Opinión

15-M: Dejen paso a lo nuevo

“Profesores, ustedes nos hacen envejecer” Así rezaba una de las tantas consignas que se intaron en las paredes de mayo del 68. Leyendo, escuchando y viendo los principales medios de comunicación algo así se podría pensar: “la pesada losa de la partitocracia nos había envejecido y ahora, el 15-M nos ha rejuvenecido”. Nada más lejos de la realidad. Lo que el 15-M ha venido a demostrar es que la sociedad española está “llena de vida y de fuerza de resistencia”. El apoyo al movimiento desencadenado en estas semanas es unánime y debe obligar a unos pocos a revisar sus opiniones que, por desgracia, son las que más se escuchan. Cuando el Gobierno inició su plan de recortes, la sociedad no estaba dormida. Cuando se convocó la Huelga General, la sociedad no estaba dormida. Cuando el FMI exigió la privatización de las Cajas de Ahorros, la sociedad no estaba dormida. Y cuando se firmó el acuerdo en torno a las pensiones, la sociedad no estaba dormida… no tenía un cauce a través del que expresar su indignación y proponer otro camino. De esta manera lo que hace unas semanas se expresaba en la encuesta del CIS, que un 80% de la población está contra de la Reforma de las Pensiones, mientras un 95% del Parlamento está a favor, aparece ahora en forma de acampadas y manifestaciones masivas… Así la partitocracia se muestra como lo que es, una auténtica representación virtual de los intereses populares, mediante la que imponer la situación actual de cosas. En el reportaje que se incluye en estas páginas el propio portavoz de la Acampada de Sol expresa la sorpresa al encontrarse una respuesta tan masiva, cuando creía que la gente estaba “dormida”. Y ésta es una de las enseñanzas fundamentales que debemos extraer: nuestra sociedad, la gente, las clases populares, son una fuente inagotable de energía capaz de mover montañas. Y por mucho que se quiera crear otra conciencia, la realidad es tozuda y lo demuestra una y otra vez. Si nos dotamos de los cauces necesarios podremos decidir el destino de nuestro país y de nuestra gente. Pero no es la única conclusión que debemos extraer. Y no solo del 15-M, sino de todo lo que este movimiento ha conseguido cristalizar, mucho más allá de sus propios límites. De lo que pase en los próximos meses depende que se convierta en un movimiento que gire el destino de España. Todos los demócratas, progresistas y revolucionarios debemos trabajar por ello. “Profesores, son ustedes lo más viejo de la sociedad… dejen paso a lo nuevo”

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