¿Vida en Venus?

Se ha encontrado fosfina en Venus, un gas que se considera biomarcador

Un equipo internacional de investigadores encabezados por la profesora Jane Greaves de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) ha publicado en la revista Nature Astronomy el hallazgo de fosfina (PH3) en un lugar inesperado: la atmósfera de Venus. 

El anuncio ha generado una enorme expectación en la comunidad científica, pero también cautela y escepticismo, debido a que la fosfina (o más correctamente fosfano) se considera un biomarcador, y que podría deberse, como una de las posibles explicaciones, a la actividad biológica.

Hablamos con Felipe Gómez Gómez, coordinador del Departamento de Planetología y Habitabilidad del Centro de Astrobiología del CSIC (INTA-CSIC), asociado al NASA Astrobiology Institute. 

¿Cómo han acogido la noticia en el Centro de Astrobiología, y la comunidad científica en general?

Es una noticia enormemente interesante, pero hay que cogerla con mucha precaución. Los propios autores hablan con gran cautela. No se ha detectado vida en Venus. Es un gran avance, pero es la detección de un compuesto que podría indicar la presencia de vida, pero que también se podría explicar por otros mecanismos no biológicos. 

¿Cómo de concluyente es la fosfina como biomarcador en la exploración astrobiológica?

Una de los aspectos más interesantes de este hallazgo es la concentración inusualmente alta de fosfina en la atmósfera de Venus [entre cinco y 20 partes por cada 1.000 millones]. Es esta presencia anómalamente elevada la que nos indica que hay algo que no conocemos. 

En la Tierra sabemos que el fosfano tiene un origen principalmente biológico, en bacterias anaeróbicas, pero también se puede producir por procesos geológicos, geoquímicos. Es un gas interesante de detectar en Venus, y sobre todo detectarlo en esas concentraciones, que no son explicables si no es con la suma de varios procesos. 

Es una gran noticia, pero no se ha detectado vida en Venus

Aquí tenemos que tener en cuenta que no conocemos bien la química de Venus. No es como el caso de Marte, cuya geoquímica está muy estudiada. Por eso hay que ser precavidos, porque podría haber procesos geoquímicos o fotoquímicos, no conocidos, que podrían explicar estas concentraciones de fosfina.

¿Es entonces la eventual actividad biológica la explicación más probable de la presencia de fosfina en Venus? ¿O lo son los procesos químicos desconocidos?

Si hablamos de probabilidad, en el caso de Venus, no podemos contestar, porque conocemos poco la química de este planeta. Desde el punto de vista de adjudicar cuán de probable es que este fenómeno sea biológico o que no lo sea, no te sabría responder.

Tanto el telescopio de Hawai como el ALMA de Chile han confirmado una absorción en los 1,1 milímetros que se atribuye a la fosfina como explicación más plausible. Pero son necesarias otras observaciones en otras longitudes de onda -por ejemplo en el infrarrojo- para determinar que la “huella dactilar” espectral completa de la fosfina. ¿Cómo de seguros estamos de que lo que se ha detectado en la atmósfera de Venus es fosfina?

Nos ayuda que se ha detectado una señal inusualmente alta en una de las líneas de absorción del fosfano, pero lo que dices es importante. Una de las cosas que hay que confirmar es que esa señal es correcta, que la concentración que se ha detectado es ésa realmente. Pero sobre todo hay que percibir esa otra parte de la señal, en otras longitudes de onda. Efectivamente, no tenemos toda la “huella dactilar”, sino una huella parcial.

Hasta ahora, las infernales condiciones de presión y temperatura en su superficie casi habían descartado a Venus como candidato a albergar vida, pero las condiciones de las capas altas de su atmósfera no son tan inhóspitas, ¿no es así?

Eso es, y es un planeta rocoso. Venus sufrió un efecto invernadero bestial. En su superfice hay unos 450ºC y 90 atmósferas de presión, incompatibles con la vida. Pero si subimos en esa columna de atmósfera unos 25-30 kilómetros, las condiciones mejoran notablemente [a unos 50 km, tendríamos 25ºC y una presión similares a las que tenemos en la superficie terrestre]. 

La vida pudo tener tiempo de surgir en Venus

Los autores de este estudio ya sacaron un artículo en agosto donde ya proponían un posible modelo de cómo podría existir vida en esas capas, donde sabemos que hay aerosoles, pequeñas gotas de medio líquido, aunque con ácido sulfúrico. Es en esas gotículas, muy ácidas, donde ellos proponen la hipotética existencia de ecosistemas microbianos, de microorganismos acidófilos. Pero insisto, esto no es lo que se ha detectado. 

De hecho, antes de que un brutal efecto invernadero convirtiera a Venus en un horno, este planeta -al igual que Marte- tuvo océanos de agua líquida y fue mucho más habitable que hoy. ¿Pudo dar tiempo a que se desarrollara la vida en Venus?

Venus tuvo una evolución bastante diferente a la Tierra y a Marte. Era el planeta más parecido al nuestro pero en su caso, un colosal y rápido efecto invernadero hace unos 700 millones de años lo convirtió en lo que es hoy. 

Pero eso no quita que la vida no tuviera tiempo para surgir. En el caso del planeta Tierra, que tiene una edad de 4.500 millones de años, se estima que la vida empezó nada más enfriarse los silicatos de la corteza, hace 4.000 m.a o quizá antes, cuando el planeta era muy joven. En las rocas más antiguas ya encontramos indicios de vida. El proceso de la vida es difícil de explicar y de entender, de definir y de identificar, pero en el caso de la Tierra sabemos que surgió muy rápido. 

Esto quiere decir que en el caso de Marte, y también de Venus, por supuesto que hubo tiempo para que pudiera surgir vida. Pero en el caso de Venus -si es que acaso ocurrió- la superficie del planeta quedó luego estéril después del drástico y rápido cambio climático, pero la vida podría eventualmente haberse refugiado en las capas altas de la atmósfera

Pero incluso en esas nubes, el ambiente es muy ácido. Si finalmente se confirmara la presencia de vida en la atmósfera de Venus, ¿qué implicaciones científicas tendría el hallazgo de vida en un ambiente tan inhóspito?

Bueno, no es tan extremo. De hecho, mi propio grupo acaba de reportar el año pasado la presencia de vida en ambientes extremadamente ácidos en nuestro planeta, en Etiopía, en pHs cercanos a cero. El pH es -junto con las sales caotrópicas- uno de los factores más limitante para la vida, pero estamos encontrando extremófilos en la Tierra que podrían teóricamente sobrevivir ahí.

El impacto científico y filosófico de hallar vida en Venus sería tremendo, pero no por las condiciones extremas, sino por ser de fuera de la Tierra. 

La Agencia Espacial Europea está diseñando un orbitador de reconocimiento para Venus, EnVision, y la NASA tiene otras dos propuestas, DAVINCI+ y VERITAS. Pero están previstos para más allá de 2030. ¿Este descubrimiento va a espolear la exploración de Venus, y a modificar los proyectos, en el sentido de reforzar los instrumentos de detección biológica?

Creo que sí, que las va a acelerar y que incluso aparezcan misiones a más corto plazo de la ESA o la NASA. Estas misiones no tenían pensado un orbitador que entrara dentro de la atmósfera y pueda hacer estas mediciones, así que creo que se rediseñarán. 

Carl Sagan -que además de ser un genial divulgador era un reputado astrónomo y director del Laboratorio de Estudios Planetarios- estuvo implicado en las misiones a Venus y dejó la puerta abierta a que quizá en las nubes altas de este planeta pudiera quedar un refugio para la vida, dijo siempre que «afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias»…

Así es, hay que ser cauto. Y efectivamente, Sagan aventuró posibles biosferas en la atmósfera de Venus, incluso llegó a postular que algunas manchas oscuras en sus nubes podría ser debidas a la presencia de organismos fotosintéticos.

Si finalmente, dentro de diez años, se confirmara la presencia de vida en Venus, sería sin duda uno de los grandes momentos de la humanidad, de la historia de la ciencia, de un enorme impacto filosófico y científico.

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