Música

XXII Premios de la SGAE

El pasado 12 marzo se celebró en el Palacio de Congresos de Badajoz la 13ª edición de los Premios de la Música que convoca la SGAE. Desde hace diez años tanto los finalistas como los premiados son el resultado de un proceso de votación en el que participan profesionales de la música, asociados a la SGAE, y una selección de profesionales de la prensa musical nacional e internacional, compañí­as discográficas, agencias de representación artí­stica y establecimientos comerciales de música. Pese a la lí­nea errática de «persecución» de los derechos de autor que dirige a esta sociedad musical, el resultado de la gala solo dejó un pequeño hueco abierto: la inmensidad de los que aspiran y bregan.

Como viene siendo habitual en los últimos acontecimientos de reconocimiento musical, Vetusta Morla con su tema “Coenhague” y como mejor álbum de pop alternativo, volvieron a sobresalir merecidamente. Sigue siendo noticia que grupos independientes impongan su criterio. Como es el caso de la madrileña Lourdes Fernández – Russian Red –.Varios de los premiados no sorprendieron, pero no lo hicieron gratamente; son aquellos a los que se les esperaba: Pitingo, en liza de lujo con La Shica, Nena Daconte con Amaral, y Amaral – mejor álbum con “Gato negro, Gato rojo” – con Diana Navarro, y Diana Navarro con su “Camino Verde” con Buika… tanto los premiados como los finalistas o son de desarrollo independiente o de profunda raíz.En el caso del uruguayo Jorge Drexler, el premio al mejor álbum de pop – “12 segundos de oscuridad” – fue decidido con superioridad, a saber. La opción inmediata se presentaba con Carlos Goñi que, pese a una larga trayectoria para tratarla a parte, no parece que el camino emprendido le permita sobresalir. Sea por lo sombrío de alguna de sus letras o por el estilo unidireccional del que no se mueve, fue vencido por la delicadeza de Drexler y una fórmula conocida: la del experimento hablado tipo “Disneylandia” y las texturas evolucionadas de anteriores trabajos. Todo y echándose de menos los juegos digitales de sus primeros trabajos, como aprendiendo de Silvio Rodríguez pero con distancia respetuosa y algo de bossa.Gran duelo también de titanes entre MClan y la conjunción de Andrés Calamaro y Fito Cabrales, y la honrosa “segunda plaza” de Arianna Puello sucediendo a los tremendos Orishas y su “Cosita Buena”.En lo que hace referencia a los “incontestables”, Carmen Linares, Bebo y Chucho Valdés, y Carmen París; dar al play y quitarse el sombrero, nada más.Después Marina Rossell, Joan Albert Amargós, Eduardo Paniagua, Sergio Dalma – mejor canción en catalán – Benito Lertxundi, Uxía, Esther Fonseca, y el premio a la mejor gira para Miguel Bosé.Con permiso de técnicos y arreglistas, mención especial merece Pablo Guerrero, el poeta y “científico musical” de semilla extremeña que lleva más de 40 años rondando la sabiduría.Todo bien, de colección. Menos lo que no estuvo, que suele pasar. ¿Para cuándo un premio de calle, de rincones y mutismo a gritos? Propuesta: Premio “lo que nunca se oye porque no le dejan”. Que financien a un cámara y un crítico que se recorra el país censando lo que hay, todo lo que hay. Se habilita una “web inventario” y se integra el voto popular. No solo serviría para el premio, también una fuente para las discográficas y un manual de consulta para profesionales.Y que lo financien todo con los beneficios del canon digital que obtiene la SGAE. Como la plataforma que propone financiar las obras viales con el dinero de las multas.

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