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Denuncian que la crisis «sirve como detonante y justificación de las privatizaciones». La sanidad aporta un 20% a la esperanza de vida de la que disfrutamos hoy. Si le esperanza de vida que hasta ahora separaba a los habitantes de los barrios ricos de las ciudades españolas a los barrios obreros era de unos 15 años, preparémonos a que la distancia se haga sangrante.
El día en que vamos a ir a urgencias y nos van a cobrar, o tendremos que pagar por un TAC o una ecografía, se acerca. Esto no es más que un salto en el trasvase de rentas de los bolsillos de todos hacia los grandes capitales financieros y farmacéuticos.
Poco tiene que ver con que no es sostenible la sanidad actual. Efectivamente, la sanidad gratuita y universal exige de una economía productiva que la sustente. Sólo dedicando un 6,5% del PIB (cuando la media europea es del 7,6%) la española era puesta de ejemplo en el mundo entero. Cuanto más si lo que se destapa ahora es el inmenso saqueo de las arcas públicas que han llevado adelante farmacéuticas, autonomías y bancos. « El día en que vamos a ir a urgencias y nos van a cobrar, o tendremos que pagar por un TAC o una ecografía, se acerca«
Farmaindustria reclama una deuda de 12.000 millones de euros, algo más de la mitad (6400 millones) en medicamentos; el resto de insumos hospitalarios y tecnología. Hasta ahora, cada dos, tres o cuatro años la administración central liberaba partidas extraordinarias para poner a cero el déficit autonómico. Las farmacéuticas se cobraban los pagos atrasados con un 8 o un 9% de interés porque el crédito era barato y abundante. Por tanto para las farmacéuticas adelantar los medicamentos sin cobrarlos ha sido un chollo. Se los cobraba tarde, sí, pero mucho más caros. Por no hablar de las comisiones que han pagado en una u otra autonomía para que se negociaran precios más altos; los sueldos estratosféricos que han cobrado los altos cargos de los departamentos sanitarios…
El gasto farmacéutico estatal, central y autonómico, ha sido, bajo la fachada de la sanidad pública, universal y gratuita un auténtico trasvase permanente, negocio seguro a cuenta de las arcas públicas. Actualmente son 11.000 millones al año.
Aunque España supone el 2% de sus ventas globales, las farmacéuticas exigen, ante los nuevos ajustes para rebajar el gasto público, el pago de la deuda bajo amenaza de cortar el suministro de medicamentos como ha hecho en Grecia, la deslocalización de sus plantas de producción en España o la cancelación de proyectos de investigación.
Por tanto la alternativa que baraja el gobierno es que el estado reduzca lo que ellos llaman el catálogo de servicios sociales, que instaure el copago al principio en el pago farmacéutico después en prestaciones y servicios; que deje de financiar fármacos para problemas menores como catarros (al fin y al cabo sus patentes ya expiraron y son baratos) y se centre en financiar los fármacos más costosos e innovadores (cáncer, SIDA…) en los que ellas tienen el monopolio absoluto. Mientras el estado Indio está consiguiendo rebajas de hasta un 90% en el precio de los anticancerígenos de Bayer, aquí se maneja la sanidad a las órdenes de Bayer.
Existen estudios de empresa de asesoramiento que prometen ahorros de hasta 13.000 millones si se privatiza la gestión de la sanidad. Números, los de la deuda farmacéutica, el hachazo presupuestario y el ahorro en la privatización… sospechosamente similares. ¿No creen?