Uno de las grandes proclamas ‘sociales’ del gobierno del PP ha sido la del mantenimiento nominal del poder adquisitivo de los pensionistas, que de acuerdo a la última reforma subieron un 0,25%. La carta que la ministra Fátima Báñez envió a los buzones de todos los pensionistas anunciaba una subida de… 50 centimos, 1 o 2 más al mes. Una carta más costosa que la propia subida, al tiempo que el la brutal subida del IPC -en particular el atraco eléctrico- no para de atacar de forma inmisericorde el bolsillo de los jubilados.
La cruel realidad es que gracias a los recortes el poder de compra de los pensionistas, es decir su salario real, será una media de 142€ menor en 2016. Y en 2050 su pensión real será un tercio más baja de la que tenían derecho antes de las sucesivas reformas. Cualquier “subida de pensiones” que no sea igual o mayor al IPC es en realidad un empobrecimiento, un recorte deliberado y con alevosía al poder adquisitivo de 8,5 millones de pensionistas en España, un sector social que además de soportar una de las pensiones más bajas de Europa, sostiene a buena parte de la población desempleada, con millones de familias con todos sus miembros en paro viviendo de nuevo en casa de los padres o de los abuelos.
Las distintas reformas laborales han ido haciendo que la parte de la vida laboral que sirve de base para el cómputo de las pensiones se vaya alargando, desde los 18 años actuales hasta los 25 previstos para 2022, y con la firme intención de la CEOE o del FMI de que se compute toda la vida laboral. Cuanto más se alarga hacia atrás en el tiempo este periodo, menor es la base de las pensiones, y menor su cuantía.
«Cuanto más se degrade el sistema público de pensiones y de sanidad, más rápida y potentemente podrá despegar el sector de los fondos privados de pensiones»
Este empobrecimiento deliberadode las pensiones -diseñado desde las políticas de austeridad dictadas por la Troika (el FMI, el BCE y la Comisión Europea)- no tiene ninguna intención de detenerse. Cuanto más se degrade el sistema pú- blico de pensiones y de sanidad, más rápida y potentemente podrá despegar el sector de los fondos privados de pensiones, uno de los principales nichos de negocio de los bancos anglosajones, holandeses o alemanes. Un negocio millonario que hasta ahora se ha mantenido en márgenes residuales en España, dada la universalización del sistema público.
Recortar las pensiones, haciendo que sean cada vez más insuficientes para una jubilación digna. Y que los trabajadores estén bien advertidos (o valdría mejor decir amenazados). Este es el objetivo de esta iniciativa. ¿Por qué no un simulador de cómo sería su pensión sin recortes? ¿Por qué no un simulador de ‘las pensiones que podrían y deberían ser’ con una política de redistribución de la riqueza?