15 inmigrantes muertos en Ceuta

¡Alguien tiene que responder por este crimen!

La muerte de los 15 inmigrantes subsaharianos que intentaron entrar desde Marruecos a Ceuta rodeando la valla por la playa es mucho más que una tragedia o la crónica de una muerte anunciada. Es un crimen por el que sus responsables deben responder.

Desde hace meses, las continuas avalanchas de inmigrantes subsaharianos que colapsan la frontera ceutí han tenido en el incremento de la represión la única respuesta del gobierno de Rajoy. » Los 15 trabajadores inmigrantes muertos exigen justicia. Y mientras no la haya, el mar seguirá enviándonos sus nombres y su memoria»

Primero fue la colocación de las crueles concertinas con cuchillas en la valla; más tarde las reiteradas e ilegales devoluciones a la siniestra gendarmería marroquí de inmigrantes que ya se encontraban en territorio español.

El Ministerio del Interior y la dirección de la guardia civil han tratado de ocultar su innegable responsabilidad en lo ocurrido ofreciendo hasta cinco comunicados con versiones distintas. Cada uno de ellos era desmentido inmediatamente por las declaraciones de los inmigrantes, de testigos presenciales, de miembros de ONG’s o por las imágenes de los vídeos que también se intentaron ocultar.

La muerte de los 15 trabajadores subsaharianos llegó tras dos intentos fallidos de una nueva avalancha para atravesar en masa la fortificada frontera de Ceuta. Entre 250 y 400 quisieron saltar la valla, pero fueron dispersados por la Guardia Civil, que disparó pelotas de goma y botes de humo. A continuación, intentaron cruzar a la carrera por el paso del Tarajal, abortada con el cierre de portones y líneas policiales. En el tercer intentó llegó la matanza, cuando muchos se lanzaron al mar para bordear el espigón fronterizo que se adentra en el mar.

Todos los testimonio recogidos directamente en el lugar de los hechos incriminan a la Guardia Civil en la muerte de unos inmigrantes sin otro “delito” que querer escapar del hambre y la miseria.

Según la ONG Caminando Fronteras, “la Guardia Civil ha disparado pelotas de goma a los flotadores y gases lacrimógenos, eso los ha matado (…) La violencia de la Guardia Civil ha sido equiparable o mayor a la de la policía marroquí”.

Alguien tiene que responder de esto. El ministro del Interior debe comparecer inmediatamente en el Parlamento y se debe exigir una comisión de investigación que aclare las responsabilidades materiales y políticas de lo sucedido. La fiscalía debe poner de oficio en marcha una investigación judicial para aclarar las responsabilidades penales que correspondan. Los 15 trabajadores inmigrantes muertos exigen justicia. Y mientras no la haya, el mar seguirá enviándonos sus nombres y su memoria.

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