Zapatero ama a los banqueros

«Es una pasión cuyas raí­ces no se conocen. Lo cierto es que la banca es la niña mimada del presidente de Gobierno: se inyecta liquidez, pero no se reaviva el crédito porque se exageran los requisitos; se fusionan las cajas con importantes ayudas públicas, pero no se perdona un plazo de hipoteca. No se dictan medidas para favorecer a los acreedores en dificultades… ¿Por qué no se usa el BOE para auxiliar a quien tiene problemas, limitando las comisiones y las zancadillas de los bancos?»

La sensación oscura es que existe un acto no conocido por el cual el Gobierno no dictará ninguna norma que limite los beneficios bancarios, en contraposición con medidas que se están tomando en otros países europeos. Tal vez convendría que los sindicatos se interesasen por estas cuestiones. (EL PERIÓDICO) LA VANGUARDIA.- El A 400 M es una consecuencia lógica del Tratado de Lisboa, que contempla la creación de una fuerza europea de intervención rápida. Este avión hay que leerlo junto con los nuevos satélites militares alemanes (Sar-Lupe) y franceses (Helios), junto con el sistema de posicionamiento global "Galileo". La Unión Europea se está dotando de los instrumentos para una intervención militar global independiente. En éste mundo imperfecto los ejércitos son necesarios. La pregunta es, ¿para qué quiere la Unión Europea un ejército?, ¿para hacer qué?. La respuesta la dio la Canciller Ángela Merkel en su primer discurso programático ante el Bundestag, el 10 de noviembre, al hablar de las misiones internacionales del Bundeswehr. Citó la necesidad de garantizar el "acceso" de Alemania a los recursos energéticos globales. La Canciller usó el término alemán "Zugriff", que tiene una connotación, de agarrar y prender, mucho más resolutiva que "acceso". Opinión. El Periódico Zapatero ama a los banqueros Carlos Carnicero Es una pasión cuyas raíces no se conocen. Lo cierto es que la banca es la niña mimada del presidente de Gobierno: se inyecta liquidez, pero no se reaviva el crédito porque se exageran los requisitos; se fusionan las cajas con importantes ayudas públicas, pero no se perdona un plazo de hipoteca. No se dictan medidas para favorecer a los acreedores en dificultades… ¿Por qué no se usa el BOE para auxiliar a quien tiene problemas, limitando las comisiones y las zancadillas de los bancos? Hay algunas incógnitas que debieran ser desveladas en este idilio entre uno de los pocos presidentes de Gobierno socialista de Europa y los grandes bancos. La primera, por qué no se ha sumado José Luis Rodríguez Zapatero a la propuesta de Gordon Brown y Nicolas Sarkozy de castigar fiscalmente los premios excesivos de los ejecutivos de la banca. En el Reino Unido, la propuesta es una imposición fiscal del 50% a todos los bonus que sobrepasen las 27.000 libras. Además, el presidente de Francia y el premier británico estudian proponer una tasa internacional para las transacciones especulativas. Pretenden recuperar el espíritu de las primeras reuniones del G-20, cuando explotó la crisis. Resulta sorprendente la ausencia, en estas iniciativas, de quien, además de ser socialista, va a ser presidente de turno de la UE en poco más de 15 días. Hay algunas cosas que aliviarían inmediatamente a muchos españoles en apuros. La primera, prohibir y dejar sin efecto el llamado suelo de las hipotecas, que congela los tipos de interés aunque el euríbor siga bajando. Habría que vigilar la circulación de los créditos con cargo al Instituto de Crédito Oficial para que realmente refrescasen la liquidez de las empresas y no las reservas de los bancos. Se podrían dictar reglas para ampliar los plazos de las hipotecas a quienes estén en paro… La sensación oscura es que existe un pacto no conocido por el cual el Gobierno no dictará ninguna norma que limite los beneficios bancarios, en contraposición con medidas que se están tomando en otros países europeos. Tal vez convendría que los sindicatos se interesasen por estas cuestiones. EL PERIÓDICO. 15-12-2009 Opinión. La Vanguardia Airbus 400-M Rafael Poch ¿Es Europa mejor? Qué bonito fue verlo volar. Con su paquidérmica masa gris ascendiendo lentamente hacia el cielo. El cielo de Sevilla, en una mañana soleada con presencia de autoridades engalanadas. No era una suelta de palomas, ni el lanzamiento de un globo aerostático, era una máquina de guerra, un avión militar diseñado y construido para transportar fuerzas militares, blindados y paracaidistas de la Unión Europea, a lejanos campos de batalla. En Alemania, como en España, la noticia se dio en las páginas de economía. Si con Clinton la guerra fue "humanitaria" y con Bush una lucha contra el "mal", si se podía hablar de ella en términos teológicos y referirse a los ejércitos mantenedores de la paz casi como si fueran onegés humanitarias, si se podía despachar a las víctimas inocentes como "daños colaterales", ¿por qué no hablar del Airbus 400 M como un asunto económico?. Al fin y al cabo, sus costes iniciales se han incrementado un 40%, más de 5000 millones de euros suplementarios, lo que irrita particularmente en Alemania, compradora de 60 de los 180 aparatos encargados. La ministra de Defensa, Carmen Chacón viene el martes a Berlín para hablar del asunto con su colega, el barón de Guttenberg… Capacidad militar global Autonomía de 6300 kilómetros, capacidad de vuelo a baja altura en zonas montañosas, equipado con "antimedidas" y radares, y capaz de cargar 37 toneladas, éste aparato es un indicio más de que las guerras e intervenciones europeas en teatros lejanos, se están convirtiendo en rutina. El A 400 M es una consecuencia lógica del Tratado de Lisboa, que contempla la creación de una fuerza europea de intervención rápida. Este avión hay que leerlo junto con los nuevos satélites militares alemanes (Sar-Lupe) y franceses (Helios), junto con el sistema de posicionamiento global "Galileo". La Unión Europea se está dotando de los instrumentos para una intervención militar global independiente. En éste mundo imperfecto los ejércitos son necesarios. La pregunta es, ¿para qué quiere la Unión Europea un ejército?, ¿para hacer qué?. La respuesta la dio la Canciller Ángela Merkel en su primer discurso programático ante el Bundestag, el 10 de noviembre, al hablar de las misiones internacionales del Bundeswehr. Citó la necesidad de garantizar el "acceso" de Alemania a los recursos energéticos globales. La Canciller usó el término alemán "Zugriff", que tiene una connotación, de agarrar y prender, mucho más resolutiva que "acceso". Garantizar el "Zugriff" europeo El asunto es del dominio público. Hoy día no hay experto y analista de cualquier "centro de estudios estratégicos" que no mencione el tema como algo obvio: el militarismo es la respuesta a los problemas de recursos y de la crisis global; pico petrolero, población superflua, emigración y terrorismo. Lo llaman "nuevos desafíos". La propia doctrina de la OTAN, los quiere contrarrestar con acciones militares "preventivas" y "proactivas", es decir agresiones. La importancia de Afganistán consiste para ella en su papel de precedente; una lejana intervención "antiterrorista" del bloque del Norte que, casualmente, queda en el centro del "círculo energético" que los estrategas trazaron entre Kazajstán y el Golfo Pérsico, años antes del 11-S. No sabemos lo que nos deparará ese futuro, pero ahí está el pasado y el presente para ayudar a hacernos una idea. Desde el punto de vista de la gran perspectiva, ésta Europa que se pretende "mejor" que Estados Unidos, país al que reprocha su belicismo, que pretende ser portadora de otra vocación internacional, está compuesta por aquellas naciones que incendiaron el continente en diversas ocasiones. Esta Europa "superior", "anciana" y "experta", que, según el principal filósofo alemán vivo (Jürgen Habermas) preconiza "otros valores", la Europa que se horroriza por Guantánamo y que criticó, dividida, la guerra de Irak (650.000 muertos para llegar al actual resultado: un cambio de régimen que permita plantar unas cuantas bases militares más junto a los pozos de petróleo, y más odio a Occidente en el mundo árabe), es la misma que ha apoyado, colaborado y participado en casi todo lo que reprocha a su pariente histórico de ultramar. La lista es bastante clara, recuerda el historiador británico Perry Anderson en su último libro sobre la Unión Europea, que lleva por clarificador título, The New Old Order. La lista de la superioridad europea ¿Donde están la "independencia" de la UE y su "superioridad moral"?. Su ampliación al Este se hizo sobre un guión supervisado en Washington, según el cual la OTAN era la antesala de la UE. Doce días después del ingreso de Polonia, Hungría y la República Checa, la OTAN lanzó la primera guerra de su historia, un asunto americano en el que los europeos hicieron de auxiliares, con notable disciplina mediática y sin apenas objeciones de la opinión pública. Con Irak se expresó la "superioridad europea". Quienes comulgaron con el "genocidio" en Kosovo, no se tragaron el nuevo "casus belli" fraudulento, lo de las armas de destrucción masiva de Sadam. Pero una vez consumado el ataque, se acabaron las protestas. Luego se ha sabido hasta qué punto colaboraron los gobiernos europeos. Los servicios secretos alemanes identificaron sobre el terreno en Bagdad los objetivos de los misiles del Pentágono. Francia cedió su espacio aéreo, el mismo que Chirac denegó a Reagan en los ochenta para bombardear Libia. Las bases alemanas fueron el principal nudo logístico de la guerra. Tres belicistas y partidarios del "derecho de ingerencia" accedieron a cargos significativos; José Manuel Durao Barroso fue puesto al frente de la Comisión Europea, Bernard Kouchner accedió al Ministerio de Exteriores en París, y el Ministro de exteriores de Suecia (el país europeo que, más que ningún otro, dio decididamente la espalda a Washington durante la guerra de Vietnam), Carl Bildt, fundó el Comité para la Liberación de Irak con algunos notorios "neocons". En la "guerra contra el terror", Irlanda prestó su aeropuerto de Shanon a la CIA, Berlusconi colaboró con ella en el secuestro de un egipcio en Milán que fue llevado a la base americana de Ramstein, en Alemania, con permiso de los suizos para sobrevolar el país. Polonia apoyó la creación en su territorio de cárceles secretas y centros de tortura. Rumanía también. Los aviones de la CIA con sus secuestrados y torturados exentos de toda garantía judicial, volaron de una punta a la otra del continente. Seis argelinos fueron apresados en Bosnia, transportados a Turquía y de allí a Guantánamo. En Alemania el gobierno socialdemócrata-verde, que rompió el tabú del no intervencionismo internacional del Bundeswehr vigente desde 1945, consintió los secuestros de dos de sus propios ciudadanos, uno de origen libanés y otro de origen turco, en Kabul y Pakistán, respectivamente. En Guantánamo, uno de ellos fue incluso interrogado por agentes alemanes y el actual líder socialdemócrata, entonces ministro de exteriores, Frank-Walter Steinmeier, se desentendió del asunto. Ambos resultaron ser inocentes y fueron puestos en libertad años después. En Palestina, la UE es incapaz de trabajar para la creación de un Estado Palestino, sin duda la medida más eficaz contra el radicalismo islámico en todo el mundo y un imperativo moral incontestable. En Afganistán, Europa se ha volcado con tropas en la guerra del Pentágono. Con decenas de miles de soldados europeos metidos ocho años en aquel barrizal, ya hasta resulta difícil calificar el asunto como "guerra del Pentágono", de la misma forma en que todo ese colaboracionismo en materia de tortura y secuestro de sospechosos, impide clasificar Guantánamo como algo exclusivamente "americano"…. El sentido de la duda Así pues, éste es el sentido, claro y concreto, de la pregunta sobre el A 400 M, esa noticia que dejamos a las secciones de "economía". La Europa Unida que se pretende mejor es la fiel servidora de casi todo lo que critica al Pentágono en nombre de sus "otros valores", y no hay viso de que sus objetivos en el mundo sean diferentes. El sentido de esta duda sobre el incipiente nuevo militarismo paneuropeo es meridiano. Lo que la UE hace como subalterna, ¿dejará de hacerlo cuando llegue a ser autónoma y soberana militarmente?. Es un tema central para el debate europeo. El ejército de la UE es, seguramente, necesario, pero ¿para hacer qué?, ¿para hacer en el mundo lo mismo que hace el Pentágono?, ¿para "agarrar" recursos energéticos globales, como tan claramente ha dicho Merkel?. Son las preguntas que evoca el inocente avión que despegó el viernes bajo el soleado cielo de Andalucía. LA VANGUARDIA. 13-12-2009

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