En un mes quieren tener cerrado el acuerdo para la reforma laboral, o lo que es lo mismo para la rebaja de los salarios. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anuncia que para el 12 de abril quiere presentar en la mesa del diálogo social la propuesta del gobierno sobre la reforma laboral con el objetivo de tenerla aprobada para finales de abril.
Imlacable el gobierno de Zapatero coloca una tras otra las patas con las que pretende apuntalar con mano de hierro la receta del 25% de los grandes centros financieros europeos y un puñado de bancos y monopolios para el trasvase de la cuarta parte de salarios y rentas de la mayoría de la población a las cuentas de banqueros y monopolistas. La reforma laboral-rebaja salarial que anuncian es una de las cinco patas en las que se asienta el atraco a los salarios y las condiciones de vida de los trabajadores, junto con la rebaja de las pensiones, los recortes sociales (sanidad, educación…), la subida de impuestos y la subida de la tarifas de los servicios básicos (luz, gas, butano, gasolina…).Desde el ministerio de Trabajo se anuncia no sólo la fecha para llegar a una acuerdo sino que está dispuesto a hacer nuevas concesiones a la gran patronal –rebaja de entre 1 y 1,5 puntos en las cotizaciones a la Seguridad Social- para cerrar la reforma. Una concesión que imposibilitó el acuerdo hace unos meses y que ahora el gobierno está dispuesto a conceder y hacer que acepten los sindicatos. Los recortes en las pensiones pagarían esta rebaja de unos 4.500 millones de euros en los ingresos de la Seguridad Social. Rebajar salarios y el coste del despido Pero el centro de la reforma en el que gobierno, sindicatos y patronal están de acuerdo y casi pactado de hecho gira entorno a las nuevas formas de contrato para jóvenes y al “modelo alemán” de reducción de jornada, y tiene un objetivo fundamental: rebajar los salarios y el coste del despido.La especial brutalidad con que la crisis está castigando el empleo juvenil (más precario y temporal y por lo tanto fácil de despedir, el 40% de los trabajadores jóvenes está en el paro) está siendo aprovechada para dar una vuelta de tuerca más a lo que ya está implantado por reformas anteriores: el despido libre cada vez más barato y salarios cada vez más reducidos para los jóvenes trabajadores. Bajo la apariencia de un contrato “indefinido” para jóvenes lo que se oculta es una rebaja real de los costes del despido. Generalizar el contrato de fomento de empleo para convertirlo en el contrato tipo de los jóvenes como pregona Zapatero no es más que una forma de rebajar legalmente las condiciones del despido: 33 días por año y un máximo de 24 mensualidades, frente a los actuales 45 días y hasta 42 mensualidades. ¿Qué contrato puede ser “indefinido” con despido libre y barato?¿Y qué es el “modelo alemán” de reducción de jornada, otro de los descubrimientos de Zapatero, sino una doble estafa en toda regla? Por una parte, permitirá, especialmente a las grandes empresas, reducir la jornada y el sueldo de sus trabajadores, a cambio de que el Estado se haga cargo de una parte (en torno al 70%) del salario que deja de percibir el trabajador. Por otra el Estado se ahorra la prestación por desempleo.Pero el trabajador habrá sufrido un doble atentado a su salario: primero, perdiendo entre un 15% y un 20% de su salario real por la reducción de jornada; y segundo perdiendo sus derechos de paro de cara a un futuro despido, si finalmente se imponen los criterios del ministerio y se contabiliza a cuenta del desempleo la parte salarial pagada por el Estado.Las dos grandes centrales sindicales, CCOO y UGT, han entrado en el juego de esta negociación y, por lo tanto, sus dirigentes se están comportando como parte del entramado organizado por las grandes potencias y la oligarquía financiera para saquear impunemente a los trabajadores. Denunciar lo que la reforma laboral significa y romper ese “matrimonio” ha de ser uno de los objetivos en el movimiento obrero.