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Las elecciones municipales supusieron un respaldo al liderazgo del Partido Socialista, que ha estado gobernando Portugal durante los últimos dos años.
Con una participación electoral del 55% (baja en comparación con la española, pero superior a las anteriores de 2013), las elecciones municipales del pasado 1 de octubre suponen la mayor victoria electoral en la historia del Partido Socialista, artífice, junto con PCP y el Bloco de la política económica que está llevando a Portugal al crecimiento económico sin bajar salarios ni pensiones y sin aplicar más recortes.
Si bien esta subida de votos en la izquierda se ha dado con un trasvase de votos desde los comunistas-ecologistas hacia los socialistas, (de las doce alcaldías nuevas del Partido Socialista, nueve pertenecían a la coalición del Partido Comunista), en general, la suma de votos a los tres partidos de izquierda que permitieron el gobierno antiausteridad de António Costa ha aumentado.
La izquierda en su conjunto supera ya la mitad de los votos municipales, llegando al 51% del voto, lo que les otorga el 60% de alcaldías y el 55% de concejales frente al 35% del voto a la suma de los dos grandes partidos de centro-derecha, 33,74% de alcaldes y 37.68% de concejales.
Han conseguido mayoría en los tres municipios más poblados del país: Lisboa, Sintra y Vila Nova de Gaia. También, Coímbra y Matosinhos. Solo tres grandes ciudades no obtuvieron mayoría socialista (Oporto, Cascais y Oeiras), esta última siendo la única gran ciudad aún en manos del Partido Social Demócrata, de centro-derecha.
De sus dos socios de gobierno, el Partido Comunista mantuvo sus alcaldías en el Alentejo, y el Bloco subió considerablemente en votos en Lisboa y en Oporto.
Derrota del Partido Social Demócrata
Si bien los votos en conjunto a los dos grandes partidos de centro-derecha han disminuido solo un 0’34%, sí es significativa la pérdida de votos y alcaldías del Partido Social Demócrata. Hablamos del partido que más tiempo ha gobernado Portugal y que gestionó los recortes de la Troika entre 2011 y 2015 de la mano de Passos-Coelho. Han perdido un 10% de sus alcaldías y buena parte del voto que el Partido Social Demócrata obtiene es en coalición con otras fuerzas. Actualmente solo cosechan el 16% del voto allá donde se presentan en solitario, muy por detrás del 38% que obtiene el Partido Socialista, señal del manifiesto rechazo popular a las políticas de recortes que Passos-Coelho aplicó entre 2011 y 2015. Como consecuencia de los resultados, Passos-Coelho renunció a volver a presentarse como candidato a liderar su partido, que ahora mismo atraviesa un proceso de presentación de varias candidaturas para elegir un nuevo presidente en enero del próximo año. Consolidación del Bloco de Esquerda
Si bien buena parte del aumento socialista puede achacarse al trasvase de votos de los comunistas en el Alentejo y Setúbal, no ha ocurrido lo mismo con la otra fuerza parlamentaria de izquierda. El Bloco de Esquerda, cuarta fuerza política a nivel estatal, ha aumentado sus votos respecto a las elecciones de 2013, consolidándose como una fuerza estable en moderado ascenso al pasar de 120.982 votos en 2013 a 170.027 (casi un 30% de aumento). No ha conseguido ninguna alcaldía pero sí ha aumentado su presencia de concejales, pasando de ocho a doce en todo el país.