30 Aniversario del Estatuto de Guernica

A cada uno en su sitio

La conmemoración del 30 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomí­a de Guernica, bajo la presidencia del primer lehendakari no nacionalista de la democracia, Patxi López, es por encima de todo un triunfo de la mayorí­a del pueblo vasco que votó por la libertad en las últimas elecciones autonómicas, derribando al gobierno étnico y excluyente de Ibarrtexe y apostando por una lí­nea de firmeza frente al terror, frente a los que «arrean el árbol» y a los «recogedores de nueces».

Por eso, como no odía ser de otra forma, el aniversario ha colocado en su lugar a cada una de las fuerzas políticas vascas.Por un lado, las fuerzas del cambio político que se inició tras las elecciones autonómicas con el pacto por la libertad entre PSE y el PP vasco que llevó a la formación del gobierno presidido por Patxi López. PSE, PP y UPyD han hecho de la celebración una ratificación de su apuesta por restablecer las plenas libertades democráticas en Euskadi, en base al Estatuto aprobado hace 30 años por más del 90% de los vascos y su desarrollo y a mantener la unidad que permitió iniciar el camino del cambio.El Estatuto de Guernica adquiere ahora, 30 años después de su aprobación, todo su valor, no sólo porque es el “marco de convivencia para todos los vascos… que garantiza el derecho a decidir” como dice Patxi López, sino porque además se consolida como un instrumento de lucha contra los intentos por parte del PNV de resucitar el Plan Ibarretxe.Por otro lado las fuerzas del destronado gobierno de Ibarretxe, PNV, EA y EB, que han “boicoteado” los actos convocados por las víctimas del terrorismo y el gobierno vasco, poniendo de manifiesto que han perdido el gobierno pero no han renunciado a su proyecto étnico y excluyente. Si hace una semana dirigentes del PNV y EA se manifestaban junto a Batasuna (“los que arrean”), ahora el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se ha manifestado con Ibarretxe hablando del “conflicto vasco”, volviendo a reclamar la línea del Nuevo Estatuto Político (Plan Ibarretxe) y un nuevo “modelo de relación de Euskadi con el Estado”. Urkullu demuestra así que aún no está claro que se imponga otra dirección en la cúpula del PNV.Son hechos que demuestran la necesidad de mantener la unidad y la firmeza de las fuerzas constitucionalistas para llevar el cambio por la libertad en Euskadi hasta la derrota completa y el desmantelamiento del régimen de nacionalismo étnico y excluyente montado por la línea nazifascista en Euskadi.La guinda exótica la han puesto los dirigentes de EB (IU de Euskadi) concentrados en el Arenal de Bilbao contra los actos del gobierno vasco, volviéndose a alinear con sus antiguos compañeros de gobierno y exigiendo lo mismo que el PNV, “las 36 competencias pendientes del Estatuto”.

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