Las gasolineras suben los precios un 5% más

Voracidad sin lí­mite

Tras la entrada en vigor la subida del Gobierno del impuesto sobre hidrocarburos, las gasolineras han aprovechado el cambio en la tributación para disparar los precios. Un incremento que se suma a los nuevos impuestos sobre hidrocarburos en 2,9 céntimos por litro. Según los datos del boletí­n petrolero de la UE, en España el litro de gasolina alcanzó los 1,075 euros, un 4,9% más caro que en la semana anterior, mientras que el del gasóleo se situó en 0,951 euros, un 5,2% más.

Según el gobierno, con el incremento de los hidrocarburos nos está haciendo un favor a los consumidores ara que haya más “moderación en el consumo” y, por tanto, disminuya la emisión de CO2. ¡Menuda trola! Según los datos del Boletín Petrolero de la UE, en nuestro país llenar un depósito medio de gasóleo de automoción de 55 litros cuesta ahora 52,3 euros, unos 2,5 euros más que hace una semana. Lo más sorprendente de estos datos es que las grandes gasolineras suban el precio “por la cara” y no haya ningún organismo que las penalice ¿ Acaso no existen unas leyes, normas o medidas que pongan límites a la voracidad de los emporios de la gasolina?Este incremento no es, por supuesto, un hecho aislado. Desde el inicio del 2009 la gasolina 95 ha subido un 14,4% de media, mientras el petróleo se ha encarecido en torno al 12%. Una diferencia del 2,4% que nadie puede explicar a qué se debe.Repsol, Cepsa y BP, conjuntamente controlan más del 80% de las gasolineras del país. No compiten ofreciendo mejores precios, sino que los “pactan” entre ellas. El 90% de los contratos de las gasolineras son impuestos por las grandes petroleras con una cláusula de exclusividad. De esta manera las pequeñas gasolineras sólo pueden comprarles a estos emporios y vender a los precios que las petroleras deciden. En este mercado altamente concentrado en manos de un puñado de petroleras se celebra un bacanal monopolista. Por ejemplo, en España el petróleo se ha abaratado un 49,7% desde marzo del 2008, sin embargo la gasolina lo ha hecho sólo en un 19,4% y el gasóleo cuesta únicamente un 27,2% menos. Por norma, cuando baja el precio del petróleo este decremento no se traslada al precio de la gasolina. Pero en los períodos en los que el precio del petróleo se dispara el incremento a las gasolinas es inmediato y superior. El último incremento, absolutamente injustificado, del 5% por parte de las gasolineras y sin ninguna consecuencia para las mismas, vuelve a poner de manifiesto que estamos ante el gobierno de los monopolios. Las gasolineras manejan el precio de los carburantes –y sus márgenes de beneficios- a su antojo y con la complicidad del gobierno. No hay competencia, no hay “libre mercado”, no hay protección de los intereses de los consumidores… sólo existe el gobierno de los monopolios. En tiempos de crisis esta situación, ya de por sí indignante, se vuelve manifiestamente antagonica con los intereses generales de la población y es cada vez más insostenible.

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