10 años del euro (II)

¿Ventajas para España?

Para los paí­ses con economí­as más débiles, como España, la introducción del euro no ha sido un «éxito» tan total como nos tratan de vender desde todos los medios. Aunque sí­ lo haya sido para el gran capital financiero, para la inmensa mayorí­a de las clases trabajadoras y para los intereses colectivos de nuestro paí­s, los 10 años de euro han supuesto grandes desventajas y enormes sacrificios. Pero sobre todo lo que se nos oculta es que los principales beneficiados con el euro, como con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, han sido las burguesí­as monopolistas de las grandes potencias europeas.

Los diez años de euro han multilicado la dependencia de España de las grandes potencias europeas, sobre todo de Francia y Alemania, lo que se ha convertido en un lastre para la economía española. Y que explica por qué somos el que más caro va a pagar la crisis.Hace unos días recogíamos en De Verdad digital lo que publicaba el periódico inglés Daily Telegrapf: “La economía española necesita (ahora) tipos de interés más bajos y una moneda más flexible. Este no es el caso de Alemania, fuerza dominante de la eurozona”. La introducción del euro supuso una cesión de la soberanía económica a Bruselas, que ha través del Banco Central Europeo ha adoptado las medidas que más beneficiaban a las economías más fuertes. Pero en nuestro país, al no poder contar con los “tradicionales” mecanismos de ajuste cada vez que se disparaba el déficit exterior (el control de los tipos de interés y la devaluación de la moneda), sólo se podía ganar competitividad a costa de la precarización del mercado de trabajo (más trabajo temporal, menos salarios, superexplotación…). Y aún así nuestro país ha ido perdiendo cada vez más el reto de la productividad y la competitividad de nuestros productos respecto a nuestros competidores en los mercados internacionales.No es posible separar el modelo de crecimiento que acaba de estallar de la implantación del euro. El manejo de los tipos de interés por parte del BCE, ha facilitado el modelo de crecimiento impuesto en la década basado en el “monocultivo” del ladrillo. Primero con fuertes bajadas de los tipos que favorecieron las hipotecas y el endeudamiento de nuestra economía hasta hacer de España el país proporcionalmente más endeudado del mundo después de EEUU, al tiempo que la escandalosa subida del precio de la vivienda dejaba fuera del acceso a importantes sectores de la población, como los jóvenes “mileuristas”.. Y luego, cuando el volumen de población hipotecada alcanzó a una inmensa mayoría, con la subida de los tipos de los dos últimos años y su brutal repercusión en las cuotas de las hipotecas.Tampoco es posible separar la llegada del euro del proceso de ocupación por los grandes monopolios europeos de nuevos sectores estratégicos de nuestra economía. El euro, facilitando la libre circulación de capitales, ha contribuido decisivamente a que a los sectores del automóvil o la siderurgia se le hayan sumado la telefonía, la electricidad o la gigantesca expansión de la distribución comercial en grandes superficies. Hasta el punto de que los grandes monopolios europeos controlan más del 10% del PIB español. La introducción del euro ha contribuido decisivamente al déficit comercial de nuestro país con las dos grandes potencias, Francia y Alemania; el saldo comercial acumulado desde la entrada de España en la CEE con estos dos países superó los 150.000 millones de euros. Lo que desmonta otro de los tópicos que nos quieren vender, el de ser los grandes “beneficiados” de las “subvenciones” europeas: la realidad es que por cada euro de “ayudas europeas”, los monopolios franco-alemanes se han reembolsado 4,5 euros, es decir un ¡450%! Con el euro, más precarios. Seguramente que aún está por hacer el balance completo de lo que el pueblo trabajador en España ha tenido que pagar para implantar el euro. Quizás en la memoria colectiva está “la subida de precios generalizada” que llegó con el euro. Hace cinco años, con la memoria mucho más reciente, las encuestas revelaban que el 95% de los ciudadanos asociaba el euro con la subida de precios. Pero eso fue sólo punta del iceberg.Para entrar en el euro –cumpliendo las exigencias impuestas por “las condiciones de Maastricht-, y luego dentro de él, al pueblo español se le ha hecho pagar un precio muy alto.La rebaja y los ajustes de inflación se han hecho a costa ajustar los salarios, una tasa de paro de las más elevadas de la UE y la generalización de la precarización laboral.El control del déficit público a costa de recortar en prestaciones de desempleo, pensiones de jubilación, sanidad, educación… Y, por otro lado entregando nuevos sectores de la economía (empresas públicas) a los monopolios, privatizando empresas altamente rentables como Telefónica, empresas energéticas (Repsol, Endesa o Red Eléctrica Española), ENSIDESA, Iberia… * 10 años del euro (I) ¿Una alternativa al dólar? (DV Digital del día 16-01-09)

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