Wall Street y la City cargan contra España

Vuelven los que nos amenazan

Una de las primeras consecuencias del 29-S -esa huelga que según algunos nunca existió y que según otros todos han perdido- ha sido que el gobierno se ha visto obligado a lanzar discretamente el globo sonda de una retirada de la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años, a cambio de aumentar de 35 a 40 años el tiempo de cotización necesario para poder cobrar el cien por cien de la pensión.

Globo sonda que constituye un nada disimulado intento de “cootar”, o al menos neutralizar, a las cúpulas sindicales, buscando una negociación con ellas para tratar de romper por el punto que suponen menos firme del amplio frente de rechazo popular activo puesto de manifiesto el 29-S. Pero al mismo tiempo, la simple posibilidad de un movimiento de este tipo –que implicaría concesiones aunque fueran mínimas a los sindicatos– ponía en guardia a Wall Street, el FMI y la City londinense. Desde ellos le han llegado ya a Zapatero las primeras advertencias y amenazas. El portal económico de la agencia británica Reuters, afirmaba dos días después del 29-S que el gobierno debe “continuar con sus planes de reforma, como el del sistema de pensiones”, amenazando con que, en caso contrario, “un paso en falso” del gobierno en este terreno podría provocar un giro en unos “mercados volubles”, elevando el diferencial de la deuda española a los niveles de Irlanda o Portugal. Es decir, una vuelta a las “tormentas” financieras del pasado mes de mayo, cuando la bolsa española se hundió en 48 horas, el precio de la deuda se puso por las nubes, Merkel amenazó abiertamente a España culpándola públicamente de la crisis del euro y Obama llamó a Zapatero poniéndolo firmes y poco menos que dictándole el plan de ajuste que presentaría al día siguiente en el parlamento. El Lehman Brothers de Europa Pero las amenazas más serias en esta ocasión están llegando del otro lado del Atlántico.Sólo 24 horas después del 29-S, el Wall Street Journal llegaba a calificar a España en un video colgado en su edición digital como el “Lehman Brothers de Europa, el país en el que se está luchando la batalla crucial de la eurozona”. La frase lleva implícita una doble amenaza. En primer lugar, como dice la Biblia financiera de Wall Street, España es “el país en el que se está librando la batalla crucial en Europa”. En tanto que Grecia. Irlanda o Portugal –los países que ya han caído en el abismo o están a punto de hacerlo– son economías demasiado pequeñas para decidir por sí mismas el futuro inmediato, es en España donde se pueden crear las condiciones para que estalle una “tormenta perfecta”. Salvando todas las distancias, de la misma forma que en 1936 España fue el escenario donde se representó la cruenta antesala de lo que iba a ocurrir en toda Europa, y en el mundo, sólo tres años después, también en la actualidad nuestro país aparece como uno de los escenarios cruciales donde se está librando la batalla en el campo de los países capitalistas desarrollados entre las oligarquías financieras de las grandes potencias y los pueblos y países. De cómo (y hasta dónde) pueda desarrollarse su proyecto de rebajarnos un 25% los salarios y rentas al 90% de la población y de las resistencias que encuentren, va a depender (o a tener una gran influencia) el desarrollo futuro de los acontecimientos. Si España cae, los pueblos de Bélgica, Italia, Inglaterra, Francia,… no tardaran en seguir su camino. De ahí la excepcional importancia que los grandes medios de comunicación de las oligarquías financieras anglosajonas conceden a ganar la batalla en nuestro país, advirtiendo a Zapatero que no le van a permitir ningún paso atrás. Lo que anuncia que el control, la vigilancia y las presiones sobre nosotros no van a hacer sino aumentar en los próximos meses. Algo de lo que ya ha tomado buena nota el gobernador del Banco de España, que en una reciente comparecencia en el Congreso instaba al gobierno, además de ponerse ya a la reforma de las pensiones sin contemplaciones, a diseñar un plan B de nuevos recortes en el gasto público, previendo que el profundo y prolongado estancamiento de la economía española va a provocar un descenso en los ingresos previstos en los Presupuestos Generales del Estado. Y que, en consecuencia, habrá que hacer nuevos recortes a pensionistas y funcionarios, en educación o sanidad porque hay que mantener la “credibilidad ganada” en unos mercados en los que “la inestabilidad va a continuar y durante mucho tiempo estaremos sometidos a una vigilancia muy intensa”. ¿Un corralito para España? Pero el mensaje del WSJ lleva una segunda amenaza mucho más terrible y demoledora. Calificando a nuestro país como “el Lehman Brothers de Europa”, lo que se está diciendo es que también con España se puede hacer la excepción que se hizo con el banco de inversión norteamericano, a quien no se aplicó la benevolente sentencia que sí se aplicó a otros de “demasiado grande para dejarlo caer”. Asimilar a España con Lehman Brothers lleva implícito el mensaje de que también se la puede dejar caer en el abismo si no se ajusta al guión. Una amenaza que conecta directamente con la predicción hecha estos mismo días por Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y premio Nobel de Economía, acerca de que los especuladores a corto plazo en el mercado pronto podrían empezar a poner presión sobre España. Según Stigliz –quien siempre se ha mostrado como un feroz crítico con la gran banca mundial, el FMI y las medidas de ajuste impuestas por ellos–, sí España acata estas reglas del juego dictadas por las grandes oligarquías financieras del planeta, puede llegar a entrar en una “espiral mortal” similar a la que sufrió Argentina en 2001 y que la condujo al corralito financiero y bancario, es decir, a una depreciación abrupta. a una pérdida súbita de más de un 30% de su riqueza nacional. Para Stiglitz, la única solución aceptable para España debería ser una devaluación competitiva de su moneda. Lo que por un lado depreciaría el valor de la deuda a la que tenemos que hacer frente, y por otro haría más competitivas nuestras exportaciones en el mercado mundial. La pertenencia al euro hace inviable una alternativa de este tipo, por lo que el premio Nóbel cree que la mejor solución sería que Alemania abandonara el euro. Algo lógicamente impensable, ya que en torno a la moneda única Berlín ha construido una cadena de dependencias y sometimientos económicos que son los que le están permitiendo mal que bien sortear la crisis, a costa de cargar la factura sobre sus “socios” más débiles y dependientes. Lo quieren todo y lo quieren ya Hace ahora casi 6 meses, en abril de este mismo año, nuestras publicaciones analizaban cómo dos acontecimientos encadenados nos ponían sobre la pista de lo que estaba ocurriendo con nuestro país. Acontecimientos que comenzaron con la “veda” desatada contra la economía española, poniéndola al nivel de Grecia o de Portugal, y que tuvo su conclusión con un mini-crash del Ibex-35, una caída de más del 6% en un día, que recordaba a las jornadas posteriores al derrumbe de Lehmann Brothers y siguieron, de forma prácticamente simultánea, con el “ninguneo” de Obama hacia Zapatero, haciéndole acudir a Washington a participar a una jornada de oración para, a continuación, no dedicarle ni cinco minutos de su tiempo. Ambos hechos aparentemente sin relación, dijimos entonces, nos remitían sin embargo a un mismo escenario: el escenario donde se estaba decidiendo el nuevo orden mundial y la redistribución de fuerzas del campo imperialista. Y, en consecuencia, al papel otorgado a España en esta nueva configuración del orden imperialista. Un nuevo escenario de redistribución del poder económico mundial, en el que a las viejas potencias imperialistas (y en primer lugar a la superpotencia yanqui) se les está achicando el espacio del que antaño disponían para revalorizar, incrementar y acumular capital. Una tendencia que no hace sino agudizarse al mismo ritmo en que las viejas potencias se hunden en el estancamiento tras la crisis y los países emergentes (con China a la cabeza) siguen su imparable camino de desarrollo. En estas condiciones, proceder a una redistribución interna de fuerzas en el campo imperialista, fijar una nueva recategorización de los países que forman parte de él, haciendo que se coloquen de acuerdo a la jerarquía real que cada uno tiene según su fuerza económica, política y militar había pasado a ser una exigencia de primer orden. Exigencia que para España suponía dejarla caer hasta donde determinara su propio peso. Hoy ya podemos empezar a vislumbrar lo que esto significa: en este breve período de tiempo España ha pasado a ser la 9ª economía de mundo por su PIB a la 12ª. El espejismo de una España situada como “novena potencia económica del mundo” gracias al gigantesco proceso de endeudamiento facilitado por las grandes potencias europeas ha llegado a su fin. Abriendo un período de “caída libre” hasta una especie de tercera división mundial, junto a países como Irlanda, Grecia y Portugal. El tiempo transcurrido desde entonces no han hecho sino acelerar y agudizar este proceso. Y si, como es altamente probable, las mayores potencias capitalistas siguen estancadas y retrocediendo frente a los emergentes, las presiones y los ataques contra España pueden llegar a multiplicarse en los próximos meses. Y los planes de ajuste aplicados por Zapatero ser un simple aperitivo de lo que está por venir. Frente a la idea de que nada podemos hacer porque son los mercados los que nos imponen los planes de ajuste, lo único cierto es que si nada hacemos, “los mercados”, ese eufemismo tras el que se ocultan las grandes potencias y las oligarquías financieras mas poderosas, se encargarán de enviarnos al abismo. Llevados de su voracidad y de su necesidad, esta gente lo quiere todo. Y lo quiere ya. El 29-S les hemos dado una primera y exitosa respuesta. Ahora debemos apresurarnos en convertir todo el capital acumulado durante la huelga general en fuerza consciente y organizada. El tiempo apremia. España y la Argentina del corralito Kamal Ahmed Joseph Stiglitz, (…) ex economista jefe del Banco Mundial y ganador del premio Nobel (…) predice que los especuladores a corto plazo en el mercado pronto podrían empezar a poner presión sobre España (…) La semana pasada, Moody’s rebajó la calificación crediticia del país de AAA a Aa1 (…)"En estos momentos, España no ha sido atacada por los especuladores, pero puede que sea sólo una cuestión de tiempo". Al igual que en el caso de Grecia, Stiglitz cree que los especuladores todavía no han abandonado la presa, convencidos de que la debilidad de la economía española(…) juega a su favor."Las respuestas ingenuas –recortar el gasto y/o subir los impuestos– sólo empeorarán las cosas(…)","Bajo las reglas del juego, España debe reducir sus gastos, lo cual es casi seguro que aumentará aún más su tasa de desempleo ", dice. "A medida que su economía se desacelera, la mejora en su situación fiscal puede ser mínima. España puede estar entrando en el tipo de espiral mortal que afectó a Argentina sólo una década atrás. Sólo cuando Argentina rompió su paridad cambiaria con el dólar comenzó a crecer y su déficit disminuyó"."Si a Grecia y España se les hubiera permitido devaluar su divisa, sus economías se habrían reforzado gracias a las exportaciones", afirma el economista (…) THE SUNDAY TELEGRAPH. 3-10-2010 España sobrevive a su última rebaja Fiona Maharg Bravo Los tiempos son difíciles cuando los mercados acogen con alivio la rebaja crediticia de España. Moody’s es la última agencia de calificación de rating que golpea la AAA española, pero la (…) rebaja se esperaba y podría haber sido más grave (…) Si el crecimiento se estanca, como parece probable, tendrá que hacer algo más.(…) El Gobierno socialista tiene como objetivo reducir el déficit presupuestario al 6% del PIB en 2011, y alcanzar el límite deseado por la UE del 3% en 2013.Pero estos planes se basan en previsiones de crecimiento optimistas que impulsan las proyecciones de ingresos. Moody’s (…) advierte que seguramente tendrá que adoptar más medidas para alcanzar sus metas a partir de entonces.(…) España no debe caer en una falsa sensación de seguridad. El diferencial de la deuda española puede estar mucho más bajo que el de Portugal e Irlanda. Pero los mercados son volubles y España aún depende mucho de ellos. Todavía se enfrenta a las necesidades de financiación de la deuda de 192.000 millones de euros el próximo año, de los cuales 43.300 millones son de deuda nueva. Esto debe mantener la presión sobre el Gobierno para continuar con sus planes de reforma, como el del sistema de pensiones. Un gran paso en falso y el estado de ánimo de los mercados podría dar un giro. BREAKING VIEWS. 1-10-2010 Wall Street Journal ataca a España ¿Muy grande para caer o muy grande para salvar? M. Igartua Apenas ha pasado una semana desde que José Luis Rodríguez Zapatero se reunió con el consejo editorial de The Wall Street Journal y esa misma publicación (…) arremete duramente contra España, a la que responsabiliza de la situación de Europa (…)“España es el país en el que se está luchando la batalla crucial de la eurozona,” asevera en los primeros compases. “Es el Lehman Brothers de Europa”.El rotativo defiende que los síntomas de la gran recesión continúan estando presentes en nuestra economía. Elevado déficit, un sistema bancario en problemas, un gobierno paralizado…“España está congelada en un momento de la historia en el que se va a juzgar a los gobernantes sobre qué lejos van o podrían ir para descongelar el progreso”.En este sentido, la pregunta que se hacen es “¿es el país muy grande para caer o muy grande para salvar?”.Para justificar sus duras afirmaciones, los reporteros hacen un recorrido por la situación económica del país, comenzando por el desempleo, al que dedican el mayor espacio del video (…)La segunda escala en su recorrido es, cómo no, la burbuja inmobiliaria. Los dos ejemplos claros son Marbella y Seseña, dónde muestra las imágenes de cientos de viviendas abandonadas en mitad de la nada.Habla también de las medidas de austeridad, que van a ser insostenibles, de la clase política, de la deuda… y finalmente se pregunta, con una deuda entre pública y privada del 270% del PIB, “¿Quién va a ser el que salve a un país en esta situación? No hay nadie que lo vaya a hacer.” EL CONFIDENCIAL. 1-10-2010

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