Cargando...La paciencia de Blackrock ha tenido premio. La gestora estadounidense llenó el zurrón de acciones de bancos españoles en primavera y tuvo que soportar etapas de enorme violencia bajista, como cuando a finales de junio el valor en bolsa de las entidades se redujo en 10.000 millones de euros en apenas una semana. Días después comenzaba un rally histórico que en el recién terminado verano ha disparado las plusvalías del, con mucha diferencia, mayor accionista institucional de la banca española. Si se tienen en cuenta las participaciones declaradas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las ganancias no materializadas del fondo superan los 1.000 millones de euros en los últimos tres meses por sus participaciones en Santander, BBVA, Sabadell y Popular. Según las últimas comunicaciones al supervisor bursátil que datan de 2010, Blackrock controla el 4,775% del banco que preside Emilio Botín y el 4,45 % del que lidera Francisco González.
No obstante, fuentes del mercado apuntan a que las participaciones de Blackrock en los dos grandes bancos españoles podrían haber sufrido una reducción significativa. La gestora podría haber recogido una parte de las plusvalías acumuladas en los dos gigantes españoles, aunque de momento aún no hay constancia alguna en los registros oficiales de la CNMV.
Además de sus participaciones significativas en los dos grandes, tiene un 2,8% de Popular y acaba de superar de nuevo el listón del 3% en Banco Sabadell. Sólo en estos dos bancos medianos, Blackrock ha obtenido unas plusvalías no materializadas de unos 140 millones de euros este verano. Aunque algunos analistas recomiendan prudencia en los bancos medianos tras un rally extraordinario, Blackrock no deja de momento de pisar el acelerador.
Ningún otro fondo tiene una presencia tan potente en la banca española, que ha vivido un verano prodigioso. Tras una primera mitad del año marcada por las dudas en bolsa, los tres últimos meses han puesto a todos el sector en positivo con ganancias extraordinarias, gracias a la reducción continuada de la prima de riesgo y a las expectativas de mejora de la economía española, que han dejado en segundo plano -al menos provisionalmente- unas nuevas cifras de morosidad muy preocupantes.
Desde el 21 de junio, la acción de Popular se ha revalorizado un 60%, la de Sabadell -con una ampliación de capital de por medio a la que el fondo ha acudido en el tramo institucional, jugada que habría repetido en el destinado a los actuales accionistas- un 50%, la de BBVA un 33% y la de Santander algo más de un 25%. Un negocio redondo para Blackrock que se amplía al resto de entidades cotizadas.
Aunque en porcentajes mucho menos representativos, también ha entrado en Bankia -tras el final del proceso de reestructuración del grupo han sido muchos los fondos que han desembarcado o han reforzado sus posiciones en el valor- donde tendría alrededor de un 0,5% del capital, y en Caixabank y Bankinter, con participaciones inferiores.