La cumbre de las Américas

Vientos de cambio en Latinoamérica

Raul Castro departió durante horas el pasado fin de semana con siete congresistas de Estados Unidos que «tampoco resistieron la tentación» y viajaron a la capital cubana para «empujar» en favor del deshielo de los nexos entre su paí­s y Cuba.

¿Qué se cocina resecto a Cuba a sólo una semana de una conferencia cumbre de Jefes de Estado o Gobierno de las Américas que tendrá por sede a Trinidad y Tobago con la esperada presencia del llamado «insólito» Presidente de Estados Unidos, Barack Obama?El Mandatario de Bolivia, Evo Morales, debí­a llegar hoy a La Habana para convertirse en el décimotercer dignatario que visita a Cuba en lo que va de año, nueve de ellos latinoamericanos, pero suspendió el viaje para liderar una sugestiva huelga de hambre.El venezolano Hugo Chávez, el decimocuarto, amanecerá este viernes en la Isla, adonde llegará procedente de China, para entrevistarse -dijo- con el Presidente Raúl Castro y el lí­der histórico cubano, Fidel Castro.El nuevo Canciller cubano, Bruno Rodrí­guez, fue recibido ayer por el gobernante brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, durante una visita fugaz e inesperada, y mañana se reunirá con el de Nicaragua, Daniel Ortega. ¿De qué o sobre qué hablaron?El pasado 16 de marzo, el menor de los hermanos Castro recibió en horas de la noche al embajador de Trinidad y Tobago en La Habana, Lester E. Wilkinson, y pocos dí­as después, el 29, se reunió en el Palacio de la Revolución con el Primer Ministro de esas islas-nación, Patrick Manning, al cual aceptó una invitación para visitar el Estado vecino, anfitrión de la mencionada Cumbre.Raul Castro departió durante horas el pasado fin de semana con siete congresistas de Estados Unidos que «tampoco resistieron la tentación» y viajaron a la capital cubana para «empujar» en favor del deshielo de los nexos entre su paí­s y Cuba.Mandatarios de 34 naciones latinoamericanas y caribeñas se reunirán del 17 al 19 en la V Cumbre de las Américas, regiones donde se hacen sentir con gran fuerza los efectos de la crisis económica mundial.Luego de un proceso de negociación iniciado en septiembre del pasado año, en los últimos dí­as los miembros del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres llegaron a consenso sobre el proyecto de declaración final.Sin embargo no se descarta que a partir de los debates de los dignatarios el controversial documento de un centenar párrafos sufra modificaciones.»Asegurando el futuro de nuestros ciudadanos mediante la promoción de la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental», así­ definieron los organizadores el tema del cónclave, al que no asiste Cuba, excluida del sistema interamericano desde 1962 por presiones de Estados Unidos.Tópicos como la crisis económica y la rectificación de la postura hacia Cuba luego de 50 años no aparecen en la agenda de la cumbre, pero varios jefes de Estado aseguraron que abordarán esas problemáticas aquí­, en estos dí­as inundada por efectivos de seguridad.En su reciente visita a China, el presidente venezolano, Hugo Chávez, señaló que en América Latina existe un nuevo escenario polí­tico, y consideró oportuno que las naciones del área reclamen la presencia de Cuba en el mecanismo hemisférico.»Paí­ses pequeños se quedaron callados en cumbres anteriores… pero el nuevo mapa polí­tico es una garantí­a de que el tema será abordado», afirmó el mandatario.La cumbre tiene ante sí­ una región donde más de 96 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza, unos 400 millones de ciudadanos son ví­ctimas de algún tipo de discriminación y 22 millones de jóvenes carecen de oportunidades para estudiar, cifras muy ligadas a las fórmulas neoliberales que pululaban en el hemisferio.Pese a que los actuales gobiernos en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, entre otros, batallan contra las recetas diseñadas en el Norte, oscuras estadí­sticas en materia social prevalecen en el continente.En las Américas, alrededor de 3,2 millones de personas están infectadas de VIH/SIDA, mientras que enfermedades como el dengue, la malaria, el mal de Chagas y la tuberculosis siguen siendo los principales desafí­os para la salud en la región.Previo a la cumbre que tendrá lugar aquí­, los mandatarios de los paí­ses integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se reunirán en Venezuela para unificar su postura de cara al foro de Puerto España.Además de Chávez, está previsto que asistan los presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua; Manuel Zelaya, de Honduras; el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, un representante de Cuba y el mandatario de Paraguay, Fernando Lugo, que participará como invitado especial.El encuentro «dará la ocasión de discutir y llevar posiciones comunes allá, a Trinidad y Tobago», aseveró el lí­der venezolano.De forma paralela a la reunión de jefes de Estado y Gobierno, la capital trinitaria será también sede de la IV Cumbre de los Pueblos, cuyos ejes de discusiones serán la polí­tica de Estados Unidos en el continente y la búsqueda de alternativas a la integración de los pueblos.El diario norteamericano The Washington Post publicó hoy un airado comentario, en el cual sostiene que los diputados del bloque afroamericano del Congreso que viajaron a La Habana durante el fin de semana último y otros legisladores que impulsan la normalización de las relaciones con Cuba, «socavan» la posición de Obama, en su intento por acercarse a ese paí­s, pero sobre la base de precondiciones que Cuba no tolera.Según la influyente publicación, la campaña que se mueve en Estados Unidos en favor de normalizar los nexos y de levantar el embargo, «es liderado por antiguos defensores de la izquierda latinoamericana» como el senador demócrata Christopher Dodd.El mismo periódico revela que en igual sentido soplan los granjeros del Sur, ansiosos por aumentar los 400 millones de dólares en alimentos que ya exportan anualmente a Cuba, a lo cual se suma un potente lobby que apuntalan ciudadanos comunes, empleados de cuello blanco, multimillonarios y, por supuesto, agentes del turismo, a favor del fin de las restricciones para que cubanos-americanos y estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, sin las trabas multiplicadas durante la administración de George Bush.Sólo esa industria inyectarí­a a la endeble economí­a cubana no menos de mil millones de dólares al año.El actual jefe de la Casa Blanca confrontará con un hemisferio donde las proyecciones actuales de las izquierdas nada tienen en común con las europeas, desprovistas de iniciativas, creatividad y energí­a, alejadas de sus bases populares. Una Latinoamérica que ha confrontado un frente antihegemonista, contra la dependencia impuesta por imperialismo y su doctrina Monroe, que lo único que le han dado a la región son dictaduras, pobreza y subdesarrollo.

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