Cargando...En una encuesta publicada ayer, a la pregunta «¿Cuál es su nivel de confianza en el Gobierno para gestionar la situación financiera?», los encuestados, en una puntuación de 1 a 10, ponen un 3,12 al Ejecutivo de Zapatero. Un suspenso que suspende con claridad meridiana, ya que tres meses antes los consultados respondían con un 4,72 (también sobre 10) a la misma pregunta. Hay que unir esta valoración a la que obtiene la confianza que tienen los españoles en la estabilidad de los bancos, que pasa, en sólo tres meses, de 5,39 a 4,06 (que no recoge todavía la intervención de Caja Castilla-La Mancha que llevó a cabo el Banco de España el pasado domingo 29 de marzo). Los ciudadanos de a pie no creen que Zapatero vaya a dar una salida a la crisis que los apoye porque lo que han visto es que el Gobierno sólo ha acudido rápidamente a socorrer a la banca. No ha habido ningún problema para emplear miles de millones de euros para salvarla. ¿Dónde está el dinero para salvar a los 3,6 millones de parados, al resto de los trabajadores y de los autónomos, y a las miles de PYMES que han tenido que cerrar o están en peligro?
La mayoría de la oblación española no ve salida al túnel de la crisis y manifiestan una total desconfianza en la situación económica. Así, nueve de cada diez españoles creen que dentro de tres meses la situación será igual de mala o peor que ahora. El 60,5 por ciento ve el futuro inmediato muy negro y piensa que las cosas sólo irán a peor. Sólo un 5,3 por ciento piensa que la crisis empezará a ser cosa del pasado el próximo verano. Al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, lo único que le preocupa es que, dada la magnitud de la crisis financiera mundial, hay que estar preparado para salvar a más cajas y bancos. Como a Zapatero y su nuevo gobierno. Lo que hace falta es una alternativa de verdad contra la crisis, que redistribuya la riqueza y las rentas, que ahorre del gasto público innecesario para invertir en economía productiva.