusito de mi vida eres niño como yo’ se equivocaba y decía ‘eres niño pocoyó", cuenta su creador. Una extraña palabra producto de la imaginación infantil que ya es repetida por los niños en decenas de idiomas, gracias a la facilidad con la que su lenguaje llega a ese público que empieza a balbucear sus primeras palabras. En 2006, el propio David Cantolla, viajó a China para intentar introducir las aventuras del pequeño Pocoyó. Antes de ese fecha, las animaciones japonesas, coreanas y estadounidenses predominaban en la televisión china, pero el Gobierno llegó a la conclusión de que los dibujos de estos tres países influían demasiado en la mentalidad de los niños, por lo que decidió fomentar la producción doméstica. La nueva regulación limitó la importación y prohibió la emisión de dibujos de animación de otros países en la "hora dorada" (franja infantil de 17.00 a 19.00 horas) de la televisión china. Sin embargo, pese a estas limitaciones, la difusión que Pocoyó tiene en Internet a propiciado un importante éxito entre el público chino, lo que ha despertado el interés de sus cadenas temáticas. Así, a partir de 2007, la productora responsable de la serie comenzó a negociar con Beijing TV, que cuenta con un programa especial de dibujos animados, “Kaku”, y que junto a las emisoras “Toomax” de Shanghai y “Aniworld” de Hunan, son las únicas que pueden emitir dibujos foráneos en China. Uno de los requisitos que pone el Gobierno es que por cada minuto de serie extranjera que se retransmita, la televisión china tiene que tener la capacidad de producir el mismo tiempo de dibujos nacionales, y sólo ‘Kaku’ puede permitírselo. La versión de la película Pocoyó y el circo espacial, tampoco ha pasado desapercibida en China y aspira a llevarse el galardón al mejor Director (Juan Alfonso Rodríguez Duarte) en los premios Magnolia del Festival de Televisión de Shanghai (STVF) que se celebra estos días. Asé pues, en breve podrán disfrutar los niños chinos de la creación de este intrépido español, que lejos de arrugarse con las adversidades y las limitaciones que su medio tiene en España, ha conseguido llegar a todos los rincones del mundo con su amable personajillo azulado. Que tomen nota los productores de nuestro país, y aprendan la lección antes de rechazar a la ligera los productos que lleguen a sus despachos en busca de financiación.

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