Los sueldos de los ejecutivos españoles

Agravio comparativo y endeudamiento feroz

No se trata tan sólo de un agravio comparativo en tiempos de crisis. «En los últimos años hemos asistido a una escalada de esas remuneraciones, que han crecido de forma paralela al aumento de tamaño de las compañí­as. Nadie se habí­a parado a pensar que buena parte de ese aumento de tamaño se conseguí­a gracias a un endeudamiento feroz, que ahora está pasando factura».

Estas declaraciones son de un dirigente de CCOO obreras de banca ara el suplemento económico de un conocido periódico vasco, en el que afirma que el sistema de remuneraciones de los ejecutivos está distorsionado (sistema de "bonus") en función de los resultados a corto plazo y recuerda también que "en alguna ocasión, en plena negociación del convenio de banca, hemos tenido que llenar las oficinas con carteles que contenían las fotos de los presidentes y consejeros delegados de las principales entidades. Se daba el caso de que los dos puntos de aumento salarial que estaban en discusión para toda la plantilla equivalían al sueldo de uno de ellos". Aunque las empresas españolas no están obligadas a hacer públicos los sueldos de sus directivos ( tan sólo deben señalar a la CNMV la remuneración conjunta de su equipo directivo, los rendimientos, dietas y asignaciones que obtienen los consejos de administración), hoy podemos conocer los sueldos de algunos de los altos ejecutivos de las empresas nacionales gracias a una decisión de Santander y BBVA hace seis años, cuando la "transparencia" podía ser un activo para atraer fondos y cuando ni tan siquiera sospechaban que ahora servirían de referencia para la inevitable alarma social que genera el anuncio de ajustes salariales para afrontar la crisis.Su decisión permite ahora dejar al descubierto que los principales ejecutores del endeudamiento exterior de España cobran no ya sueldos de otra galaxia, sino primas de big bang. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha batido récords históricos y ha reconocido 16,5 millones de euros el pasado año en retribuciones, de los que 6,3 son sueldo y el resto primas y pagos varios. Eso son, cogiendo como referencia una jornada de 40 horas semanales, 7932 euros con 69 céntimos a la hora. Si cogemos una de las retribuciones más modestas del ranking, la de Ana Patricia Botín, presidenta del Banesto, nos vamos a 1730 euros con 77 céntimos a la hora. Su padre, se coloca en 1875 euros a la hora y su principal rival, el presidente del BBVA Francisco González, cobró el año pasado 2548 euros con 7 céntimos por cada hora de endeudarnos a todos. Estamos hablando de rentas mensuales que rondan entre los 1.375 mil euros y los 100.000 euros el más bajo (Fernando Conte, presidente de Iberia).Si durante años estos datos estaban inmersos en un clima de "crecimiento económico" (aunque ya se levantó el escándalo de las stock options de los ejecutivos de Telefónica en la era Aznar), ahora no. Según cáritas 8 millones de personas en España están por debajo del umbral de la pobreza (rentas hasta 500 euros mensuales) y, de ella, 2 millones de personas sufren pobreza severa (ingresos por debajo de 250 euros mensuales) umbral pobreza severa. En España hay 9 millones de trabajadores "mileuristas". El miedo a perder el trabajo y los sacrificios que se están empezando a ver en algunas empresas a cambio de "mantener el empleo", la exigencia de abaratar el despido de las patronales… los anuncios del gobierno de que hay que apretarse el cinturón "todos" suena a cachondeo, cuando uno sólo, el presidente de Iberdrola, cobra cada hora el equivalente al sueldo mensual de 8 mileuristas o tiene unos ingresos totales que multiplica por 2.750 veces lo que perciben mensualmente cada uno de los 8 millones de personas (el 20% de la población) que pasan el mes con menos de 500 euros. No nos equivoquemos, Zapatero nos ha endeudado a cada habitante de España en 15.000 euros para pagarle a la banca un rescate que permita tapar su desaforado endeudamineto con el que han crecido.Las primas por este crecimiento han sido de unas dos veces el dinero dado en concepto de sueldo a los ejecutivos, ya de por sí escandalosos. ¡Ningún sueldo por encima de los 10.000 euros mensuales, ninguno por debajo de los 1000! es una exigencia que cobra así su justa dimensión.

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