Alarma social

75 años de carcel para la banda que estafaba en Gijón

Ya hay fecha ara el comienzo del juicio a los trece individuos que entre el año 1999 y 2000 estafaron unos 400.000 euros a concesionarios de coches a costa de utilizar como carne de cañón para sus fechorías a gente humilde y sin recursos.La estrategia seguida por estos estafadores era convencer a gente sin recursos y en su mayoría con problemas de drogas, para que adquiriesen coches a través de financieras mediante identidad falsa. Los vehículos eran vendidos días después, a terceras personas que desconocían la ilegalidad de la documentación. Un caso en el que se utiliza a sectores desfavorecidos y con dependencias para lucrarse, utilizándolos como piezas visibles en las que verter culpas.La banda operaba en Gijón donde ya hay fecha para la vista oral, que se sucederá entre el 6 y el 15 de mayo. El retraso de la justicia, por otra parte, queda patente en este caso. Se trata de una organización que estaba perfectamente organizada y estructurada. Poniendo a las financieras como mediadoras entre la documentación falsa y los concesionarios, las operaciones requerían de una organización en la que las 13 personas son acusadas de estafa y organización ilícita que revendían estos coches con deudas pendientes y documentación falsa.De esta forma, la Fiscalía pide 73 años para el conjunto de la banda. Lo que no aparece es el papel que jugaban los compradores de los vehículos mediante documentación falsa, ni tan siquiera si recibían algo a cambio, pero desde luego que aparte de financieras y concesionarios estas personas a las que se les convencían para actuar como compradores suelen ser las que al final quedan en la más absoluta desprotección. No se habla de ellos porque no existen, no se habla de ellos porque representan un sector que manifiesta las contradicciones que el capitalismo deja en la sociedad, en estas personas sumidas en un círculo de drogas y miseria, se manifiesta el problema que solo de raíz se puede atajar. Contradicciones que generan una masa de personas indigentes a las que utilizar por unos y otros vapuleados en muchas ocasiones sin alternativa.Las bandas organizadas suelen aprovechar de esta gente que a menudo tienen alrededor, por drogas u otros intereses, para usarlos y devolverlos a la sociedad más destruidos, sin embargo nada se dice de este factor. Si bien hay que atajar este tipo de bandas, el uso y aprovechamiento de personas desfavorecidas o con problemas de droga debe ser otro agravante, poniendo medidas y medios para que estas personas no queden el más absoluto olvido, como mera pieza de usar y tirar para fines ilegales.

Deja una respuesta