Refugiados

Ahogados por las guerras de Washington

En una misma semana, dos trágicos naufragios han vuelto a alimentar al cementerio más grande del mundo, el Mediterráneo. Desde principios de año, el mar se ha llevado la vida de 2.510 personas frente a las costas de Turquí­a, Libia o Egipto, una tétrica cifra que aumentará con la llegada del buen tiempo. Los refugiados vienen huyendo de las guerras que EEUU y sus lacayos de la OTAN vienen avivando desde hace años por África y Oriente Medio.

Esta semana, el mar devolvió a las playas libias de Zuwara, al oeste de Trípoli, los cuerpos descompuestos de 117 migrantes. Su embarcación volcó mientras se dirigían a las costas italianas. Sólo unos días despues, otro barco con 700 migrantes naufragó frente a las costas de Creta. Las autoridades griegas han logrado rescatar a 340, del resto se teme lo peor.

ACNUR calcula que unas 880 personas han muerto durante la semana pasada en diversos naufragios en el Mediterráneo. Desde principios de año, la agencia de la ONU denuncia que han fallecido 2.510 personas que habían zarpado de precarias embarcaciones desde las costas de Turquía, Libia o Egipto, frente a las 1.855 que se ahogaron en las mismas fechas el año pasado.» 2500 refugiados ahogados. El mar les habrá llenado los pulmones de agua, pero el horror y la miseria de la que huyen han sido diseñados en los despachos de Washington»

Los refugiados toman ahora la ruta más larga y peligrosa, que les obliga a surcar el grueso del Mediterráneo desde la orilla sur (principalmente desde Libia) hasta las costas italianas o griegas. La ruta del Egeo, más corta, ha quedado casi bloqueada después del despliegue de la fuerza naval de la OTAN y del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. Durante el invierno, el mal tiempo hace impracticable la ruta del Mediterráneo Central, pero con el verano el flujo aumenta incontenible.

Se juegan la vida en el mar por una razón. Libia es un país sumido en el caos desde que que la OTAN derribara el régimen de Gadafi en 2011. El Sahel es un avispero de guerra y miseria permanentemente azuzado por los intereses norteamericanos y europeos. Y Oriente Medio es una llaga infernal y sangrante, especialmente despues de que EEUU decidiera desestabilizar Siria, intentando repetir el experimento libio.

Todos esas personas no han muerto simplemente ahogadas. No, han sido asesinadas. El mar les habrá llenado los pulmones de agua, pero el horror y la miseria de la que huyen desesperados, han sido diseñados en los despachos de Washington. Ellos son los asesinos.

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