Al parecer, el nombre de abril proviene de la palabra Aprilis, latinización del termino griego Aphrodita (espuma), que es el nombre de la diosa de la belleza y el amor surgida de la espuma del mar, cuya correspondencia en la mitología romana es Venus. Sin embargo, hay quien opina que el nombre de este mes proviene del verbo latino aperire (abrir), en referencia a la apertura de las flores y de la naturaleza en general que tiene lugar en estas fechas.
Solemos utilizar el término "abril", al igual que el de "rimavera", para indicar la edad, sobre todo, de una muchacha joven. "Tiene quince abriles", decimos. Igual que decimos "estar en la flor de la vida" para indicar que se ha alcanzado la madurez sexual. Es en este momento del año cuando la naturaleza florece y hace patente, visible, toda la potencia vital que ha permanecido en estado de latencia durante los meses del invierno.En el terreno del folklore, la asociación popular de este período del año con la doncellez es patente deste tiempos inmemoriales. Los romanos, por ejemplo, recogiendo tradiciones muy anteriores, tenían consagrado este mes a Venus, que es aquella que tiene la facultad de despertar el deseo masculino, y celebraban festividades en su honor, así como en honor de Ceres, la Deméter griega, diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, y de Flora, la Cloris griega, diosa de la juventud que preside la apertura de las flores y, en general, de todo lo que florece. En los calendarios medievales, abril era representado por una doncella que evocaba a la diosa pagana Flora y, más tarde, a las reinas o maias que se elegían en estas fechas y que personificaban a la primavera. Multitud de celebraciones y festividades que se celebraban durante los meses de abril y mayo en las que los protagonistas eran el juego, el canto, la danza y el desenfreno sexual eran presididas por estas jóvenes que todavía hoy tienen su correlación con las distintas reinas (falleras mayores, ninfas,…) que son elegidas para presidir los actos oficiales de muchas de nuestras fiestas.En la actualidad, en relación con la llegada de la primavera y el buen tiempo, comienzan en España todo un ciclo de festividades que se prolongarán durante los meses, sobre todo, de primavera y verano. Hablamos de las romerías que se prodigan por toda la geografía española, así como de las distintas ferias, como la Feria de Abril, que se celebran no sólo en Andalucía, sino también en Castilla y Extremadura, y de las fiestas de moros y cristianos que se celebran en el levante español, cada una de las cuales, por la raigambre que poseen y por su extraordinara popularidad, merecerán sendos artículos independientes.