Derechos y Libertades

5.000 periodistas, ¡a la calle!

El sábado pasado, Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid – APM – advertí­a de que más de 5.000 empleos en los medios de comunicación están en peligro. La situación fue calificada de alerta roja; en los últimos 9 meses casi 2.000 trabajadores de la comunicación han ido a la calle. La crisis es el tema constante que ocupa la portada del De Verdad digital, y la exigencia de que la paguen quienes la han provocado. Pero en este caso se añade el más absoluto apoyo y respaldo a los compañeros de los medios. Queda dicho: estas páginas son independientes y ellas están a su disposición.

En los últimos meses hemos asistido al cierre de delegaciones con 40 trabajadores en la calle del diario ADN, la noticia de hoy del cierre del diario gratuito Metro, la ERE del ABC con el desido de la mitad de la plantilla, el cierre de Localia y el hundimiento del Grupo Prisa, el despido de 442 trabajadores del Grupo Zeta, el despido de 30 trabajadores del Grupo Joly, 91 del diario Qué!, 16 del 20 minutos… Telemadrid y Unedisa se mueven entre los 80 y los 400 puestos de trabajo a destruir.La cantidad de despidos que se prevé supone el 20% de los profesionales de la comunicación en España. El sector de la información no escapa a la crisis, ni a las consecuencias que está teniendo en toda la sociedad: paro, paro y paro.Entrando ya en el mes de abril la Ley de Medios Audiovisuales está al caer y en ella los grandes grupos se juegan el órdago que les permita aguantar el tirón. Tres envites:En primer lugar los monopolios mediáticos no han dejado pasar ni un solo día sin utilizar todos los resortes para que la nueva Ley limite y/o elimine la publicidad en la televisión pública, de manera que ésta se redistribuya entre las privadas. Es un trozo del pastel que a más de uno le sacaría del hoyo. Las fórmulas que se apuntan son varias, incluso la de establecer un kanon a las privadas para financiar el ente público, ya que esté perderá todo acceso a ingresos publicitarios.En segundo lugar, es de esperar que las consecuencias más inmediatas sean las de la concentración de capital, que en este caso significa un mayor control de la información en pocas manos. Sin entrar en lo que todo ello conlleva: generar climas de opinión y “lo que no ves no existe”.Y en tercer lugar, hemos de asistir, por lo tanto, a numerosos cierres en cadena que han de agravar la monopolización creciente. Como cualquier otro sistema prima el máximo beneficio, pero en el caso de los medios se suma el interés político por mantener aparatos de propaganda indispensables en el manejo de la opinión pública. Sin duda este el caso del Grupo Prisa.El gigante debe más de 5.000 millones de euros – más del doble del valor de sus activos -, y hoy mismo expira el plazo en el que tiene que abonar los 1.950 millones de euros que percibió para el lanzamiento de la OPA a Sogecable. Las cosas han de empeorar con la “democratización” de la TDT; el libre acceso y la incorporación de nuevos canales convierten a Digital plus en un lastre insostenible.Pero ni Vivendi, interesada en su compra, ni el HSBC, titular del préstamo, están en disposición de flexibilizar su iniciativa. A principios de mes el HSBC reclamaba 14.000 millones de euros de inyección extra a sus socios. A todo esto hay que unir la debacle futbolística: Mediapro se ha hecho con los derechos de emisión de 17 de los 20 clubes de Primera.La salida no está clara, pero lo que sí es seguro es que la principal fuente a la que se va a recurrir para eliminar “gastos” va a ser los salarios, de los que echarán y de los que se quedarán.Por lo que le toca a RTVE, después de haber echado a 4.150 trabajadores, no son de esperar nuevos despidos. No tranquiliza, ¡qué va!, aumenta la indignación. Quizás debiéramos empezar por transformar las cifras:Antes de que despidan a 5.000, salgamos 5.000 a la calle… para empezar.

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