Hacienda pide a los gobiernos autonómicos una "revisión del gasto" en educación y sanidad

¿Y por qué no recortar su despilfarro?

El gobierno de Zapatero va cuesta abajo y sin frenos en su carrera por imponernos a la población onerosos recortes. Primero, la jubilación a los 67 años, luego la reforma laboral «a la alemana»… Ahora el secretario de Estado de Hacienda pide a las comunidades autónomas que «contribuyan a controlar el déficit realizando una revisión del gasto, especialmente en lo que concierne a sanidad y educación». Los recortes sociales sin careta. No hay que limitar el ingente despilfarro de recursos públicos, ni la galopante corrupción… Para el ministerio de Hacienda, hay que cuadrar las cuentas públicas aplicando la tijera a partidas sociales tan sensibles como sanidad o educación.

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ha desvelado or fin el auténtico significado del “plan de austeridad” con que el gobierno pretende reducir el escandaloso déficit público.¿En qué partidas quiere ahorrar Zapatero?El segundo de Elena Salgado ha pedido hoy a las comunidades autónomas que adopten medidas similares a las que se ha comprometido el Gobierno para controlar el déficit, y les conminó a realizar una revisión del gasto, especialmente en lo que concierne a sanidad y educación.Ocaña afirma que “sería buena idea que las comunidades, por una parte, hicieran una revisión de la gestión que hacen de los servicios, particularmente sanidad y educación, y que buscaran formas de racionalizar ese gasto. Ése es un esfuerzo que hay que hacer”.Proponiendo “limitar la contratación de nuevos funcionarios”, “moderación salarial”, y en general “revisar todos los programas de gasto”.Menos médicos, menos profesores… y más precarios. Aplazamiento en la construcción de nuevas escuelas o en la remodelación de hospitales. Limitación de programas sociales…Todo esto significa la “racionalización del gasto” en sanidad y educación que propone el secretario de Estado de Hacienda. Las comunidades autónomas son una monstruosa máquina de gastar el dinero público. Creando un gigantesco aparato burocrático al servicio de las élites locales. Despilfarrando el dinero público en gastos supérfluos. Permitiendo el robo del dinero de todos a través de tramas de corrupción.Sin embargo, Hacienda no propone, en primer lugar, cortar todas estas sangrías, de las que se aprovechan las burguesías locales, sino recortar el gasto en sanidad y educación, servicios esenciales de los que depende el nivel de vida de la mayoría de la población.

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