Obama ningunea a Zapatero en el Desayuno de Oración en Washington

Zapatero no vale ni una misa

«Obama bien vale una misa», titulaba malintencionadamente uno de los medios de la derecha, ante la inusitada visita del «laicista» Zapatero al Desayuno de Oración organizado por Obama en Washington. Pero lo sustancioso no han sido los deseos, a cualquier precio, de Zapatero por aparecer «en la foto» con Obama, sino el sonoro desprecio que el emperador ha infringido al presidente español.

Tres mil quinientas ersonas del establishment político, parlamentario y económico se reúnen todos los años en el Washington Hilton Hotel convocados por una organización cristiana conservadora conocida como La Familia. Es el “Desayuno anual de Oración”, una cita política revestida de religión.A esta organización pertenecen varios congresistas y senadores republicanos salpicados por escándalos sexuales. O parlamentarios ugandeses que están impulsando en su país una ley para castigar la homosexualidad con la pena de muerte.No parece la mejor compañía para que el “laicista” Zapatero se presentara en Washington. Pero la presidencia española ha movido todos los hilos diplomáticos para ser admitido en el Desayuno de Oración, donde Zapatero ha sido el orador que entonara la segunda plegaria.¿Tanto vale para Zapatero una foto con Obama? El valor del encuentro para Zapatero es inversamente proporcional al que le ha dado Obama. Zapatero ha sufrido uno de los mayores desprecios diplomáticos. El presidente norteamericano ni siquiera ha encontrado cinco minutos para reunirse con Zapatero, siquiera de manera informal. Ni con Zapatero ni con la cohorte de empresarios que acudieron a Washington pensando que la presencia de Zapatero sería capaz de abrir puertas.Obama ya había relegado a la UE y a Zapatero al anunciar que no acudiría al consejo europeo que se celebrará en Madrid. Y ahora ha dejado sentado ante el mundo que España no ocupa ni cinco minutos en sus preocupaciones.En un panorama mundial dominado por la emergencia de China, el emperador tiene otros problemas de los que preocuparse.Y en plena reestructuración de las jerarquías mundiales, el desprecio de Obama anuncia que a España no le va a tocar precisamente la mejor parte en el nuevo reparto.

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