SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

¿A quién quiere engañar señor Rajoy?

La complejidad de las sociedades modernas implica que el único medio de resolver un problema es impedir que ocurra. Por eso es necesario anticipar el futuro para poder orientarlo. Sin embargo, en líneas generales, los actuales dirigentes políticos globales no están capacitados para esta nueva forma de pensar, no anticipan para gobernar.

En nuestro querido país la situación se complica todavía más. Nuestros dirigentes ocultan la realidad y acaban creyendo sus mentiras. Como para pedirles un análisis de riesgos medianamente razonable que les permita hoy tomar las decisiones necesarias para evitar las consecuencias negativas que se derivarían de su materialización.

Pongamos un ejemplo. La banca española, contaminada en su totalidad, necesita mucho más capital, según mis estimaciones alrededor de 300.000 millones de euros, según otros entre 150.000 y 350.000. En vez de tomar las acciones necesarias para corregir esta insolvencia, interviniendo el sistema en su totalidad, y exigiendo que gerencia y acreedores paguen los platos rotos, se auto-engañan con stress test manipulados. Tratan de ocultar los activos en balance, especialmente los créditos a pequeñas y medianas empresas o a participadas; o no los ponderan por su riesgo real, véase la deuda soberana. Lo que es peor, en última distancia actúan en defensa de los intereses personales de las élites bancarias, castigando a la ciudadanía.

Los mercados han dado una tregua al gobierno, pero no por sus políticas económicas. Ha habido un aumento de la propensión al riesgo, provocada por los Bancos Centrales, que ha provocado la actual burbuja o inflación de activos. Sin embargo la actual sobrevaloración de los mismos, especialmente de la bolsa estadounidense y de la deuda soberana occidental, pero también las materias primas, implica que el riesgo del pinchazo de todas estas burbujas sí que se materializará. Otra cosa es cuándo, por qué, y cómo, pero ocurrirá. Cuando eso suceda nuestra economía colapsará porque la realidad ocultada en los cajones saldrá a la luz, y los responsables últimos serán aquellos políticos cortoplacistas que no fueron mínimamente capaces de anticipara para gobernar.

La realidad de España

Como ya hemos señalado desde estas líneas, la dinámica en la que está envuelta la economía española no permite ver la luz al final del túnel. Muy al contrario, si no se hace nada para cambiarla en los siguientes trimestres, se producirá un colapso a nivel económico, financiero y social. Pero veamos cual es esa realidad oculta en los cajones.

1.- Insostenibilidad de la deuda total, privada más pública.

Desde 2010 hay un proceso de reducción de la deuda privada concentrado exclusivamente en familias y empresas no financieras. Como consecuencia de ello estamos en una recesión de balances privados: el consumo y la inversión, y por lo tanto la demanda interna, se han hundido, todo se destina a reducir esa deuda, especialmente complicado en un contexto de bajadas de rentas salariales.

Mientras, el sector financiero, insolvente, que fue quien concedió esa deuda, continuó incrementando la suya en plena crisis. Son los contribuyentes -vía FROB, SAREB y avales a esa deuda bancaria- quienes están sufragando sus multimillonarias pérdidas. Como consecuencia se produce una explosión del volumen de deuda pública.

Derivado de estas dinámicas contrapuestas, la deuda total de la economía española no para de crecer y se aproxima inexorablemente a los 4,5 billones de euros, impagable.

2.- Crisis bancaria y retroalimentación insolvencia bancaria-deuda soberana.

Las entidades bancarias no nos han contado aún qué activos tienen en balance. Lo que está claro es que los activos tóxicos van más allá de los incluidos en el Sareb, se extienden a préstamos y créditos a Pymes, a empresas participadas, a créditos hipotecarios sometidos a constantes refinanciaciones, y un largo etcétera.

La mora bancaria se encuentra en máximos históricos, 12%, frente a niveles del 2% antes de la crisis. Sin embargo si añadimos el importe de la Sareb, y todos los activos contaminados que hemos comentado, la mora real supera el 20.En este contexto el crédito a empresas y familias ni está ni se le espera.

El problema es que hasta ahora la recapitalización de la banca se ha hecho a costa de los contribuyentes, incrementando la deuda pública. Según mis cálculos son necesarias nuevas recapitalizaciones, pero si el procedimiento utilizado es el mismo que hasta ahora supondrá un fuerte incremento adicional de la deuda pública. Su senda será completamente insostenible. Cuando los mercados aumenten la aversión al riesgo, nos llevarán a una quiebra soberana.

3.- Mercado Laboral destrozado: caída de la población activa

Desde finales de 2011, la población activa no ha hecho otra cosa que caer. En el último dato disponible la variación interanual de la población activa supone un descenso próximo a las 350.000 personas, de los cuales 143.000 se debe a descenso poblacional, y el resto, 206.000 a la falta de expectativas.

En el apartado de la actividad los datos dibujan un país con un gran problema de crecimiento potencial. Alcanzamos los 15.465.000 de personas inactivas, lo que sumado a los 5,976 millones de parados de la EPA y los 8 millones de jubilados, resulta que más de 28 millones de personas están fuera de la actividad, algo incompatible con alcanzar una economía de pleno empleo y con un crecimiento potencial cercano a la media de la UE.

4.- Hundimiento rentas de las familias y deflación por deuda.

Las bajadas de salarios, los aumentos de impuestos, el pensionazo, los copagos, y las subidas de los precios de los servicios públicos han acabado hundiendo hasta niveles alarmantes las rentas de las familias. Como consecuencia, España ya está en delación por deuda.

5.- Las mentiras del sector exterior

Desde finales de 2011 los indicadores de competitividad publicados por Banco de España–con precios industriales, precios de consumo, o valores unitarios de la exportación- han empeorado. La razón real del incremento de las exportaciones es el hundimiento brutal de la demanda interna y la necesidad de nuestras empresas, haciendo de ésta virtud, de buscarse la vida allende nuestras fronteras. Pero sus ventas totales no paran de caer.

Esta es la realidad ocultada por Rajoy y compañía (elites bancarias incluidas) en los cajones de los distintos despachos, y que los mercados financieros sacarán a la luz cuando aumente la aversión al riesgo. Entonces, como siempre, será tarde.

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