Cataluña. Crisis Seat

Volkswagen juega sucio

UGT vendió, en el pasado referéndum, la congelación salarial durante un año para facilitar que el Q3 viniera a Martorell. Ahora amenaza, ante las nuevas condiciones de Volkswagen que si no viene el Q3 no hay congelación salarial. Pero la realidad es que «le ofrecieron un dedo para contentar a la bestia, y ahora la bestia, visto lo visto, pide hasta el codo».

Tras el referéndum en SEAT, en el que la dirección amenazó con 1500 desidos si no se votaba sí a la congelación salarial, la cúpula de Volkswagen ha puesto sus condiciones. Quieren nuevos sacrificios, tanto de "créditos, subvenciones y otras opciones imaginativas" por parte de las administraciones central y catalana, como de los trabajadores. ¿Qué se votó en el referéndum? Congelar los salarios este año, incrementarlos la mitad de lo que suba el IPC previsto en 2010 -excepto para los trabajadores que cobran menos, como los oficiales auxiliares-, recuperar en el último trimestre de 2010 parte del poder adquisitivo perdido, en función del comportamiento de los precios y de los resultados de la empresa, y una paga de 200 euros como compensación.De sacrificio en sacrificio. Las reiteradas demandas de "sacrificios" han venido lanzadas en las últimas fechas por Seat , por el Gobierno catalán y por UGT, cuyo sindicato mandó a su secretario general, Cándido Méndez, y al responsable de la federación del metal, Manuel Fernández, Lito, a reforzar el resultado positivo del sí en el referendum del pasado 19 de marzo. ¿Cómo nos vamos a extrañar ahora que la empresa pida más? Quieren dos años de congelación salarial, junto a más ayudas de las administraciones. Argumentan que es la forma de superar la oferta de costes de la planta eslovaca de Bratislava (casi 600 euros menos por coche que en la planta catalana de Martorell).El Ministerio de Industria no incluyó a Seat en la propuesta de concesión de los 800 millones de ayudas del Plan de Competitividad de Automoción a la espera de que Volkswagen aprobara la adjudicación del Q3 a Martorell, amenazando con que se retirarían parte de las ayudas si ésta no se producía. Por otro lado UGT afirma que si no viene el Q3 Volkswagen debe olvidarse del preacuerdo sobre congelación salarial. Parecen firmes. Peo sólo lo parecen.Ahora, tras una reunión en Alemania, la cúpula de la empresa, el consejero de Innovación de la Generalitat, Josep Huguet, y el Ministerio de Industria han acercado posiciones. Veremos a ver en cuánto han cedido. Pero la política de dar ayudas permanentemente a las multinacionales en España sin poner condición alguna sobre el tope en salarios y primas de sus máximos ejecutivos, como se hace en EEUU, o sobre la reinversión de un porcentaje mínimo de beneficios en el país, o sobre el que si hay ayudas se suspenden todos los EREs, está dejando al descubierto en plena crisis, la servicialidad del estado y de ciertas cúpulas sindicales que, en nombre de salvaguardar el empleo, ceden a todos los chantajes.

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