El sector agro-ganadero está atado de pies y manos ante un desgarrador expolio monopolista

Abajo la dictadura de los monopolios

De costa a costa, el campo español está presionando las costuras de un desgarrador corsé: el expolio a manos de los monopolios de materias primas, y los de la distribución y procesamiento agro-alimentario.

El interés de los grandes agro-monopolios europeos de importar los productos marroquíes y colocar sus excedentes de producción lácteos ha encontrado en el sector agrícola y ganadero español su particular “sparring”. Atado de pies y manos por las condiciones aceptadas por el bipartito PP-PSOE para entrar en la UE.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) organizó el último sábado de mayo una Marcha Verde para denunciar que los citricultores las distribuidoras comparan la cosecha por menos de la tercera parte del coste de producción. Lo que hace diez años se pagaba a 30 céntimos el kilo, ahora se llega a pagar a un o cuatro céntimos. Para pagar 1 litro de gasoil, o tomarse un café, hay que vender nada menos que 26 kg de mandarinas, mientras los consumidores pagamos hasta dos euros a las distribuidoras.

Por otro lado, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Galicia denuncia que un kilo de pienso (0,335 euros/kg) cuesta un 10% más que un litro de leche. Los costes de los insumos están por las nubes, los piensos han subido desde abril un 12%, la alfalfa arrastra subidas cercanas al 30%, mientras que el precio de la leche ha caído en España desde diciembre en torno al 6%.

Sobre todos ellos se cierne una pinza asfixiante. Por un lado el precio a la alza de las materias primas por la afluencia a este sector de los grandes fondos de inversión desde el estallido de la crisis financiera. Por otro lado el “acuerdo tácito entre las industrias que fabrican marca blanca y la distribución de abaratar las marcas de distribuidor (MDD) a costa de ganaderos y consumidores”. A los ganaderos se les impone los precios de la leche más bajos de toda la UE, a los consumidores pagarla a precio de oro, y a toda España importar casi el 40% de nuestras necesidades de consumo interno de leche.

Es imprescindible la unidad cooperativa de todo el sector para desarrollar alternativas de abaratamiento en la compra de materias primas, de distribución directa al consumidor para romper la extorsión mafiosa de las distribuidoras.

Y sobre todo, un frente amplio patriótico que cuestione cualquier corsé a la producción impuesta por el eje francoalemán y sus delegados en Génova y Ferraz.

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