Música

Vigo Bebop

Hasta el dí­a 29 y desde el jueves 25, ha tenido lugar en Vigo el V Festival de Jazz «Imaxina Sons». Un foco de difusión de la cultura jazz y un foro de vanguardia musical que desde hace cinco años se echa a la calle con una propuesta artí­stica única en España, desde la que se busca conquistar espacios naturales del jazz y crear canales que le son naturales fuera de los escenarios. Además de un portal de recomendaciones musicales y nuevas experiencias para los amantes del jazz y los buenos degustadores de novedades.

La actuación estelar fue la que inauguró el Festival: Charles Lloyd, uno de los jazzmen más reconocidos e influyentes del anorama. Jason Moran al piano, Reuben Rogers al contrabajo, y Eric Harland a la batería y percusiones son los integrantes del cuarteto con el que Lloyd lanzó “Rabo de Nube” el año pasado. Disco basado en el éxito de un tema instrumental en torno a la composición de Silvio Rodríguez que arrasó al final de un concierto en el Blue Note de Nueva York. Lloyd es el portador en vida del legado generacional de Miles Davis, John Coltrane o Cannonball Adderley, a quien acompañó en su sexteto a mediados de los 60. “Forest Flowers” – editado en 1966 y grabado en directo durante su actuación en el Festival de Monterrey – es ya un indiscutible en el mundo del jazz. "El jazz representa la liberación del espíritu porque es una oportunidad para comunicar la verdad". El viernes dio comienzo el maratón. El pianista asturiano Jacobo de Miguel y el vibrafonista de Orense, Ton Risco, deleitaron con temas de su primer trabajo juntos “Dúo”. A parte de la flexibilidad de un dúo jazzístico, Risco impone la textura de un instrumento que no tocan más de una decena de músicos en España. Formado en Holanda con el vibrafonista Fritz Landerbergen, Risco toca también con el grupo Odaiko y junto a las raíces populares de la música de Jacobo de Miguel ofrecieron una amalgama de temas propios de regusto musical. En la misma Jornada la pianista Rita Marcotulli, de la reciente hornada de músicos de jazz italianos ya forjados y con temple maduro, aportó la delicadeza técnica. Muy recomendable el homenaje a Pink Floyd con Andy Sheppard. El sábado Josetxo Goia-Aribe y la orquesta Jamalandruki. Quizás una de las actuaciones más novedosas, sobretodo para los inculturales del circuito. Una mezcla de folclore flambeado con jazz que tiene como resultado sonidos y compases de la tierra con un aderezo de bebop más que interesantes; desde la jota hasta la marcha mora levantina, el saxofonista navarro produce composiciones de colección y rarezas perdurables. A continuación Anouar Brahem, el músico y compositor tunecino, que armado con su laúd árabe ofreció el contraste necesario a una jornada que obligaba desde el Reino de Sancho, pasando por tierra de koiné mora, a hundir los pies en la tradición mística genéticamente modificada por el jazz. El domingo, la orquesta O.M.E.G.A dio paso a la experimentación capitaneada por Fred Frith, que al día siguiente se unió a la voz de Lucía Recio, francesa de origen andaluz que aprendió a hablar español escuchando coplas. Una prueba para oídos atrevidos que, sin duda, se deleitarán con la miel vocal de Lucía peleándose con texturas bien atrevidas. La guinda vino a cargo del contrabajo de Miroslav Vitous, las palpitaciones de su “Remembering Weather Report” y los ritmos del mejor electric jazz europeo. Un año más… notas, buceo por la red, un par de discos para el tanteo de temporada y la obsesión de una semana.

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